El día estaba algo nublado y apenas si unos cuantos rayos de sol se filtraban a través de las ventanas de ese frío lugar; Shinki acababa de llegar a su nuevo departamento en el centro de la ciudad, era bastante chico a comparación del lugar en donde creció junto a su padre, pero no estaba mal para empezar su nueva vida.
Apenas tenía veinte años y aún amaba a quien lo había adoptado, sin embargo ya era necesario un cambio para hacerse fuerte y obtener el reconocimiento y aprobación de Gaara, el famoso líder de la empresa Sabakuno, empresa que había pasado de generación en generación y la cual en algún momento pasaría a sus manos.
Hecho un vistazo a su alrededor notando que habían inclusive algunas telarañas en los rincones y que los muebles tenían algo de tierra, había rentado una casa ya amueblada que estaba algo económica y no en tan buen estado, pues con su empleo de medio tiempo no lograría mantenerse solo en un lugar más grande y no quería depender de su padre más tiempo; antes de seguir viendo todo el lugar con pesar decidió ponerse manos a la obra y comenzar a limpiar hasta la última mota de polvo, había iniciado can la estancia dejándola prácticamente reluciente en menos de tres horas, para algunos eso hubiera sido demasiado tiempo, pero para el era lo justo que se debía de dedicar para que todo estuviera en orden.
Suspiró satisfecho con su trabajo y comenzó a caminar a través de la estancia, había visto algo que le había llamado la atención en ese lugar y estaba dispuesto a averiguar qué era. Al llegar a su objetivo se acuclillo frente a este y pasó las llemas de sus manos sobre aquellas viejas tablas que estaban a modo de pared falsa en ese muro; en verdad le llamaba la atención, el lugar se veía bastante chico como para tener alguna alacena o closet escondido y sin embargo ahí estaba.
Se percató al instante que tratar de abrirlo con las manos sería inútil, pues estaba perfectamente acomodado y no tenía manija ni nada para sujetarlo, así que se dirigió a su valija y de esta sacó una pequeña navaja suiza que tenía siempre por las dudas; aproximó el cuchillo de esta a uno de los pequeños espacios que existían entre su objetivo y la pared y comenzó a utilizarla a modo de palanca logrando que de a poco comenzará a ceder a sus intenciones, efectivamente se trataba de una pequeña puerta que daba pie a un pequeño espacio entre su departamento y el de al lado... Sacó su celular y encendió la linterna de este antes de comenzar a adentrar su mano, estaba completamente oscuro ese pequeño cuarto, pero no daba en lo absoluto nada de miedo, sino que más bien traía un sentimiento de nostalgia, se sentía triste al entrar ahí.
-Con que una habitación secreta.
Eso no se lo habían cobrado por suerte, hubiera tenido que pagar fácil otro metro cuadrado. Comenzó a fijarse en lo que había ahí, pero para su sorpresa solamente habían unas escasas cosas, entre las cuales habían algunos jarrones, plantas secas y lo que más le llamó la atención, unos fragmentos de unas cartas esparcidos por el piso.
Se aproximó a estos y tomo uno entre sus manos el cual solamente decía la palabra "escondite" lo cual le pareció algo chistoso al ver el lugar en el que estaba. Tomó todos los fragmentos y salió de ahí en dirección a lo que ahora sería su cuarto; dejó los papeles sobre la mesa de noche y miró sin ganas todo el quehacer que aún le faltaba... No le quedaba de otra, zacearía su curiosidad después de limpiar todo.
Su mirada paseaba por todo el lugar completamente satisfecha, había limpiado cada centímetro del departamento y ahora parecía otro ante sus ojos, por fin se le podía llamar un hogar y por fin podría saciar la curiosidad que desde hace rato le estaba atormentando.
Fue tranquilo a su habitación con una tasa de té (que previamente había preparado) en manos y se sentó en su cama apreciando su mesa de noche, esos pedazos casi no tenían sentido, únicamente destacaban unas pocas palabras y todo lo demás estaba confuso, ya sea por qué la letra estaba deteriorada a más no poder por el tiempo o por qué en algunos fragmentos pareciese que les hubiese caído agua o tal ves... Lágrimas, todo era muy raro.
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Lo que pasó entre nosotros (Narugaa)
FanfictionTodos en algún momento de nuestras vidas deseamos algo de independencia; sin embargo, en algunos casos este deseo nos revela secretos inesperados que tienen una historia de transfondo mas fuerte de la que nos podemos imaginar. Shinki decide mudarse...