Miraba con paciencia la entrada de ese departamento y se preguntaba internamente ¿Qué hacía el pelirrojo en casa de Shinki? ¿Por qué habían pasado la noche juntos?... ¿Qué clase de relación tenían esos dos? Todas esas dudas aparecían por momentos en su cabeza y se aturdía tratando de encontrarles una respuesta; no había dormido en toda la noche esperando algún movimiento, algo que indicara que la estadía de Gaara en ese lugar solo era momentánea, pero nada.
Miró su reloj de mano y no se sorprendió de ver qué ya eran las seis y media de la mañana.
-Ya es hora de que salgas Gaara.
Aseguró ya sabiéndose a la perfección el horario del menor, y unos minutos más tarde, tal como dijo, un pelirrojo se dejó ver con un traje distinto al que llevaba el día anterior y un termo que probablemente tenía café en su interior; se veía apurado, y era claro el motivo, su trabajo estaba a una hora de distancia y había salido con el tiempo exacto.
Frunció el seño al ver cómo Shinki salía segundos después portando una simple pijama, se le notaba cansado. Era la primera vez que veía a ese chico en persona, solamente le conocía por la foto de su expediente y al instante algo se le hizo extraño, tenía la mirada del pelirrojo y sin duda alguna parecía que su presencia podía ser igual o incluso mayor en mejores condiciones, no parecía alguien sociable.
Por otro lado, Gaara trató de recordar si había dejado algo además de su ropa, no podía permitirse olvidar algún documento importante en casa de su hijo, principalmente por qué se exigía a si mismo tener un cumplimiento excelente en su empresa.
-Padre, creo que hoy si iré a trabajar, me siento mejor.
-Hable de eso contigo, quiero que te recuperes y no está a discusión, además, creo me habías comentado que ya habías explicado la situación a tus superiores y te dieron el día libre.
Se terminaba de acomodar el traje mientras que seguía hablando, se le hacía tarde y los nervios se le estaban poniendo de punta, sumando que nuevamente sentía otra mirada sobre el.
-Lo sé, pensé que me dirías algo así, pero es que no sé que hacer...
-...Ayer dejé tu casa ordenada y se supone que adelantaste tu trabajo...
-Exacto...
Gaara miró su reloj de mano y formó una mueca en su rostro, su tiempo estaba muy justo y unos minutos de retraso le afectarían notablemente su itinerario, pero tampoco le gustaba mucho la idea de que su hijo se quedará sin hacer nada productivo.
Suspiró y comenzó a caminar hacia su vehículo ya con una decisión tomada.
-Vístete rápido, te llevaré conmigo a la empresa, tu tío pasará ahí por ti y te dará algunas lecciones para que agilices tu trabajo en la empresa; tienes cinco minutos.
Shinki rápidamente acató la indicación y se metió a su apartamento mientras su padre negaba con la cabeza, a veces sentía que era demasiado blando con el castaño; se dedicó a esperarlo durante el tiempo establecido y una sonrisa se asomó entre sus finos labios al comprobar que el hábito de la puntualidad que el tenía también se había transmitido a su hijo.
-Pensé que necesitarías más tiempo.
El más joven tomaba asiento a su lado y se abrochaba el cinturón de manera apresurada; no había tenido tiempo de desayunar algo pero no sentía hambre, además, no era el único que iba en ayunas, su padre no acostumbraba tomar el desayuno todos los días, y a pesar de que esa costumbre suya jamás había sido de su agrado pero en ocasiones como está debía de admitir que era de utilidad para no perder tiempo.
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Lo que pasó entre nosotros (Narugaa)
FanfictionTodos en algún momento de nuestras vidas deseamos algo de independencia; sin embargo, en algunos casos este deseo nos revela secretos inesperados que tienen una historia de transfondo mas fuerte de la que nos podemos imaginar. Shinki decide mudarse...