ᴠᴇɪɴᴛɪᴜɴᴏ.

144 10 5
                                    

《ʀᴇᴀʟᴍᴇɴᴛᴇ ᴠᴏʏ ᴀ ᴇxᴛʀᴀɴ̃ᴀʀ
ɴᴏ ᴠᴏʟᴠᴇʀ ᴀ ᴍɪʀᴀʀᴛᴇ ᴅᴏʀᴍɪᴅᴏ.》
————————

ᴜʟɪᴇᴛᴀ.

—¿Y qué onda con el Ecko?.—Preguntó Julián sentado en el sillón del estudio.

Largué un suspiro recordando que hace cuatro días no le dirigía la palabra a Ignacio, ni siquiera dormíamos juntos.—Na', ahí andamos.—me encogi de hombros, intentando demostrarle que le restaba importancia;—¿Por qué?—agregué.

—No, por nada.—nego con algo de duda. Algo que conocí rápido de Julián es que no sirve para mentir. Tosi con falsedad, haciendo que el rubio suelte un suspiro;—esta bien, si tiene porque. Pasa que desde que pelearon, Nacho esta medio triste, vive encerrado en el estudio, ni siquiera come o duerme.—Frunci mí ceño escuchándolo con atención, volvimos a lastimarnos.

—Quizas después hablé con él.—murmure, clavando mí vista en la foto de ambos que tenía de fondo de pantalla en mí teléfono, junto con las mil llamadas perdidas de Ignacio.

—¿Por qué se pelearon?.—interrogó el rubio.

—Porque Ignacio es medio pesado con sus celos, y eso conmigo no va. Me planteo una secuencia con...—Hice una pausa, recordando que Julián era el tercero en discordia;—Con Berna, que porque estábamos abrazados y boludeces así.

—Que paja que sea así.—Respondio mí compañero;—por lo que me dijeron los pibes, Nacho esta embobado con vos, dicen que lo tenés como querés, prácticamente que está enamorado de vos.—Sonrio con levedad.—¿Vos qué sentís por él?.

En mi rostro se formó una amplia sonrisa escuchando las palabras del rubio;—Con toda sinceridad, yo estoy embobada con el desde el dos mil diecisiete por ahí, ese hombre me tiene hasta las manos, y a pesar de que yo haya estado con otro, Ignacio nunca salió de mí cabeza.—largue un suspiro, para continuar;—Y ahora que volvió a aparecer mucho menos, yo creo que somos polos opuestos que giran en una misma órbita y se atraen, pero imposible juntarlos.—mi ánimo bajo, volviendo a mirar nuestra foto.—¿Sabes?, Voy a ir a hablar con Nacho, avisale a Sebas que ya grabe mí parte y que mañana vuelvo.—hable con rapidez, levantandome de mi asiento, tomando mi campera;—nos vemos ñery.—deje un beso en su mejilla, saliendo con rapidez del estudio, dejando a Julián con la palabra en la boca.

Subí a mí auto, mientras que en mí cabeza solo rondaban palabras las cuales formaban un texto para decirle a Nacho lo tanto que lo quiero, que lo necesito, que quiero estar con él el resto de mí vida, y que soy débil sin él.
Estacione el vehículo, bajando del mismo con rapidez, entrando a la cocina, encontrándome con Berna y Brian.

—¿Nacho está?, Necesito hablar con él, es importante, lo necesito, lo amo, lo quiero, no quiero que se vaya nunca de mi vida y quiero pasar lo que quede de ella a su lado.—confese, hablando con rapidez frente a los dos. En su rostro se formo una expresion de miedo, como si hubieran visto un fantasma;—¡Dale boludos, es importante, por favor, ¿Está o no?!—exclame, pero aún seguía sin tener respuestas, solo sus rostros pálidos.—Me caen tan mal los dos, lo voy a buscar yo.—suspire, dejando mí campera sobre la mesada corriendo hacia las escaleras.

—¡Ju, espera, no vayas!.—Grito Brian, ambos me estaban siguiendo. Le reste importancia y comence a subir las mismas—¡Julieta espera!.—Grito firme, ahora era Berna. Tampoco le hice caso. Corrí hacia la puerta de la habitación de Ignacio frenando frente la misma, largando un suspiro calmando mis nervios—No entres ahí, Julieta, Nacho no está, no se dónde se fue.—hablo con nervios en su voz, negando, me daban miedo.

𝒞𝒶𝓂𝒶𝓇𝒶 𝒟ℯ𝓁 𝒯𝒾ℯ𝓂𝓅ℴ | 𝐸𝑐𝑘𝑎𝑧𝑧𝑢.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora