🔞Acuerdo Perfecto🔞

Del Dicho al Hecho

Rubius bajó las escaleras seguido por un Fargan callado, y algo divertido, a decir verdad. El novio de Alex miraba a su amigo tenso, de hecho, al llegar al pequeño salón de la casa de los Doblas, Rubius seguía sin mirarlo.

-Rubius- comenzó Fargan, sin saber muy bien que decir para calmar al pobre alfa...

-Mira, yo sólo quería hablar de...- se volvió a callar y llevó una mano al puente de su nariz. Fargan en muy pocas ocasiones lo había visto así, Rubius era de esas personas que  siempre estaban con una sonrisa o haciendo bromas, y eso aumentó aún más desde que Vegetta se había instalado por completo en su vida. No era normal está actitud.

Fargan se sentó en el sofá y esperó, lo oyó murmurar algo de que era una mala idea, y por fin volvieron a estar ojos verdes contra ojos dorados.

-Mira, no quiero parecer el hermano loco mayor... O el típico celoso, eres mi amigo, lo sabes, te quiero como a un hermano... pero necesito que me digas que cuidaras a Alex... cuidarlo, global, ¡en todo!- Fargan ante cada palabra, comprendía de que iba tal extraña actitud, Rubius hacía gestos con las manos, intentando explicarse mejor, y Fargan asintió levantando las manos.

-Si, no te preocupes, sólo faltabas tu- murmuró el joven alfa mientras Rubius lo mirada con el ceño fruncido.

-Pero...- comenzó Rubius, y Fargan se sentó acomodándose de nuevo, ahora en la orilla del sillón.

-Quiero a Alex desde que tengo memoria, desde que vivíamos aquí, ese cariño... ese amor fue cambiando a través de los años, y aunque sé que  cometí unos cuantos errores... Dulce fue un deslumbramiento...- aclaró Fargan riendose mientras Rubius comenzaba a respirar más tranquilo- Confío en ti Rubius, como en un hermano, y te pido que hagas lo mismo... y no necesito una plática de sexo- recalcó el chico con una sonrisa... Rubius casi se atragantó a lo que Fargan soltó una carcajada.

-NO, yo no... mala idea, De Luque- murmuró entre dientes Rubius mientras se sentaba a lado del menor de los Alonso-. No era precisamente eso... Vegetta y yo queremos que sepan que pueden confiar en nosotros, sé que amas a Alex... de no ser así, no le hubiera ayudado al loco de mi novio a juntarlos, pero no creo que tengan edad suficiente para...- la voz de Rubius se desvaneció mientras Fargan miraba hacia la pared.

-Lo hablamos- susurró y Rubius carraspeó.

-No necesito detalles- murmuró mientras Fargan reía.

-Bien, entonces... confía en nosotros- Rubius miró a su amigo y su... cuñado, y sonrió sin poder evitarlo. Sí, tal vez era un celoso sin remedio con Vegetta y con su hermanito, pero si Alex tenía que salir con alguien, no había nadie más que Fargan.

Se quedaron unos segundos en silencio hasta que Rubius volvió a fruncir el ceño, repasó su conversaron y miró a Fargan.

-¿Cómo que sólo faltaba yo?-, preguntó mientras Fargan sonreía un poco.

-Luzu habló conmigo... cuando me mude, fue algo extraño...- Rubius miró a su amigo, él hubiera imaginado que diría aterrador-. Fue sólo explicarme que confiaba en mi y que cada cosa llegaría a su tiempo. En realidad, recordé cuando mi papá habló conmigo de ello, aunque con 13 años no le di mucha importancia...- murmuró Fargan mientras Rubius asentía, los hermanos Alonso aún recordaban a sus padres con un dejo de tristeza, después de unos segundos Fargan volvió a reír y Rubius creyó que podría haberse vuelto loco-. Lo aterrador fue la plática de Auron- comenzó Fargan, a lo que Rubius abrió más los ojos.

-¿Auron habló contigo?- inquirió Rubius riendo.

-Bueno, hablar no... más bien lanzó una que otra amenaza- Fargan se encogió de hombros.