𝒞𝒶𝓂𝒶𝓇𝒶 𝒟ℯ𝓁 𝒯𝒾ℯ𝓂𝓅ℴ | 𝐸𝑐𝑘𝑎𝑧𝑧𝑢.

sᴇɪs

||→ᴍᴇsᴇs ᴅᴇsᴘᴜᴇs←||

El quinto termino por completo, el último campeón fue Wos, con una buena batalla.
Los chicos hoy comenzaban su primer gira por el norte de Argentina, luego de ser la bomba del momento con todos sus shows sold out.
Omar y Joaquín fueron los primeros en llegar al lugar de encuentro con sus valijas, y la mamá del rubio, la emoción invadía su ser.
Por motivos personal, Bhavi no podía ir en la primera, pero en la segunda si.
Julieta, la cual últimamente estaba saliendo para todos lados con Khea, luego de sacar "Loca", que es el hit del momento, llegó media después con el recién nombrado a su lado, con sus valijas, acercándose hacia los dos primeros en llegar.
Ignacio había vuelto con su ex novia, como siempre, tienen mil y un vueltas. Su mamá, Natalia, no estaba tan segura en dejarlo ir, al fin y al cabo era su único hijo, y temía que algo le pase. Su abuela, Rosa, junto a Nacho, intentaron convencerla, insistieron tanto que al final termino aceptando. Ecko se sentía algo mal, ya que desde que termino el quinto, su vida se basó en buscar otras competiciones pero ninguna de adaptaba a él, extrañaba molestar a la pelinegra todos los domingos, ya que desde esa despedida ninguno se cruza, ni en el estudio, ni en ningún lado. Sentía algo de... ¿Celos?, Cada vez que veia alguna foto de ella e Ivo, lo cual siempre decía que era solamente su imaginación, y negaba todo. En su rostro se formo una sonrisa al ver a la morocha con su valija y manta blanca con manchones negros, ya que anteriormente ésta se había bajado de la gira por problemas con sus familiares. Se fue acercando a paso lento con su mamá a su lado, ambos nerviosos. Trataba de contener su emoción, volviendo a poner su típica cara de serio, uniéndose a la ronda con sus compañeros.
Julieta hizo una mueca, sonriendo al ver al pelinegro, sabía que todas las discusiones de los domingos iban a volver, pero iba a tratar de mantenerse alejada, evitando esas peleas estúpidas. Se sentía sin ánimos de nada, solamente dormir, y dormir... Sus últimas semanas estaban siendo una mierda, un día peor que el otro, llantos, canciones, insomnio, ojeras, entre otras cosas. Estuvo algunos días dudando en si ir o no ir. Luego de que Omar le haya insistido tanto, termino accediendo, iba a tratar de sentirse bien, y quizás también servía como distracción para no estar deprimiendose el resto de su vida.

—¿Ya están todos listos?.—hablo el productor, bajando de la combi, la cual los llevaría a todos.—Vayan guardando sus valijas en el portaequipaje, que en...—bajo la vista al reloj en su muñeca;—en treinta salimos.—palmeo el hombro del pelinegro, volviendo a subir, hablando con el chófer.

Todos asintieron, obedeciendo la petición de Omar, acomodando sus valijas en el portaequipaje con la ayuda de otro chófer.

—Nos volvemos a ver, Julietita.&Sonrió de lado, Ignacio, parándose enfrente de la pelinegra, unos pasos apartados de sus amigos;—Tengo que admitir que esto de pelearte me estaba haciendo falta.—Confeso, acompañado de un suspiro.

—Nos volvemos a encontrar, Nacho—Chasqueo su lengua, tapándose con su frazada—no digas mi nombre con ita al final, porque suena tierno, y es justo lo que no sos—hizo una mueca—la verdad, que a mí no me hiciste ni un poco de falta, es más, casi me olvidó de vos, tantos problemas que ni de mi me acordaba.—Ignacio cambio su sonrisa por un fruncido de ceño, cruzándose de brazos. No le cabía ni un poco lo sincera que era la pelinegra.

—Meh... Yo sé que igual me extrañabas, prepárate para lo que nos espera... A, ¿Y... No, nada, ignoralo.—rodó sus ojos, dándose vuelta, yendo hacia su mamá, despidiéndose de la misma. Julieta soltó una risita, ser fuerte y resistirse hacia él como Duki le había dicho, al final si funcionaba, dio algunos pasos, subiendo al vehículo, ubicandose en uno de los asientos, dejando su mochila en el asiento libre de su lado, apoyando su cabeza en le ventanilla, mirando a Ignacio con su madre.

