-Yo preferiría que ya durmieras, no mejoraras mágicamente.
-Lo sé, pero el tema te inquieta.
-...
-Por favor padre.
-Bien... Ese día mi hermano había hablado con tu abuelo sobre que yo me independizara a mis catorce años, ya era más maduro que tú y quería estudiar en otra escuela más lejos de mi casa, pero nada salió tan bien como lo esperaba, ellos llegaron en la noche, habían pasado diez horas de que me dejaron y ya eran las doce.
<<Flashback>>
La noche en esa ocasión se veía más oscura que de costumbre, cierto pelirrojo se encontraba recostado boca arriba admirando el techo de su habitación sin siquiera dignarse a encender la luz; el sueño comenzaba a hacerse presente en su mirada, comenzaba a acostumbrarse a dormir un poco más debido a los constantes reclamos que resabia de su hermano mayor a causa de sus ojeras.
Estaba a punto de cerrar los ojos cuando escuchó la puerta principal ser cerrada en medio de un azotón y unos pasos pesados que se dirigían en su dirección. Alertado se sentó rápidamente sobre la cama y miró en dirección a la puerta que ahora se abría con una fuerza innecesaria; ya no había ni una sola pizca de cansancio en su rostro, más bien ahora había pánico debido a la expresión de enojo que cargaba consigo su padre.
Espantado retrocedió torpemente hasta estar en una orilla alejada del colchón, no sabía a qué se debía su enojo pero estaba más que claro que era hacia el.
Ahogó un pequeño grito cuando su progenitor se acercó más al filo de la cama y procuraba no desviar su mirada para no hacerlo enfadar más.
-Así que planeas largarte descaradamente después de todo lo que has provocado ¿no? ¿Y que planeas hacer? ¿Acaso tienes la edad para mantenerte solo?
-No pero...
-Seguirías viviendo a mis expensas como una sanguijuela.
-Yo no soy una...
-¡TU TE CALLAS! ¡Aún no termino de hablar maldita sea!
Kankuro al escuchar el alboroto fue apresurado hasta la habitación de su hermanito, el tenía cara de no saber que hacer y de culpa, estaba igual de espantado que el menor.
-P-padre.
-Esto no te incumbe Kankuro.
-Pero Gaara el no ha hecho nada mal.
-Eso no está bajo tu juicio, ahora largo, esto es entre Gaara y yo.
Habló firme y luego cerró la puerta con seguro dejando a ambos hermanos separados, pero también dejándose a si mismo con el más chico de los dos.
Los golpes en la puerta que comenzó a dar Kankuro para que le abrieran pusieron más nervioso al de piel pálida, se sentía acorralado.
-En cuánto a ti, nos arrebataste a mi esposa, ensuciaste el nombre de mi familia con tus estupideces de agresión, te convertiste en una carga para mis hijos, por tu culpa murió el hermano de mi esposa, ni siquiera se por que el se sacrificó en esa calle por ti, no vales la pena, tu simple existencia no vale nada para nadie y solo causas malestar en el lugar en el que te encuentres.
Tomó al menor del cuello y lo levantó a la fuerza de su cama poniéndolo a su altura sin importarle si a su hijo le costaba respirar. Lo miró con odio a los ojos y luego lo aventó con fuerza al piso causándole un fuerte quejido a Gaara.
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Lo que pasó entre nosotros (Narugaa)
FanfictionTodos en algún momento de nuestras vidas deseamos algo de independencia; sin embargo, en algunos casos este deseo nos revela secretos inesperados que tienen una historia de transfondo mas fuerte de la que nos podemos imaginar. Shinki decide mudarse...