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WangJi entró junto a su pequeño hijo.

El hedor a bebidas alcohólicas era bastante penetrante, el aroma a cigarrillo era tan espeso que provocó que cubriera su nariz y la de su pequeño hijo.

Wen Chao junto a sus malditos amigos que, solo venían a sacar dinero e incluso a inducir al hombre en las drogas, aunque esto ya no es desconocido para WangJi.

Wen Chao, en cuanto escuchó como la puerta era abierta se levanta temblando, casi calle dos de borracho, sus ojos mostraban un enrojecimiento fatal, su rostro era un enigma para el pequeño Wen Lan Yuan.

— ¿A dónde fuiste "perra"? — le llamo a WangJi.

Él siento una persona que, carece de etiqueta y moral le valió un bledo que el pequeño niño escuchará sus estupideces.

WangJi siendo todo lo contrario manda al nene a su habitación.

WangJi observa cómo el niño sube las desgastadas escaleras y se escucha un corrido de la vieja puerta junto a el ruido de que fue cerrada.

— Fui por el niño al preescolar.

Fue lo único que dijo, no más y, aquello enfureció de tal manera a Wen Chao que lo agarra del cuello.

— No mientas estúpido, que no te tendré tolerancia.

— Suéltame, no miento — habló con dificultad ya que le obstruía la respiración.

— Dime maldita "perra", ¡¿Con quién te revolcarse?! — un miedo creció en el pecho de WangJi. Algo le decía que, tal vez hoy no sale con vida, pero, lo que más le afecta es que, su niño está en la casa.

Toda aquella situación ocurría a la vista de los "amigos" del Wen y eso solo hacía que creciera el maldito ego y valentía del tipo.

Wen Chao solo quería mostrar que tan "hombre" es, pero se sabe que es todo lo contrario.

WangJi sentía que el aire abandonaba sus pulmones, su respiración se hace un poco más errática necesita con urgencia que suelte su cuello.

Cómo si con el rostro rojo del chico el Wen con la mano empuñada le da un golpe certero en el ojo izquierdo. Por inercia este de inmediato tomó una tonalidad rojiza, no pasará mucho tiempo para que tome el tono violeta, característico de un hematoma.

Los amigos del Wen ven aquello y, no les sorprende que aquel tipo golpe al otro. Con un bostezo salen de aquella "casa" bajo la atenta mirada de WangJi.

Wen Chao, al observa que, sus compañeros de van dejándolos solos se molesta, una rabia cruza por su cuerpo, la adrenalina de golpear, masacrar a quien se ponga frente a él.

Aquellas pastillas que le han dado aquellos dos ya están haciendo efecto en su podrido cuerpo, las pupilas las tenía tan, pero tan dilatadas que solo hizo que WangJi se asustara, dándole temor que pudiera lastimarlo.

Lleva sus manos a el agarre del Wen. Tratando de librarse de aquella obstrucción de aire.

— ¿Qué tratas de hacer escoria? — hablo el Wen con una tomada escalofriante.

El cuerpo de WangJi se erizó ante la tonalidad de tipo, el miedo comenzó a invadirlo de tal manera que, comenzó a rasguñar la mano del Wen.

Chao, al ver lo que WangJi quería hacer lo aprieta más, la respiración ahora sí era en su totalidad nula.

Arrojándolo al piso haciendo que un estruendoso sonido de escuchará por todo el lugar provocando que, el pequeño se sobresalte.

— Mami — susurró el pequeño, dejando sus dibujos que han Sido dejados por su maestra.

Bajando de aquella cama un poco alta y desgastada. Con sus pequeños pasos y sus tiernas manitas camina a la puerta.

Como todo niño curioso, pega su oído a la puerta. Algunos ruidos que le han provocado escalofríos se escucharon.

Los conocía perfectamente cuáles son aquellos ruidos, son los que se escuchan cuando su padre está golpeando a su madre o a él.

Como un pequeño rayo abre la puerta con un fuerte empujón y corre escaleras abajo.

Los gritos de Wen Chao se escuchaban a más no poder, gritando maldiciones al aire.

Los gemidos de dolor de WangJi cantaron adornando los oídos de Yuan.

— Dime, perra, ¿Con quién demonios te fuiste?, Ah.

— ...

WangJi solo sostenía su estómago

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Personitas, la historia será actualizada Lunes o Martes.

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