Las pesadillas de Alex cada vez eran menos frecuentes pero con mayor intensidad. Ya no sólo despertaba sobresaltado sino que despertaba gritando. Varias noches por miedo se había quedado despierto mirando hacia la profunda oscuridad de su habitación deseando que todo pasará y volviera a ser como antes.
"...Amigo mio, varios días sin dormir. No se que hacer, no puedo volver a adaptarme a esta vida tranquila y monótona que solía tener. Me estoy volviendo loco y estoy arrastrando a mi amada madre conmigo. Ella se preocupa pero no se que hacer.
El único día que no tuve pesadillas y pude dormir como hace muchos años no hago fue cuando ella aceptó salir conmigo. Fue algo que no he sentido en mucho tiempo, una mezcla de sentimientos que aún no se si puedo explicarlo.
El día de la cita llegue casi una hora antes al lugar acordado, no podía aguantar la ansiedad. Tenías que ver a mi madre cuando le pedí prestado el auto y le dije que salía con una chica. Casi me sacó corriendo de la casa para llegar temprano..."
Alex le contó a Alec todo lo ocurrido ese día mediante la carta. A los pocos días le llegó su respuesta. "...Quiero conocerla..." Alex río al ver esa única frase en la inmensa hoja de papel.
-¿No podías llamarme para decir eso?- dijo hablandole a la hoja como si Alec lo escuchara.
El timbre de la casa suena alertando a Alex. Emile no se encuentra y él no espera visitas. Lentamente se acerca a la puerta cuando escucha que alguien grita.
-Mueve tú culo princesita. Se que estas ahí.-
Sólo una persona lo llamaba de esa forma y no terminar con un puño en su rostro. Alex abrió la puerta con una gran sonrisa en su rostro, una sonrisa verdadera.
-¡Amigo!- dijo él alegre.
Ante él estaba su buen amigo, su hermano Alec. El dúo dinámico (como los llamaban cada vez que estaban juntos) volvía a juntarse.
Ante Alex se encontraba ese chico de pelo negro y tez bronceada que supo salvarle el culo varias veces.
-¿Que haces acá? -pregunta Alex aún sonriendo.
-Lucy tiene fin de semana de chicas con su madre- dijo haciendo una mueca al mencionar a su futura suegra.-Además... yo tengo una cuñada que conocer- está vez habló con humor subiendo y bajando sus cejas.
Alex simplemente sonrió y dejó que el entrase.
Emile volvió varias horas después a su casa encontrándose con varias botellas de cerveza abiertas en la cocina y risas que provenían de la habitación de Alex. Sonrió ya que desde su llegada no lo había escuchado reír como acostumbraba.
-¡¡Gane!!- escucho una voz que solamente conocia por medio de un teléfono. -¡Te gane! ¡En tu cara!- siguió gritando. Ella sabía que se trataba de Alec varias veces habían hablado durante las llamadas que hacía Alex a su casa.-Oh! Ehh... Hola señora- saludo Alec cuando noto la precensia de Emile.-¿Como ha estado?- pregunta él nervioso.
Emile sonríe al verlos juntos y lo saluda afectuosamente. Lo conoce tanto por medio de las historias que Álex le contaba que parece un hijo más. El resto de la tarde paso entre risas y anécdotas divertidas de ellos dos durante los dias de servicio militar.
-Nadie te prepara para lo que se ve en esos lugares -dice Alec bajo la meticulosa mirada de Emile y el completo silencio de Alex.-Pero una vez que estas ahí se convierte en tu día a dia.-
Holis espero les guste.
Con amor Ceci!!

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Mi soldado.
Romance-Yo quiero ir contigo-decia el pequeño de tan solo seis años. -Aún eres muy pequeño Alex.-dijo su padre.-Cuida de tu madre.-Pidió. Esa fue la última vez que el pequeño Alex vio a su padre hasta el dia que llegaron y les dieron la notícia. El gen...