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Con una sonrisa se acerca a Wen Chao, el martillo frente a él se veía tenebroso.

Aunque ya se encontraba desgastado por el tiempo no impide que cumpla su objetivo.

WuXian mira a sus compañeros y estos entienden de inmediato, sueltan una de las manos y la ponen firmemente sobre una mesa de madera ya desgastada que, a leguas se podría decir quién golpe y se quebrara, pero la madera con la que fue hecha es bastante resistente aún después de muchos años de uso.

Cuando está a punto de llegar a su víctima lo reconsidera y para a medio camino, Wen Chao suspira creyendo que se había arrepentido, pero toma aquella otra mesa donde se encuentran todos los instrumentos de tortura.

— Mhm, creo que dejaré que tomes la decisión de con cual iniciaremos tu tortura, Así que, podrías darnos el honor.

Una cara de horror se pintó en Wen Chao, él creyó que lo dejaría ir, que iluso hasta el momento él es el único que piensa que se arrepentirá de la situación. Nadie más que WuXian espera que llegue el momento en que destroce cada parte del Wen.

Wen Chao, con nervios y miedo mira a los ojos a WuXian, pero esté lo ve fríamente.

Silencio y más silencio, no responde a lo que se le ha pedido y eso es algo que desespera a WuXian y compañía.

— Bueno, como veo que no dices nada entonces será mi decisión.

WuXian, de nuevo toma el martillo y la mano que tenía suelta es tomada de nuevo por los subordinados de WuXian.

WuXian, alzó el martillo, la altura sobrepasaba su cabeza, Wen Chao quería detenerlo, pero ya era demasiado tarde. ¡¡CRACK!!, el primer dedo fue quebrado.

Solo un grito de dolor se escuchó, pero poco le importo a WuXian, era más su enojo que cualquier mueca que hiciera.

Uno tras otro, en total le rompió los diez dedos de las manos, la tez del Wen se volvió pálida, balbuceaba ante el inmenso dolor; sus dedos goteaban sangre, gira te gota caía al piso.

El miedo recorrió el cuerpo de Wen Chao, entendía que hizo mal el no haber pagado desde un principio, pero su adicción a las mujeres, alcohol y una que otra droga corrosiva le impidieron que pagará.

Hasta que su cabeza hizo click, un joven de apariencia único y rostro sereno apareció en su memoria.

Una idea estúpida surgió en su mente, pero es la única manera de salir con vida, bueno solo si el hombre frente a él esa de acuerdo.

Alzando la vista que ya la tenía perdida, vio que el martillo se encontraba siendo alzado de nueva cuenta para volver a topar con alguna parte de su cuerpo así que con desesperación habla.

— ¡Espera, espera!

El martillo fue detenido.

— Te...te propongo un trato — habló con confianza.

WuXian no entendía de qué, pero aun así decidió escucharlo.

— Habla — demandó.

— Mira, tengo...tengo un esposo de buena apariencia y buena figura — oh, así que era eso, la sangre de WuXian hirvió — entonces que te parece si — continuaba hablando, Xue Yang y SongLan se miraron mutuamente y solo compadecieron al hombre frente a ellos — te lo entrego y me dejas ir.

Esta loco, es una completa locura, entonces si no fuera él quién lo haya capturado hubiera entregado a WangJi a otro.

— Espera un segundo.... Me estás entregando a tu esposo a cambio de tu libertad — exclama frío.

— To...totalmente — habla nervioso. Su libertad es más importante a fin de cuentas no le interesa ese tipo y menos el bastardo que tiene a fin y al cabo solo lo quería para un acostó.

WuXian se enfureció más y más con cada una de las palabras pestilentes que salían de Wen Chao.

Sí que esté tipo es un completo saber desalmado e irracional, es capaz de entregar a quien sea con tal de estar lo más cómodo posible. ¿Qué más dirá?, ¿Qué de una a él? o que.

— Y....y si no es mucha molestia — habló — po...podría ayudarme a matar a alguien.

¡Vaya que su estupidez no tiene límites!

¿Con quién crees que estas tratando?, ¿No es está tú sentencia?, Solo estás arrojando más leña al fuego.

— Mhm, se puede saber a quién — WuXian, solo necesita que mencioné su nombre y se desata de su mascará.

Quiere ver cómo pondrá su rostro al momento en que se desata de ella, quiere que vea como lo torturara hasta que el pida su propia muerte.

Más que nada, desea que su nombre salga de su sucia boca, le dará golpes, lo hará gritar de dolor, lo hará llorar hasta que suplique que lo dejen, pero no será así. Tiene planeadas varias cosas de cómo lidiar con este tipo.

— Sí, su...su nombre es Wei....Wei WuXian — bingo.

Ha dado en el clavo. Sabía que en algún momento el tipo se daría cuenta que los Wen ya solo son unos segundones, bueno los Jin les han arrebatado el segundo lugar.

Él, aunque no se jacta de su poder sabía de la arrogancia de los Wen y, con ello los destruiría.

Por culpa de ellos casi se muere su padre, los muy estúpidos destruyeron el pequeño negocio de su papá. Lo destruyeron a tal grado que duró en coma bastante tiempo. Su madre tuvo que trabajar y él, él tuvo que trabajar y estudiar.

Tener un puesto bastante alto no es fácil y menos para aquellos que vienen desde abajo, pero la ayuda y el gran apoyo de aquellos que lo indujeron al bajo mundo le ayudaron de gran forma.

El patriarca de la familia Jiang, un hombre que, a pesar de estar dentro de ello es un hombre honrado que no ataca a la deriva. Él le enseño todo lo que sabe, todo de cómo se deben de manejar estos asuntos junto a su hijo Jiang Cheng, fueron instruidos a este mundo, claro y la tapadera son los negocios.

Pero como WuXian, siempre ha tenido una mentalidad de negociante no le fue difícil crear los suficientes para poder tapar su doble vida.

Así que, dejando en alto el apellido Wei tanto en negocios legales como en turbios, aquellos que osaron pisar en el bajo mundo han perecido bajo la palma de su mano. Incluso la rama Jiang ha dejado de ser la más relevan para remplazarla con la red Wei que hasta ahora ha tendido buena fama.

SongLan y Xue Yang se miran uno al otro, al mismo tiempo ven a WuXian y esté solo ve al quién con diversión.

Con la mano sobre la máscara ríe ante la bobada del Wen, los lacayos que se encontraban a espaldas de WuXian se sorprendieron ante lo que su jefe haría y ellos de conciencia saben que, si una víctima ve su verdadero rostro significa que no verá la luz del día. Aunque ya lo suponía, pero aún es impactante ante sus ojos y más al saber que la escoria frente a ellos no vale la pena que vea en rostro de su jefe, pero es decisión de él y no se opondrían, aún tienen mucho que vivir.

— Así que — habló con burla — quieres que destruya a WuXian.

— En efecto — habló con seguridad, creyendo que Corazón de hielo lo ayudaría.

— Creo que no se va a poder.

Eso sorprendo al Wen, pero sus ganas de seguir no eran pocas.

— ¿Por qué? — pregunta un poco colérico.

— Porque el que te ayude — quita su máscara revelando un poco su cara — sería matarme a mí mismo — se descubre totalmente.

La máscara fue votada a algún lado de la habitación, total tenía muchas.

El rostro del Wen, era en total un poema.

— Y bien, ¿quieres ayuda? — se burló.

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