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La noticia fue como un balde de agua fría para XiChen.

Un poco de miedo irrumpió su corazón, su mente comenzó a divagar en diferentes direcciones, sus ojos se perdieron en un punto fijo de aquella habitación.

Wen Ning, había salido hace algunos minutos, antes que se terminará la llamada, pero ahora regresa con un vaso de agua.

— XiChen, dime ¿Qué ha pasado?

— Mi... Mi sobrino está en el hospital — hablo tembloroso mientras se sentó de golpe en la cama.

— ¿¡Cómo!? — hablo con sorpresa.

— Sí cariño, está en el hospital — se lleva una mano a si rostro — pero no sé nada en absoluto.

— Pe...pero ¿por qué?, No dijo nada tu hermano.

— No, creo... Creo que entró en un cuadro de shock.

— Oh, entiendo y ¿Cómo te enteraste? — hablo comprensivo.

— Antes de que WangJi dejará de hablar WuXian se escuchó en el fondo — suspira — pero, cuando se acercó a mi hermano este comenzó a gritar y llorar que lo dejara, que no lo golpeara más; después se escuchó que WangJi mordió a WuXian y cero que sedaron a WangJi.

Wen Ning escucho todo atentamente y vaya que se sorprendió, no entiende la razón de ello, pero debe ser algún trauma que haya vivido en su vida.

No es psicológico, tampoco terapeuta no acabo sus estudios por casarse con el Lan, pero si sabe identificar cuando una persona reacciona a una situación traumática.

— Ya veo, pero está bien el niño.

— No lo sé — suspira — creo que no, por la reacción de WangJi creo que no es nada bueno.

— Mhm, ni te mortifiques cariño, vamos al lugar donde estén y preguntamos por el estado del pequeño.

— Creó, creo que tienes razón y también por mi hermano, por como lo escuché no creo que este bien.

Wen Ning asiente ante lo dicho por su esposo así que, sin esperar más tiempo deciden salir de su casa e ir a dicho hospital.

*****

La noche es larga, un tipo caído de borracho se encuentra recostado en el sofá de su "casa".

Botellas y botellas de licor vacías esparcidas por cada rincón del lugar, dormitando y soñando que no se casó con el estúpido hijo de los Lan.

Su boca tenía rastros de saliva que caían por sus asquerosos labios llegando hasta mojar el mueble.

Después de haber golpeado a su hijo, el efecto de la droga sintética en su cuerpo se fue se dio cuenta de lo que había hecho.

Muchas personas creen que se les olvida, pero la memoria de Wen Chao, es bastante fuerte, claro es un idiota ninfómano, con aires de grandeza y su con todo aquello su cerebro que, sabemos que es el órgano más inteligente de todo el cuerpo humano lo hizo recordar.

Recordó cada detalle, como tomo del cuello a su esposo, bueno no es que nunca lo agrediera, pero con aquello en su cuerpo lo daño más de lo habitual. Sus amigos siempre le han dicho que si lo quiere "educar" que lo haga en lugares donde no se vean.

Pero, el infante, aquel niño que lo miro con temor en sus ojos, con amargura y tristeza al ver cómo agredía a su madre.

Siempre creyó que nunca lo vería, ahora lo observó todo con atención, pero como estaba neurótico por la droga.

Nunca creyó que golpearía a su hijo de esa manera, siempre se abstuvo de golpearlo, pero ahora es tarde.

No es que los quisiera, pero siempre tuvo cierto respeto por el niño, ahora toda aquella imagen y fachada callo.

— Bah, no es que me importe, si se mueren mejor para mí.

Habló con desdén, el Wen importando poco si el niño muere o vive e incluso podemos apostar que si le dieran la oportunidad de que dejara a WangJi y a su hijo este lo haría sin rechistar un poco.

Con una sonrisa de loco se levanta de aquel intento de sofá ya que este al siempre estar acostado haraganeando todo el tiempo desde que se fue a vivir ahí cuando lo casaron con el segundo sobrino del viejo QiRen y, hasta la fecha se pregunta si fue buena idea haberle hecho caso a la bruja de su amante el haberse metido con WangJi y haberlo embarazado.

Pone uno de sus brazos sobre sus ojos y deja que la risa irónica salga de su boca.

— Esa, "perra" me la ha jugado Wang LingJiao, esa estúpida me hizo caer en su trampa — suspira y ríe más fuerte — esa maldita bruja descarada que, con su maldita obsesión con el dinero y yo de estúpido creyendo que estaría conmigo toda en este calvario resulta que se casara, vaya que irónica es la vida — dijo aquello mientras sostenía en sus manos una invitación de boda con adornos extravagantes — sí que has capturado un pez gordo. — sonríe viendo la patética pareja en esa tarjeta Jin ZiXun y Wang LingJiao.

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