Lo que pasó entre nosotros (Narugaa)

Revelaciones

El entrecejo del menor comenzó a fruncirse y una sensación de ansiedad recorrió todo su ser, no entendía el por que pero sintió que algo no estaba bien, dejando de lado el hecho de que Naruto no lo emparentara con Shinki, algo no le daba muy buena espina de todo lo que ocurrió, pero no hubo algún motivo.

-Mi hijo trabaja para ti, es probablemente tu empleado mas reciente.

-...

-Inclusive me dijiste que lo trajera hoy conmigo a tu casa.

-Pero ...

-Está ahora en la habitación de tu hijo haciendo las pases.

-Eso no, no es ...

-Naruto... Sabakuno Shinki es mi hijo.

Las pupilas de Naruto se dilataron y su mente se quedó en blanco, no podía creer lo que estaba escuchando. Shinki, Shinki, Shinki era el hijo de Gaara y no su amante, todo encajaba, pero a la vez no, los tiempos no coincidían pero sus comportamientos si ¿En que momento había sido eso? ¿Por qué había estado tan ciego?

Soltó la muñeca del pelirrojo y llevó ambas manos a su cabeza sintiendo un agudo y terrible dolor en esta, estaba procesando demasiadas cosas, demasiados recuerdos y situaciones en muy poco tiempo. Dio un par de pasos hacia atrás terminando por recargarse en la barra de la cocina buscando tener un soporte físico para no caerse ante la repentina falta de fuerza.

Gaara preocupado por la extraña forma de reaccionar de Naruto lo tomó de la mejilla y buscó con insistencia esa azulada y perdida mirada que comenzaba a angustiarle demasiado. ¿Qué había dicho de malo?

-¿Que sucede? ¿Estas bien? Naruto.

-Yo...

No era capas de formular oraciones, ni siquiera se había limitado a parpadear en el transcurso de su ausencia, estaba completamente sumergido en si mismo y ahogado en sus pensamientos, se sintió perdido en un extenso laberinto que contenía las piezas para terminar de comprender ese asunto.

-¿Que ocurre?

-... Necesito arreglar algunos asuntos.

Habló de manera apresurada antes de apartar con cuidado al menor que cada vez se angustiaba mas por el; después y en silencio caminó hasta una puerta de madera para posteriormente desaparecer tras de esta, acción que fue captada a la perfección por la mirada cargada de dolor, confusión, arrepentimiento y tristeza de Gaara, por un momento había pensado que esa cena iba a marcar un nuevo acercamiento entre ellos, que las cosas a partir de ahí iban a ser como antes de que ellos arruinaran todo, antes de que ellos dejarán de verse como simples amigos... Que ingenuo se había visto.

-Debí haberme ido cuando me besaste...

Susurró llevando su vista al piso mientras comenzaba a caminar por la habitación buscando de alguna manera poder justificar la extraña forma de actuar del rubio.

Unos instantes más tarde, los dos jóvenes descendieron las escaleras y miraron curiosos al pelirrojo quien para su sorpresa estaba completamente solo en la sala de ese lugar.

-¿Y mi viejo?

Preguntó el rubio mientras miraba en diversas direcciones buscando algún inicio de su padre, pero no encontraba nada, no había ningún ruido en ese lugar además del producido por las respiraciones de los que estaban ahí en ese momento. Gaara algo ansioso (más de lo que estuvo antes de llegar a esa casa) se apresuró a contestarle al adolescente tratando de también darse una respuesta a si mismo.

-El... Dijo que tenía algunos asuntos que arreglar, probablemente sean de trabajo, estoy seguro de que eran bastante urgentes.

-... Ni siquiera es capaz de estar aquí aunque venga un amigo suyo... Es un idiota.