¡Noticia, Noticia!

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Vegetta trató de volverse a dormir, pero cada que cerraba los ojos era como si escuchara una voz ronca proveniente del cuarto de baño.

"¡Hay un asunto pendiente Samuel De Luque!"

"Estas loco", pensó para sí mismo.

Pero sabía muy bien que ahí estaba la prueba, la dichosa prueba. Miró su reloj aún en su muñeca, después de aquel "infructuoso" encuentro con sus padres, y de su repentino ataque al alfa, el cuál, bueno, fue muy placentero y los había llevado a una lluvia de ropa volando... se habían quedado dormidos, faltaba una hora para el amanecer y él no podía pegar un ojo.

El brazo de Rubius lo envolvía, pegándolo a su pecho. Despacio y resignándose a no poder atrasar más la realidad, salió de la cama, con cuidado de que el alfa no se despertara. Se puso la camisa de él, que yacía en el suelo, para tapar su cuerpo desnudo y caminó rumbo al baño, entró y cerró la puerta con sigilo. Inhaló y exhaló mientras abría el neceser y sacaba la bolsa, tomó la cajita entre sus manos leyendo las instrucciones, más para hacer tiempo que para aprender algo nuevo sobre como funcionaba el dispositivo.

Se dispuso a dejar la pequeña muestra y miró el reloj para contar el tiempo, dejó la prueba en el lavabo y se sentó abrazando sus rodillas con la espalda pegada a la puerta del baño. Al mirar el pequeño dispositivo su mente vagó, trató de reprimir recuerdos pero fue imposible, el imaginarse con un cachorro lo aterraba, no tenía un gran ejemplo, él no quería que alguien... que su hijo, sintiera la tristeza de él hacía sus padres, como podía ser una buena madre, si sus padres jamás lo había sido con él.

"¡No!"

Sacudió la cabeza, había un punto distante, ni en cien años luz Rubén podría comparase con su padre. Rubius sería un buen padre, y estaba seguro de su amor, pero eso no le aseguraba ser mejor que María, casi de forma instintiva miró su reloj, dos minutos más.

-No eres como ella- murmuró para sí mismo.

Había logrado poder reprimir todos los sentimientos hacía sus padres, la noche anterior esa barrera se había derrumbado y por primera vez no estaba solo, Rubén... él era su vida, y ahora estaba en una encrucijada, si el resultado era positivo, ¿que haría...?

"Ah, ¿sabes qué...? Estoy embarazada, ¿que tal el clima?"

"¿Recuerdas que nunca hacemos las cosas en orden? Bueno, para seguir la tradición, me embarace antes de casarnos"

Movió la cabeza y llevó las manos a su cabello, era el peor momento para su ácido humor. Casi se rió de sí mismo, si seguía autoanalizándose y hablando solo, se volvería loco. Se levantó y fue hasta la prueba, esperó, el dispositivo, mostró una pequeña rayita vertical... "Bien una significa no", pensó, sólo antes de que otra rayita acompañara a la primera.

"Estoy esperando un cachorro", murmuró para sí mismo, dejó la prueba en el lavabo y se miró al espejo.

-Estoy embarazado- miró sus ojos cristalinos y trató de buscar esa sensación de miedo, trató de truncar todos sus pensamientos pesimistas pero no había ninguno, sólo la certeza de que una parte de él y de Rubius crecía en su interior y eso lo eclipsaba todo... Sonrío sin poder evitarlo.

-¿Vege...?- el golpe en la puerta seguido del murmullo de Rubius lo hizo saltar. Miró el cuarto de baño por un momento, y se corrigió a sí mismo, si estaba asustado, aterrado sería la descripción más conveniente-.
¿Vege...?- volvió a llamar mientras él miraba a la puerta.

-¿Necesitas entrar?- inquirió el omega, con voz monocorde, Rubius frunció el ceño.

-Buenos días para ti también, amor- Vegetta rodó los ojos y se encontró sacándole la legua a la puerta del baño.

🔞Acuerdo Perfecto🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora