"...Alguna vez tuviste la sensación que alguien te persigue. Que esta esperando el momento exacto para atacar. Atacarte a vos y a lo que más amas.
Amigo mio no puedo caminar por la calle sin estar pendiente de los edificios, sin observar a todos los transeúntes que pasan a mi lado. El Gobierno me esta pagando un psicólogo. Pobre iluso tiene mas problemas él que yo mismo..."Alex siguió leyendo la carta de su buen amigo Alec. En ella decia que su amada Lucy había aceptado casarse con él.
-Lucy es la chica mas hermosa del mundo- le habia dico una noche mientras patrullaban juntos por el cuartel- lo primero que haga al llegar a casa va a ser pedirle que se case conmigo.-
Alex termino de leer la carta de su buen amigo bajo la meticulosa mirada de su madre. Quien lo miraba con temor. Temor que se lo llevaran nuevamente, que se lo llevaran y nunca mas viviera a casa.
-Es de Alec.- dijo mientras volvia a giardar la carta en su sobre.
Los amigos de Alex llegaron a su casa horas después para invitarlo a una fiesta que se hacia en la playa de un pueblo cercano.
La música se escuchaba más y más fuerte a medida que se: iban acercando. La gente bailaba y tomaba cerca de una gran fogata.
En los primeros diez minutos sus amigos ya se habian perdido entre la multitud dejandolo a él solo. Atraz habia quedado el chico que salia todos los fines de semana y tomaba hasta no poder mas. Con un vaso de Coca-Cola camino por la arena alejandose del ruido.
Un ruido llamo su atención. No venia donde toda la gente continuaba bebiendo y bailando. Provenía de un lugar cercano a donde el estaba. Lentamente se acercó.
-¿Hola?- dijo él tratando de llamar la atención de quien quiera que fuera. Nuevamente el ruido se hizo mas notorio.- Hola.- volvió a decir una vez que encontró de donde provenía el ruido.
Una chica se encontraba abrazabdo sus piernas con la cabeza entre ellas. -¿quién eres?¿qué quieres? - pregunto ella.
-S...soy Alex.- dijo él.- yo...- no sabia que responder.- yo, lo siento- termino diciendo.
-Soy Clara- se presento ella mientras se limpiaba con el dorso de su mano las lagrimas.
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Mi soldado.
Romance-Yo quiero ir contigo-decia el pequeño de tan solo seis años. -Aún eres muy pequeño Alex.-dijo su padre.-Cuida de tu madre.-Pidió. Esa fue la última vez que el pequeño Alex vio a su padre hasta el dia que llegaron y les dieron la notícia. El gen...