Hey brother! I'm fine▪︎ George Weasley y Tu ▪︎TERMINADA (En Edición)

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Vi como abría la puerta lentamente, mientras yo jugaba con mis manos nerviosamente.

Era raro volver a su departamento, la verdad la noche era rara para mí.

-Ya puedes entrar- dijo George haciendome una seña para que pasara a su departamento.

Yo asentí y pasé junto a el, su departamento estaba más cálido que la calle, eso me gustaba, además que desprendía un olor que me gustaba.

El entro detrás de mi junto a mi baúl  para luego cerrar la puerta.

Ambos estábamos completamente solos aquí, esperaba que no hiciera preguntas sobre lo que pasó en mi casa.

Tenía algo de sueño, ya que era muy tarde y mi mente no estaba para responder sus preguntas.

-Dejare esto por aqui- murmuró el mientras dejaba caer mi baúl junto al sofá.

El había cargado mi baúl con ayuda de su varita desde que acepté venir con el.

Yo no podía concentrar mucho como para traerlo con magia.

-¿Quieres comer algo?- pregunto mientras me miraba atentamente.

No tenía hambre a estas alturas, solo quería darme un baño e irme a la cama.

-No Gracias- dije mientras jugaba con la caja que llevaba en manos.

Había logrado quitársela a mi madre antes de irme, no pensaba dejar algo tan bonito en esa casa.

-Bien- dijo el mientras pasaba la mano por su cabello.

Tenía curiosidad por el notorio cambio de color en este, pero no estaba segura si el me lo diría.

-¿Que llevas ahí?- pregunto mirando curioso la caja entre mis manos.

-Son alguna cosas del bebe- le dije mientras miraba la caja.

Era una caja de cosas importantes para mí, así que claramente las cosas del bebe irían ahí.

-¿Puedo ver?- pregunto el mientras se sentaba en el sillón.

Yo lo pensé por unos momentos, solo le enseñaría las cosas del bebé y nada más.

Así que tome asiento en el sofá, alejandome un poco de el.

Una vez ahí comencé a abrir la caja cuidadosamente, vi que aún tenía todas mis cosas adentro.

Por suerte mi madre no se quedó con nada.

George se acercó un poco a mi para mirar mejor las cosas que tenía en mano.

Era algo incómodo estar asi junto a el, George era alto, por lo tanto tenía que encorbarse un poco para mirar el contenido de la caja.

-¿Puedo?- pregunto el mientras miraba las fotos del bebé.

Yo asentí y el tomó una cuidadosamente, como si esta se fuera a romper al mínimo toque.

-¿Es bonita no?- pregunto el con una sonrisa de lado mientras miraba la foto.

-Es muy linda- le dije mientras me imaginaba como sería la próxima cita con la doctora.

Me hacia mucha ilusión saber cosas del bebé, en mis planes de vida no estaba ser madre en algún momento.

Era algo que si el destino me daba lo aceptaría, nunca pensé tampoco que podría ser buena madre.

Claramente no había tenido el mejor ejemplo, pero me esforzaria en ser una buena madre, aunque obviamente no supiera como serlo.

-¿Puedo quedarme esta?- pregunto el levantando la foto que tenía en sus manos.