Enfermo

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Se escuchaba el golpeteo de las gotas de lluvia en la ventana de su habitación, ya había pasado una semana desde la misteriosa desaparición de su padre y no pudo comunicarse con el. Su mirada estaba fija en el techo y un malestar aquejaba a su cuerpo, tenía fiebre y dolor de cabeza, a su lado reposaba un rollo de papel higiénico para no tenerse que mover mucho y una frazada cubría casi todo su cuerpo, le había dado un horrible resfriado por no haber cuidado durante la época de lluvia, pero es que en varias ocasiones no esperaba que lloviera cuando regresaba a su hogar, pues en la antigua ciudad en la que vivía la lluvia era muy poco frecuente.

-El clima está empeorando.

Dijo para si después de escuchar como la lluvia se incrementaba exponencialmente.

Colocó su antebrazo sobre sus ojos y un mareo le llegó haciéndolo sentir peor, la fiebre estaba en aumento y no tenía nada con que bajársela, la mejor opción era llamar a la farmacia.

Abrió sus ojos y miró de reojo su celular que reposaba en un mueble lejano, ahora las distancias se veían mucho mayores a lo que realmente eran.

-Moriré aquí ...

Dijo rendido sintiendo como las últimas fuerzas que tenía en su cuerpo se desvanecían sumergiéndolo en un sueño profundo.

Las horas comenzaron a pasar y el no emitía alguna señal de vida, solamente estaba recostado con la respiración irregular y un fuerte color rojo en su rostro por la fiebre, su cuerpo le dolía y los malestares le pesaban hasta en sus sueños, las cosas cada vez empeoraban para su estado de salud y el no era capaz de despertarse por si mismo, no fue hasta que sentó algo húmedo en su frente que su cuerpo despertó de ese estado y le abrirá débilmente sus ojos tranquilizando al pelirrojo quien sintió que volvía un respirar.

-¿P-padre ...?

-Debes de cuidar más de tu salud.

Le regaño y tomó el pañuelo húmedo que le había puesto en la frente a su hijo para cambiarlo, no hacia falta que el menor le diera indicaciones, conocía de memoria todo el lugar.

Shinki mientras tanto recuperaba poco a poco la conciencia y le pareció extraño que su padre podría haber entrado sin tener las llaves de la entrada; con sumo esfuerzo logró sentarse en la cama y miró como Gaara volvía con un vaso de agua y una pastilla para la fiebre. Seguidamente el mayor tomó asiento en una silla que había junto a su cama y le extendió a su hijo las cosas que le había traído.

-¿Desde cuando no cuidas de tu salud Shinki?

Le miró con severidad analizando el pésimo estado del más joven, tenía una ojeras bastante marcadas bajo sus ojos, se veía algo más delgado, estaba enfermo y para colmo cuando había llegado el lugar era un basurero, el joven le estaba demostrando todo lo contrario a lo que había prometido, no estaba being responsable, y más que molestarle le angustiaba, no le gustaba verlo en ese estado. Frunció el seño y se cruzó de brazos esperando alguna respuesta, lo más angustiante está que únicamente lo había dejado de ver una simple semana.

-No he comido bien ya desde hace un par de semanas, el trabajo no me lo ha permitido, y la enfermedad ... Pensé que no empeoraría, pero me equivoqué, no tomé nada para bajar los síntomas.

-¿Y aún sientes que la mejor manera de demostrarme que eres más responsable es está?

-Si, se que lo lograré padre.

-...

-Por cierto ... ¿Cómo pasaste?

-Tengo llaves del lugar.

-¿Tu? ¿Pero como? Jamás te di mis llaves como para que les sacarás copia.

-Dejemos ese tema ¿Qué harás mañana sobre tu trabajo?

Lo que pasó entre nosotros (Narugaa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora