Hey brother! I'm fine▪︎ George Weasley y Tu ▪︎TERMINADA (En Edición)

XI

Trate de moverme levemente en la cama, no me sentía muy cómoda en la pocision en la que estaba.

Pero eso me resulto imposible, ya que un peso sobre mi cintura me lo impidió.

Rápidamente abrí los ojos para ver de quién se trataba, y me encontré cara a cara con George.

Su rostro se veía relajado y su respiración era lenta, parecía que dormía plácidamente.

Eso era bueno, dadas todas las cosas que pasamos ayer.

Aún recordaba cómo lo encontré en el baño, era una escena que nunca borraría de mi memoria.

Acerqué mi mano a su rostro y comencé a acariciar su mejilla lentamente.

Nunca había dormido así con una persona, esto era extraño sin duda.

Seguí pasando mi pulgar por sus mejillas bajando mis caricias hasta su barbilla.

El se veía muy tranquilo bajo mi tacto, al parecer era más lindo dormido que cuando estaba despierto.

Muy a mi pesar, no podía quedarme todo el día con el, así que tenía que levantarme.

Aleje un poco mi mano de el, lo vi moverse un poco teniendo una mueca en el rostro, pensé que tal vez se levantaría.

Pero no, solo se estaba acurrucando para seguir durmiendo mejor.

Suspire algo aliviada de que lo siguiera haciendo.

Intente moverme un poco para salir de la cama, lo cual era imposible con el brazo de George alrededor de mi.

Intente levantar su brazo, pero no sirvió de nada seguía manteniéndolo en su lugar.

Me preguntaba si sus manos ya estarían mejor, de todos modos tendría que ir a un doctor o algo así para que se las venden.

Comencé a deslizarme lentamente para abajo y tratar de salir.

Lo hice cuidadosamente ya que no quería despertarlo o golpear de casualidad alguna de sus manos.

Me deslize lentamente debajo de las sabanas, esta situación ya era familiar para mi, me hizo recordar a la ultima vez que dormimos juntos.

Seguí bajando un poco más, hasta que por fin logré deshacerme de su agarre.

Ahora tenía otro problema el cual era como iba a salir de debajo de las sábanas.

Trate de buscar con mis manos en donde terminaba la sábana y al final lo encontré.

Me deslice por ahí y por fin logré salir de la cama, el piso se sentía muy frío bajo mis pies.

Acomode mi cabello el cual estaba un completo desastre y voltee a ver si George se había levantado.

Para mi suerte el seguía durmiendo tranquilamente.

Vi mi varita en la mesa de noche y la tomé.

Se podía ver como el sol entraba a la habitación, volviendo más cálido el ambiente.

Mire el reloj junto a el y eran apenas las siete de la mañana, al menos ambos habíamos dormido algo.

Pero un ruido proveniente de mi estomago me hizo reaccionar, aún me moría de hambre y necesitaba comer algo.

Camine hacia la puerta dando pequeños saltitos y salí de la habitación.

Todo el departamento de escuchaba en un completo silencio.

Camine por el pasillo pensando en ir a la cocina por algo de comer.

Tal vez a George no le molestaría que comiera algo, hasta podría prepararle algo a él.