Primer encuentro

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-Entonces ya tienes el empleo como gerente en ese lugar ... Estoy muy orgulloso de ti Shinki.

 Estaban en un pequeño restaurante bastante tranquilo y algo aislado, de hecho ni el mismo había pensado que ese lugar que por el exterior parecía una casa bastante linda fuera en realidad un restaurante muy acogedor por dentro ... No todo era lo que parecía. Se aclaró su garganta y sin atreverse a mirar los ojos del pelirrojo asintió disgustando en cierta medida a Gaara.

-Por lo menos tendrías que mostrar orgullo por tus acciones.

-Pero no por todas.

-Eso era lo que querías, querías entrar ahí a trabajar y lo lograste, ¿Por qué no estarías orgulloso de ti? 

-Por mi objetivo principal ... Mi tío dijo que el dueño de ese lugar conocía algo importante de ti que yo no conozco, y creí que de esa manera te podría entender más, pero ahora creo que hice lo incorrecto ... Perdóname padre.

-Te atreviste a retarme ya como un adulto y me sorprende tu determinación ... Sería mentira si te dijera que no me siento molesto o decepcionado por qué en verdad lo estoy, sin embargo, creo que tarde o temprano tú ibas a interesarte por eso. 

Dejó salir un suspiró de entre sus labios y masajeó sus sienes con el afán de entender del todo a su hijo, nunca había tenido ni un solo caso de rebeldía o alguna falta como la desobediencia, era por eso que ahora no sabía bien cómo actuar. En eso llegó la orden que pedido previamente y ambos miraron sus platos sin saber que más aportar a la conversación.

-Veo que aún te gusta bastante el estofado a fuego lento ... 

-Y a ti las costillas a la BBQ.

-¿Pensabas que pediría ramen?

 -¿Y yo una hamburguesa? 

Con eso relajaron el ambiente entre ambos y cada quien formó en sus labios una muy ligera sonrisa; al ser tan escasa la diferencia de edad les resultaba fácil hasta cierto punto entenderse ... Tenían una relación padre e hijo envidiable. El mayor deslizó sus dedos a través de su pelirrojo cabello y observó a su hijo, el cual ahora sí le devolvió la mirada aún con ligeros toques de vergüenza ... Estaba decidido, le diría a su hijo lo que tanto quería saber en ese momento y está vez ... Sería la verdad.

-No me gusta hablar de esto, sin embargo, te tengo la confianza como para hacerlo.

El menor lo miró ahora con intriga, se sintió mal por haber orillado a su padre a esto, lo que no sabía era que Gaara en verdad tenía planeado en hablarle de esto algún día ... Del por qué lo había adoptado.

-Todo comenzó años antes de que siquiera pensará en adoptarte. 

<<Flashback>>

-No puedo creer que ustedes sean tan inútiles, ¡¿Como se les ocurre comenzar a pelear con un niño en medio de la calle principal?! 

Regañaba un pelirrojo no mayor a los trece años a sus hermanos mayores, teniendo en la mira principalmente a su hermano varón, todo había sido su culpa. Iban caminando en dirección al hotel que les había indicado su padre, pues este tenía una junta de negocios con el jefe de una empresa importante de Konoha, al parecer querían hacer una alianza, lo que para el menor era un fastidió, no entendía el por qué los había llevado a los tres, según el cualquiera de los otros dos inútiles bastaba. Por lo mismo en cuanto encontró a su hermano peleando con un niño pequeño y otros que parecían unos años mayor que el se desesperó, ahora reconocía el grado de inmadurez del castaño.

-Con tu forma de ser no llegarás a ser nadie Kankuro.

-... El niño comenzó.

-Ya basta Kankuro, estoy de acuerdo con Gaara, aparte estamos representando a la empresa de papá, ¿Podrías comportarte?

Lo que pasó entre nosotros (Narugaa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora