Capitulo 20.

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Clara no había vuelto a hablar con él y la necesitaba.  Necesitaba que estuviera a su lado diciéndole que todo estaba bien, que era lo correcto. Emile lloraba todas las noches y se le llenaban de lágrimas los ojos durante el día cuando marcaba en el almanaque cada día que pasaba. 

Faltaban sólo dos días para volver. Ya no tenía la emoción de la primera vez.  Ya no tenía un motivo por el cual volver si lo tenía para quedarse, no podía pedirle que lo esperará tantos años. Ella merecía ser feliz.

Alec lo llamó varias veces antes de partir, el estaba enojado pero Alex sabía que eso era lo mejor. No podría personarse si algo le sucedía a él teniendo a sus dos mujeres esperando.

-Esto es lo correcto. Él haría lo mismo en mi lugar- se repetía Alex todos los días.

Vestido con su uniforme y la vieja mochila azul Alex caminaba por los grandes corredores del aeropuerto repleto de personas felices. Acomodo mejor su mochila en su hombro y siguió caminando.

Ella no iba a ir a despedirlo. Él lo sabía aunque ella nunca se lo dijo. Álex trató de apartar el dolor que eso le provocaba y con una media sonrisa se giró hacía su madre quien lloraba.

-Madre...-dijo el llamando su atención. Verla llorar siempre le había cusado un sentimiento extraño en su interior.-Ya es hora- fue todo lo que dijo cuando ella lo vio. Emile se abalanzó sobre él y lloró.  Él se dejó abrazar por largos minutos antes las tristes miradas de quienes pasaban por el lugar.-Te amo madre. El tiempo pasa rápido.-dijo esperando que así fuera.

El avión despegó una hora después de la despedida y ella finalmente no apareció.  Muy en el fondo él quería que ella apareciera gritando su nombre y lo besara pero esas cosas sólo pasan en las películas. Mirando atento por la pequeña ventana del avión intentó distraerse y dejar de pensar en ella.

-Maldición, como te voy a extrañar.-pensó. 

Cinco años pasan rápido.  se repetía una y otra vez mientras se alejaba nuevamente de su famila, amigos y de la mujer que tenía su corazón.

Clara llego minutos después de que el avión despegará. Lo vio alejarse de la pista pero ya era demasiado tarde.

-Espero hasta el último segundo a que aparecieras- dijo Emile apareciendo detrás de ella. 

Clara lloro por varios minutos con las rodillas en el suelo.

-Cinco años pasan rápido.- dijo entre llantos

Mi soldado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora