Ahora si. Esta es la última parte de este final alternativo que hice a pedido de ustedes.
Espero que este nuevo final les guste. Sin mas nada que agregar.
Muchas gracias ♥️
Besitos, Ceci 😚
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Alex había despertado en ese hospital, sin entender muy bien que pasaba veía la gente caminar de un lado a otro con el rostro feliz de que finalmente estaba consciente.
-¿Sabe usted como llego al hospital y porqué esta aquí? - había preguntado una enfermera mientras anotaba cosas en una carpeta.
Él no recordaba mucho de que había pasado ni donde estaba. No estaba seguro ni de cual era su nombre en ese momento. La enfermera se retiro luego de hacerle un chequeo rápido antes de la llegada del medico que lo trataba.
La puerta se abrió nuevamente a las horas dejando ver un hombre uniformado con el rostro cansado y barba de varios días sin cortar. Alex lo observo detenidamente durante todo le camino desde la puerta hacia el costado de su cama tratando de recordar de quien era ese rostro que tanta tranquilidad le transmitía. Sabia que lo conocía pero su cabeza no lograba identificar quien era.
-Nos tenias asustados- fue lo primero que ese hombre dijo luego de varios segundos de silencio.-¿Sabes quien soy?- pregunto cauteloso.
Alex lo miro nuevamente pero en detalle, contemplando cada rasgo del rostro. Una pequeña sonrisa escapo de su rostro cuando finalmente se dio cuenta de quien se trataba. Su cabeza nuevamente volvía a estar en marcha. -Hermano- dijo con dificultad Alex. Los ojos de Alec se iluminaron al escuchar a su amigo hablar y darse cuenta que sabia quien era él.
El medico tratante llego varias horas después para informarle finalmente todo su historia clínica desde que había sido ingresado en estado grave. -Su mano fue reconstruida pero quedara con limitaciones al movimiento, esperamos que con fisioterapia pueda volver a moverla.- hablaba el medico mientras lo examinaba.- Lo mas difícil fue su pierna- dijo mientras levantaba la sabana para poder observar.
Como si se tratase de una película Alex vio en cámara lenta como la sabana dejaba al descubierto su pierna y lo que quedaba de la otra. -No pudimos salvarla- dijo el medico pero Alex lo escuchaba a lo lejos. Sus ojos estaban clavados en un montón de gasa enroscada en un muñón por debajo de su rodilla.
-Yo la siento- dijo Alex con un hilo de voz.- Esta ahí, puedo sentirla.- dijo nuevamente con la voz entrecortada por el esfuerzo que esto le producía.
-Se llama síndrome del miembro fantasma.- contesto tranquilamente el medico mientras volvía a tapar la pierna.- Con prótesis volverá a caminar.- intento tranquilizar.
Emile caminaba de un lado a otro con el celular en la mano esperando esa llamada de Alec informando el estado de salud de su hijo. No podía viajar hasta donde se encontraba él ya que era una base militar de las mas seguras con los mejores médicos que el ejercito podía ofrecer.
-Señora, buenos días- saludo Alec una vez que Emile descolgó el teléfono apenas dejándolo sonar una sola vez.- Despertó.-
Alex observaba su pierna con frustración y rabia. Su vida había terminado en ese lugar donde lo torturaron y marcaron, no quería ver a nadie ni que nadie lo viese, su vida no volvería a ser la misma.
Alec se encontraba caminando por el pasillo rumbo a la habitación donde se encontraba su amigo con un café en la mano y hablando con su mujer por celular.
-¿Que paso?- dijo rápidamente colgando el teléfono mientras corría a ayudar a su amigo que se encontraba tirado en el piso a un lado de la cama.
-Me caí- dijo enojado mientras golpeaba la mano de su amigo que intentaba ayudarlo a levantarse- Puedo solo.-
Emile le conto la noticia a Clara apenas la vio ese mismo dia, ambas mujeres lloraron de la felicidad mientras se abrazaban y abrazaban al pequeño Alex que se encontraba en los brazos de su madre. Finalmente el pequeño iba a poder conocer a su padre. -¿Cuando vuelve?- habia preguntado Clara muchos minutos despues cuando finalmente logra calmar el llanto.
Volvía a su casa. Luego de tanto tiempo volvía nuevamente a su casa. Pero esta vez era diferente, su vida desde que despertó en ese hospital era diferente. La gente en el aeropuerto lo mira raro y con pena. - ¿Que mira esa gente? - pensaba para si. Aunque él ya sabía esa respuesta.
Nadie lo esperaba a la salida. Era diferente a la vez pasada que todo era felicidad. La silla de ruedas avanzó entre la gente empujada por su amigo Alec quien hace unas horas tenía una sonrisa sospechosa.
-¿Y esa sonrisa? - le había preguntado Alex. A lo que su amigo contestó que era porque volvia a ver a sus dos mujeres.
El viaje hacia la casa de su madre fue silencioso, Alec manejaba con la vista fija en la carretera con una media sonrisa en su rostro, había cumplido su promesa de traerlo nuevamente con vida.
En cambio Alex iba mirando por la ventana como recorrían los caminos que lo llevaban a su casa. Aún no había preguntado por ella, no quería saber que ya lo había olvidado, no quería saber que tenía otra pareja que la hiciera feliz.
-¿A dónde vamos? - preguntó Alex al ver que el auto se alejaba de la calle donde se encontraba la casa de su madre. Si ese no era su destino, entonces, ¿cual era?
-A casa - contestó simplemente su amigo mientras seguía manejando y su sonrisa se hacía mas grande.
Finalmente luego de varios minutos el auto se detuvo en una casa blanca con un gran jardín, él no conocía esa casa. Miró a su amigo que ya habia bajado y estaba llevándole la silla hasta su puerta.
-¿Donde estamos? - preguntó nuevamente sin obtener respuesta alguna. Solo obtuvo un movimiento de cabeza indicándole que subiera a la silla.Alec lo ayudó a llegar hasta la puerta de la casa empujando desde atrás. - Nos vemos amigo, después hablamos. - dijo él despidiéndose dejando a un Alex totalmente confundido.
Él se alejo escuchando los gritos de su amigo mientras lo insultaba y amenazaba pero sabía que era cuestión de tiempo que todo terminase.
La puerta de la casa se abrió lentamente haciendo que Alex volviera su vista hacia allí. Parecía que todo se movía en cámara lenta cuando la vio a ella. Estaba hermosa, incluso más de lo que recordaba.
-Hola - dijo ella con los ojos llenos de lágrimas. Finalmente había vuelto.
Él vio al pequeño bulto que había en sus brazos y se quedó mirándolo por unos segundos. - Él es el pequeño Alex, es nuestro hijo - dijo ella llorando mientras se lo pasaba hacia sus brazos.
Alex lo observó detenidamente mientras las lágrimas caían por su rostro finalmente entendiendo que era aquella carta que le había llegado antes de que todo pasase.
Finalmente estaba junto a su familia que nunca lo habían abandonado.
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Fin♥️Espero les guste y disfruten.
Nuevamente nunca imagine hacer esto pero aquí estamos🥰
Nada, eso.
Besos.
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Mi soldado.
Romance-Yo quiero ir contigo-decia el pequeño de tan solo seis años. -Aún eres muy pequeño Alex.-dijo su padre.-Cuida de tu madre.-Pidió. Esa fue la última vez que el pequeño Alex vio a su padre hasta el dia que llegaron y les dieron la notícia. El gen...