El prisionero

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(One-shot con Din Djarin, basado en el capítulo 6 de la primera temporada de "The Mandalorian"; spoilers)

(One-shot con Din Djarin, basado en el capítulo 6 de la primera temporada de "The Mandalorian"; spoilers)

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— Mando, no me gusta esto.

— A mí tampoco, pero es lo único seguro que tenemos por ahora —él resopló bajo el casco—. No podemos pedir mucho.

— Pero, Mando, ¿no te parece extraño que justo cuando casi todos los cazarecompensas de las galaxias nos están buscando para robarnos al Niño y posiblemente matarnos también, te llame uno de tus amigos de hace años y te ofrezca un lugar para descansar y un trabajo seguro?

— Tal vez lo sea.

Yo solo bufé, bajando lentamente por el asiento, el Niño rio desde su cápsula a mi lado.

— ¿Tú que dices, niño? —pregunté, inclinándome hacia la pequeña cápsula del bebé.

Mando volteó al oír mi pregunta, esperando ver la respuesta del pequeño. El Niño nos miró a ambos y luego negó con la cabeza repetidas veces, para finalmente esconderse entre sus diminutas sábanas y cerrar su cápsula.

— Pues eso dice mucho, Mando —giré mi cabeza hacia el Mandaloriano otra vez y él solo se dio la vuelta.

— Solo estemos alerta.

— Tú mandas.

Oí reír por lo bajo al Mandaloriano, yo sonreí levemente y sentí como la Razor Crest se estacionaba por debajo de mis pies, el motor dejó de sonar y supe que era momento de salir de la nave. Me levanté de mi asiento y, con el control que tenía en el antebrazo, hice que la cápsula del pequeño me siguiera hasta la planta baja de la nave.

— ¿Modulaste la temperatura de este pequeño lugar, Mando? —le pregunté al verlo bajar por las escaleras metálicas.

Cuando Mando recibió el llamado de su dichoso amigo, al instante encendió el piloto automático y bajó a la primera planta de la Razor Crest. Yo me había quedado en la cabina de control, pero al escuchar ruidos de cosas caer al suelo, bajé.

La extraña escena me hizo mirarlo con el ceño fruncido, al sentir mi presencia, me dijo que estaba haciendo un espacio para el pequeño así que, buscando que acabara rápido, lo ayudé a colocar un par de mantas.

Mando era como un papá badass con todo el maldito mundo pero con su pequeño era el ser más inofensivo de la galaxia.

— Sí, todo está listo para que él pueda estar cómodo mientras nosotros bajamos.

— ¿Seguro que es seguro dejarlo? Es decir, puedo quedarme aquí si gustas y...

— Te necesito afuera, _________, a mi lado. Me llamaron para un trabajo y se supone que seríamos seis en un grupo, si no vas... puede que me quede sin apoyo.

Pedro Pascal | One shotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora