Hey brother! I'm fine▪︎ George Weasley y Tu ▪︎TERMINADA (En Edición)

XXXIII

¿Saben?, ahora me siento con más tranquilidad. Debo admitir que sin Mandalina cerca todo era se volvía mucho mejor.

Pensé que días después de que por fin se le cayera la piel de cordero volvería tratando de recuperar la confianza de George. Supuse que con sus encantos ella pensaría que no le sería muy difícil hacerlo.

Pero no lo hizo, simplemente no se volvió a presentar otra vez. Tampoco la volvi a ver en el callejón Diagon o cerca de la tienda, y hace mucho no iba a comer helado asi que mis posibilidades de volver a verla era casi mínimas.

Por otra parte mis problemas con George habían aumentado un poquito.

Digamos que de cierto modo mi humor estaba algo loco últimamente, y no es que no tuviera fundamentos para buscar discusión, aunque la verdad algunos eran algo... tontos.

Me sentí mal, horrible. Y mi desgaste era más físico que otra cosa, en las noches no podía dormir, el solo hecho de estirarme era horrible para mi.

No sabia que provocaba el dolor que sentía en mis músculos pero mis únicos momentos de paz eran cuando estaba sola y descansaba.

Aunque eso no evitaba que con George discutiremos, hoy en la mañana lo habíamos hecho y había sido por una completa tontería.

Prácticamente le había dicho al pelirrojo que con solo escucharlo me estresaba, y que era mejor que se callara.

Al menos entendió y se fue de casa parte de la mañana. Debo de admitir que también me sentí mal por tratarlo así, mi comportamiento no tenía aval alguno.

-Si no estás de humor, será mejor que no vayamos.- murmuró George tomando asiento junto a mi en el sofá y hundiéndose en el.

-No...- respondí cerrando el libro que tenía en mano- Si quiero ir.- a pesar de todo aún quería ir a la cena de hoy.

De seguro eso me ayudaría a distraerme y despejar mi mente.

-¿No estas cansada?- el puso su mano sobre la mía.

¿Cansada?, no. O no tanto, pero estar todo el día acostada en el sofá no era nada entretenido.

-No, ya dije que estoy bien. -  afirme tratando de formar una sonrisa, mentia, estaba algo agotada y de mal humor, pero igual quería salir esa noche y no quedarme en casa aburrida.

-¿Segura?, ayer no dormiste muy bien - una corta mueca se formó en sus labios.

Esa era la descripción de todas mis noches, no dormía casi nada de nada.

-Que si George, ya dije que estoy bien - me recoste en el sofá, esperando a que mis palabras lo convencieran.

Lo único que quería era salir de casa.

-Si quieres podemos quedarnos- propuso con una sonrisa, negué rápidamente con la cabeza.

Si permanecía más minutos en casa sin hacer prácticamente nada terminaría enloqueciendo y eso no sería nada bueno.

-No, de verdad. Si quiero salir...- pedí con un puchero, enserio quería salir de casa. El  me miró por un par de segundos y finalmente asintió.

Podía saltar de la emoción, por fin saldríamos después de mucho tiempo.

Encontré este momento adecuado para poder disculparme con el, estábamos solos y ambos nos encontrábamos de buen humor. Era el momento perfecto.

-Siento... lo de la mañana.- murmure abrazando al pelirrojo tomándolo desprevenido- No quise ofenderte. - una sonrisa se formó en mis labios, en ningún momento quise ofenderlo de algún modo, solo estaba de mal humor.