Estuvieron hablando por lo que parecieron horas bajo la luz de la luna. Escuchando los ruidos del mar y del fogón que aún seguía. Ella era Clara. Una chica de veintitrés años cual vivia junto a su adinerado padre en una de esas lujosas casas que se encontraban a las afueras del pueblo en el que él vivia.
Las horas pasaron como segundos. Juntos vieron el amanecer. Uno al lado del otro. Ella disfrutando el momento junto a ese desconocido que le había alegrado la noche, en cambio él tratando de recordar cuando habia sido la última vez que habia hablado toda la noche con una chica y pasarla tan bien.
-Nunca me dijiste porque escapabas del fogón.- le dijo ella romiendo el silencio.
-Digamos que últimamente no puedo estar entre multitudes.- le respondio luego de varios minutos de silencio forzando una sonrisa.
-¿Y eso porque es?- le pregunto ella.
Él se queda mirando el horizonte por varios minutos y no dice nada. Todos los recuerdos de lo vivido. Quiere empezar de nuevo. Volver el tiempo atrás.
-Yo... lo siento.- dice ella incómoda.-Es algo personal. Lo siento.-
-Creo que es hora de irnos.- dijo Alex tratando de cambiar el tema de conversación y notar que la gente ya se estaba yendo del lugar.
-Creo que es hora.- dijo ella dándole la razón.
Juntos caminaron hasta donde se encontraban los autos estacionados y ninguno encontró el de sus amigos.
-Creo que nos dejaron.- dijo Alex divertido.
-Hey.- escucharon las voces de unos chicos en una camioneta.-¿Necesitan que los llevemos?-
Ambos accedieron y se subieron a la parte de atras de la camioneta. Por primera vez Alex observó detalladamente a la chica con cual había hablado toda la noche. Una chica de pelo negro como la noche, ojos igual de oscuros y una sonrisa perfecta.
El viaje transcurrió en silencio mientras Alex la miraba disimuladamente. Observó su cabello ser revuelto por el viento y su sonrisa al intentar acomodarlo.
-Muchas gracias.- dijo Clara una vez que se encontraban frente a su casa.
Alex no sabia que decir. Varios años tenia donde no hablaba con una chica. Durante su servicio con los unicos que hablaba eran sus compañeros. Todos hombres.
Él se limitó a asentir con la cabeza y murmurar y "nos vemos luego" el cual Clara apenas llego a escuchar.
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Mi soldado.
Romance-Yo quiero ir contigo-decia el pequeño de tan solo seis años. -Aún eres muy pequeño Alex.-dijo su padre.-Cuida de tu madre.-Pidió. Esa fue la última vez que el pequeño Alex vio a su padre hasta el dia que llegaron y les dieron la notícia. El gen...