Luego de algunos minutos, los tres que quedaban terminaron de despedirse de su familia, subiendo a la combi, en diferentes lugares.
Ignacio se sentó unos dos asientos detrás de la pelinegra, enfrentados, de vez en cuando la miraba de reojo, pensando con que boludez armar un pequeña discusión.
Joaquín se sentó detrás de Ivo, con su excusa en que estaba muy cansado, por no poder dormir en toda la noche por nervios. Apenas tocó el asiento, acomodándose y quedó palmado como una estatua.
Ivo se colocó uno de sus auriculares, ya que quería estar al tanto de todo por si se llegaba a dormir, aparte, que seguía hablando con Omar y los chóferes.
Julieta se encontraba en vídeollamada con Alejo, y su pequeño ahijado, Bruno. Eran la única familia que tenía y en la que se sentía parte en Buenos Aires, Ysy le dio una mano en todo, hasta fue una de las razones por la cual acepto hacer la gira.

—Si Alejo, cuando vuelva nos vamos a festejar por ahí.—rodo sus ojos con diversión, con la vista en el celular.

—te conviene, o te voy a llevar de los pelos.—bromeó, sonriendo de lado—¿Y vos cómo te sentís?, Digo, después de toda esa crisis que te duro semanas...

—No estoy bien al cien porciento que digamos, pero algo es algo, aún tengo ganas de seguir llorando, y tirarme a un volcán—movió sus hombros, apoyando su cabeza en la ventanilla—No es tan fácil salir de repente, son bandas de problemas.

—Si, eso lo sé, yo también la pasé, y es feo, así que te entiendo...—hizo una línea en sus labios, asintiendo.—Bueno, te dejo, tengo que ir a terminar algunas cosas, y ver si Bruno se va a dignar a ir a dormir, veni vos, porquería, despedite de tu madrina.—le extendió el celular al menor.

—Pobrecito, déjalo en paz—sonrio de lado, mirando la pantalla.

—chau madrina, que sueñes con los... ¿Como era?—preguntó, mirando a su papá—a, si, que sueñes con los diablitos, osea conmigo—solto una risita—cuidate y tráeme comida, o algo que se pueda comer.

—jamas dejar de comer vos—rió, mirándolo con ternura—Esta bien, Bru, vos dormi que mañana tenés jardín y ojo con las nenas eh, buenas noches—sonrió, cortando la llamada, soltando un suspiro.

El pelinegro que se encontraba escuchando todo, hizo una mueca, levantándose de su lugar, dirigiéndose hacia el de la pelinegra, con cuidado de sacarla de sus pensamientos, sentándose a su lado, bajando la mochila al piso;

—¿'Ta to' bien?—preguntó en un susurro, haciendo que Julieta lo mire de reojo, asintiendo levemente—¿Segura qué si?... Es que, tu cara dice otra cosa—hizo una mueca, mirando hacia adelante, sabía que en cualquier momento se iba a arrepentir por esto.

—Si, Ecko, está todo bien, solo son pensamientos y boludeces mías—chasqueo su lengua, acomodándose, mirándolo;—que raro que no viniste a discutir por boludeces-sonrio de lado.

—Juro que vine en son de paz, porque te escuché hablando con Alejo, y bueno... Típico de chusmas que intentan ayudar—solto una risita nerviosa, rascando su nuca.

—'tas peor que las viejas chusmas que hay en el piso de mi departamento—rió levemente—¿Vos todo bien?, ¿No tenés sueño?—hizo una mueca, alzando una ceja.

Sonrió de lado;—si, todo bien... Algo de sueño tengo, pero estos asientos son medio incómodos, y como ya estoy acá, te voy a usar de almohada-—a miro de reojo por algunos segundos, sacando el divisor de asientos, acomodándose, apoyando su cabeza en las piernas de Julieta.

—si, tranqui vos, no pasa na.—rodo sus ojos con una pizca de diversión—espera...—hablo, sacando su frazada, extendiéndola, tapando a ambos, bajando su asiento, llevando de reojo una de sus manos hacia el pelo de su contrarío.

—Gracias—murmuró, acomodando la cobija, cerrando sus ojos bajo su tacto.

—no es na'.—sonrió de lado, mirándolo por algunos segundos, dejando leves caricias en su pelo, volviendo a apoyar su cabeza en la ventanilla por algunos minutos, cayendo dormida.

Uno mansito valía.
G.A
31/01/21
20:45.