2

3.7K 436 58
                                    

Sale de la pequeña habitación y camina por el pequeño pasillo a el cuarto de su pequeño hijo de cinco años; observando aquel cuarto que solo contiene una cama y un pequeño ropero para las pocas prendas que tiene su hijo.

Con un poco de nostalgia se detiene en la puerta y ve al pequeño infante hecho bolita ¿razón?, el cobertor que tiene sobre su cuerpo es tan delgado y frío que el aire de la temporada de otoño se comienza a colar por el vidrio roto de ahí. Suelta un suspiro y camina a la cama

Moviendo al infante — Cariño — habla dulcemente — es hora de levantarse.

El nene suelta un suspiro y con los pequeños movimientos que le proporciona WangJi se despierta; sentándose en pose de loto se restriega sus grandes ojos.

Una sonrisa aparece en los labios de su madre, bueno padre, pero él le dice madre, así que a WangJi le parece bien y no le molesta.

— Vamos hijo, tenemos que prepararte hoy vas a ir al preescolar.

Un bostezo sale de la boca del pequeño — entiendo mami, pero ¿por qué tenemos que levantarnos tan temprano? Aún tengo sueño — hace puchero.

Lo entiendo pequeño, pero debemos hacerlo o no llegarás a la hora de entrada.

Si perder más tiempo el pequeño niño se levanta; WangJi toma el pequeño uniforme que, una de las vecinas le regaló, estando aún en buen estado.

Una sonrisa triste sale a relucir, vaya, se la pasa lamentándose la mayor parte de su tiempo, llorando porque no puede más.

— Mami, ¿Por qué lloras?

WangJi se seca rápidamente los rastros de lágrimas rebeldes que cayeron por sus ojos y sonríe — por nada cariño, vamos ven a cambiarte.

El pequeñín se acerca; entre risas y besos el pequeño es arreglado y peinado.

— Listo, vamos que tenemos que caminar bastantes cuadras.

— Sí — dijo entusiasmado.

Con pasos lentos caminan por las escaleras por su aquel tipo aún se encuentra ahí, pero no está, un suspiro sale de WangJi.

Caminan a la puerta y la abren lento, precavidos ante cualquier cosa.

Cerrando detrás de ellos la entrada, caminan por el pasillo de aquel viejo edificio. Las paredes se caen de viejas, la pintura y el cemento comienzan a caer debido a la humedad de algunas tuberías rotas.

Bajan por las escaleras, pues el elevador lleva descompuesto desde que están ahí o más tiempo atrás.

La calle ya hacía presencia ante sus ojos, los autobuses pasaban constantemente, pero no podrían permitirse el subir a uno sus bolsillos se lo niegan.

— Vamos cariño que se hace tarde — jalo un poco la mano del nene.

Las calles aún se encontraban desiertas, razón, aún es demasiado temprano para estar despierto.

WangJi toma de la mano a su pequeño niño y cruza una cuadra más, cuadra tras cuadra sostenía la manita de que pequeño niño.

Lan Yuan, el pequeño bebé de WangJi siempre está junto a él, nunca se separa cuando están fuera de casa.

El preescolar ya se veía a unos cuantos pasos; las madres de los demás niños traían consigo bolsos caros, atuendos de marca, su piel se notaba brillante, sus ojos no tenían marcas de cansancio; todo de ellas gritaba que, tenían la suficiente subsistencia económica y también contaban con un marido que no les golpeaba.

WangJi, con un poco de temor se acercó a las demás mujeres; todas y cada una de ellas veía lo veían con ojos de asco, como si de una peste se tratase. Algo que, hizo sentir un poco mal a WangJi, pero aun así camino a la puerta.

Qué más daba que él se encontrará con la ropa rasgada y vieja, su niño tiene la ropa más nueva y, contar que el preescolar donde lo inscribió tiene primaria, secundaria y preparatoria. Aunque no es nada barata, su hermano la está pagando.

XiChen sabe la situación que está pasando desde que se casó con Wen Chao; maldice cada hora, cada minuto, cada segundo en el momento en que su tío comprometió a su pequeño hermano con esa basura.

WangJi solo baja su vista; aún recuerda cuando las miradas estaban en él, pero no le importaban. Sigue siendo igual, pero no creo que para su pequeñín lo traten de la misma manera, él en carne propia ha vivido lo que es la sociedad, el maltrato.

No, no lo acepta, su pequeño estudiara y no dejará que nada le pase; pronto se defenderá de aquellos que quieran atacarlo, de lastimarlo.

Será, será todo lo contrario a él, no será blando, no aceptará todo en sumisión.

Yuan se convertirá en una persona distinta a él, bueno eso espera; tiene toda la actitud de su familia, solo reza por qué su tío no trate de llevárselo consigo y trate de "educarlo" según el crea conveniente.

No, no dejará que le haga lo mismo que a él, su hermano debido a que su padre murió cuando él estaba en universidad tuvo que separarse y no recibió de lleno la educación de QiRen, pero, WangJi no corrió con la misma suerte, lastimosamente él fue criado con la sumisión tan fuerte que no pudo hacer nada en contra de lo que su tío le impuso aquel día.

— Tienes que casarte con él, entiendes. Es por el bien de la familia de ti.

Él cómo estúpido le creyó que ingenuo.

WangJi lleva al pequeño Yuan a la puerta y este es tomado de la mano por una maestra.

— Pórtate bien cariño — habló WangJi.

— Sí — asintió con entusiasmo y dándole su pequeña manita regordeta a la maestra se despide de WangJi con su mano libre.

WangJi, por supuesto le responde de la misma manera con una sonrisa. Ve como desaparece confirme camina y la sonrisa se le borra, da la vuelta y siente como aquellas víboras lo devoran con la mirada.

Ni para disimular son buenas, que estupidez bah.

Debido a su buen oído escucha algo mientras pasaba frente a ellas.

— Ya vieron el padre de ese niño, por dios, a quien se le ocurre venir en esas fachas, yo de mi parte lo haya mandado con la empleada — hablo una de las mujeres ahí presentes.

Algo dentro del muchacho lo quería hacer regresar, pero él conocía algo llamado dignidad y orgullo así que se fue sin darles la cara.

Comentarios Bienvenidos

Bajo tu protecciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora