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Su mano se movía de una manera rápida y precisa, sus movimientos eran rítmicos y sus ojos comenzaban a entrecerrarse nublado ligeramente su visión. Mordió suavemente su labio inferior para no perder la concentración; en su mente comenzó a formarse la imagen de cierto pelirrojo y una sonrisa surcó su rostro, los movimientos de su mano se aceleraron más y la sensación de que terminaría pronto se sintió tan próxima como una suave caricia.

-Gaara...

Dijo Naruto en un especie de jadeo llegando al final; cuando cesó sus movimientos suspiró profundamente aliviado y recargó todo su cuerpo sobre el respaldo de la silla sintiendo el repentino agotamiento placentero, por fin había terminado todo el papeleo.

Se estiró en su lugar y miró con orgullo la montaña de papeles que tenía delante de él, se había apurado durante toda la semana para poder estar libre este día que se reuniría con su antiguo amigo; frotó sus ojos para despejar un poco el cansancio acumulado, se sentía feliz en estos momentos, jamás pensó que la visita del más joven lo motivará tanto.

Tomó su saco y se levantó de su silla caminando hacia la salida con una enorme sonrisa, por fin podía marcharse de su trabajo sin preocupaciones innecesarias, solo quería ir a su casa y alistar todo para la reunión de la tarde. Algunos de sus empleados lo miraron algo extrañados por la actitud tan alegre que se cargaba su jefe, y por supuesto que el rubio entendía sus motivos, el ahora no sonreía mucho, y menos de esa manera, sus días se habían tornado grises desde hace mucho tiempo, pero ¿Cómo no iba a reaccionar así ante esta situación?

Hace unas horas su día pudo haberse le arruinado por completo al igual que su esfuerzo, todavía no podía olvidar el amargo sabor de boca que le había dejado la negación de Gaara, por un momento temió que su "cita" fuese a cancelarse, lo bueno era que las cosas se solucionaron rápido, tal vez no le dio mucho gusto que su empleado estuviera con el pelirrojo, pero debía admitir que su rápida intervención le resultó favorable.

A lo lejos logró vislumbrar a su esposa quien ya le esperaba afuera de la empresa vistiendo un vestido tan formal como su traje, era casi como si utilizarán un uniforme para trabajar; ambos se sonrieron cuánto se encontraron frente a frente pero no llegaron a más, simplemente comenzaron a planear lo que serían ese día mientras caminaban en dirección a su casa.

-Naruto ¿Sabes cuál es el platillo favorito de Gaara?

-Si, las costillas a la BBQ, aunque.... me gustaría cenar ramen...

-Tu ya no estás comiendo nada más que eso...-Dijo en un tono ligeramente molesto preocupada por la salud de su "esposo" cada vez se descuidaba más y cada vez se sentía más distante para ella, ya no se parecía a aquel muchacho rubio que conoció cuando era joven, ya no era el que antes era su mejor amigo. -Prepararé el platillo para Gaara, tal vez lo haga en forma de estofado... ¿Crees que eso le guste?

-Estoy seguro de que si, aunque también le gusta el ramen.

-mmm... ¿Tu crees que sea cierto?

-...-  Naruto se llevó una mano al mentón y comenzó a reflexionar con los ojos cerrados, el pelirrojo jamás se había quejado de que lo llevará a comer su comida favorita, casi siempre lo veía feliz, pero... Nunca le dio su verdadera opinión sobre el platillo, nunca lo comió con tantas ganas como el y... Una vez que se lo ofreció en su cumpleaños parecía algo ¿Decepcionado?. Por fin la idea de que Gaara se comía eso solo por él le cupo en la cabeza provocando que llevará ambas manos a la misma y abriera grandes los ojos. -¡Obligué a Gaara a comer algo que no le gustaba!

-Bueno, eso no lo puedes saber.

-... Creo que es buena idea que se prepare lo que a él le gusta, estoy seguro que está esperando comer ramen...

Lo que pasó entre nosotros (Narugaa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora