Por una extraña razón se encuentra pensando en esa chica que conoció en la fogata. Y por más extraño que parezca le contó a Alec en una de sus cartas.
"...amigo, conocí a una chica.
No se ni porqué te lo estoy contando porque no pasó nada. Hablamos toda la noche y a la mañana siguiente la dejé en la entrada de su casa. No la volví a ver, pero por más extraño que parezca desde ese día no la puedo quitar de mi mente. Ayer en la madrugada salí a correr como todos los días y no me preguntes como termine pasando cerca de su casa. Me siento todo un acosador..."
Alex lee varias veces la carta y antes de arrepentirse la dobla y la guarda en un sobre blanco con los datos hacia donde tiene que llegar.
A los pocos dias le lleva la respuesta de Alec. Una carta de varias hojas diciendo porque no le había contado antes. "...eres un idiota..." era la frase que mas se repetia en dicha carta.
Los amigos del pueblo llegaron a su casa invitandolo nuevamente a salir. Muy a su pesar él aceptó ir después de mucha insistencia de ellos.
-No.- fue lo primero que dijo al estar parado frente a las puertas de un bar con música fuerte y rebosante de gente.
-Sera divertido- dijeron sus amigos mientras lo empujaban.
Gente bailando arriba de la barra, besándose y metiendo mano por todos lados. Eso era todo menos divertido miraba su reloj tratando de encontrar el momento oportuno para salir de ese lugar. Sus amigos se habían ido con unas chicas y lo habían dejado atrás, la música alta lo aturdia.
Dando un último vistazo buscando a sus amigos de dirigio hacia la puerta buscando un poco de tranquilidad. El frío del exterior golpea con fuerza obligandole a ponerse el abrigo. El invierno se está haciendo notar en esa zona.
Varios metros adelante hay una chica que camina en circulos con el celular en la mano mientras decía insultos.
-No son palabras para una señorita- dice el divertido al darse cuenta quien es.
-Quien dijo que lo soy- le contesto ella con una tímida sonrisa.
Él la miro cuidadosamente viendo como ese vestido corto floreado se le ajustaba perfectamente a su cuerpo.
-Una foto dura más.- dijo ella divertida.- Sólo digo.
Él comenzó a reír y ella se le unió. Que risa hermosa tenía.
-¿Tienes frío?-preguntó él al verla abrazarse.
Sin pensarlo dos veces se sacó el abrigo y se lo puso a ella en los hombros. Ella le sonrió como agradecimiento. Hacía mucho frío.
-Sera mejor que me vaya- dijo ella luego de varios minutos de silencio.
-Te acompañó.- se ofreció.
Caminaron en silencio por varios minutos, disfrutando de la compañía y el silencio.
-Dios.- dijo ella- Estos zapatos me es tan matando-
El la observó detenidamente mientras ella se los sacaba y los sostenía en su mano.
-Sube- la dijo él poniéndose a una altura accesible para que ella subiera a su espalda.- Te vas a lastimar los pies-
Ella dudó, pero subió a su espalda.
Casi media hora caminando llegaron a la entrada de la casa de ella.
-Muchas gracias Alex- dijo ella bajando de su espalda y dándole un pequeño beso en su mejilla.
El le sonrió.
-Yo me estaba preguntando... si tú quisieras un día... si no quieres no- dijo rápidamente y sin que se le entendiera nada.-Si quiero.- le dijo ella sonriendo.- ¿Mañana en la plaza? ¿A las cuatro de la tarde?- Él volvió a sonreír y asentir con la cabeza.- Hasta mañana entonces- le dijo ella corriendo hacia su casa aún con el abrigo de él puesto.
Corrió camino a su casa con un único pensamiento en su cabeza. Se acostó en su cama sonriendo.
-Tengo una cita- dijo sintiéndose una niña pequeña.
Esa noche durmió como no lo hacía desde que había vuelto. Sin pesadillas, sin nada que pudiera interrumpir esa paz que tenía.
**Hola! Chaus besos😙**
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Mi soldado.
Romance-Yo quiero ir contigo-decia el pequeño de tan solo seis años. -Aún eres muy pequeño Alex.-dijo su padre.-Cuida de tu madre.-Pidió. Esa fue la última vez que el pequeño Alex vio a su padre hasta el dia que llegaron y les dieron la notícia. El gen...