Capítulo 22

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Dos meses habian pasado desde que él se habia ido en ese avión. Desde que se habia alejado de las mujeres de su vida, Emily le escribía cada quince días (que era cuando el correo llegaba) preocupada por el bienestar de su hijo, en cambio Clara no le habia mandado nada, ni siquiera una postal.

Necesitaba saber como estaba ella.

-¡Mcfly correo!-

A sus manos llego un sobre blanco, con su nombre escrito prolijamente tinta negra.

Era la carta que tanto estuvo esperando. Sus manos temblaban y le sudaban de los nervios.

"…No se como comenzar esta carta. Hay tanto que necesito contarte. Aquel día llegué al aeropuerto, llegue pero ya era tarde. Ya te habías ido..."

-Mcfly en diez minutos salimos- escuchó a alguien gritarle desde la puerta de las habitaciones.

La carta seguía e incluía una foto en blanco y negro pero él ya no pudo seguir leyendo. Era el encargado de dirigir una caravana hacía uno de los poblados más cercanos que había sido tomado por los rebeldes.

Dobló la carta de ella y se la guardó en uno de los bolsillos del uniforme. Apenas tuviera tiempo la leería completamente.

El camino estaba tranquilo tanto que por la radio empezaron a imaginar y comentar que harían cuando volvieran al campamento.

Alex tanteo su bolsillo para sacar nuevamente la carta de ella, pero en su interior le decía que estuviera atento. Todo estaba demasiado tranquilo y no era normal.

El poblado estaba vacío. No había nadie en las calles.

-Estén muy atentos- dijo apenas bajaron de los camiones. Algo no iba bien.

No se escuchaba nada, solo el caminar de los soldados.

-Silencio- grito el General Mcfly mirando em todas direcciones necesitaba que sus hombres estuvieran a salvo. -Es una emboscada.- dijo tratando de que todos se pusieran a salvo.

Pero ya era demasiado tarde. Los disparos empezaron a llegar en todas las direcciones hiriendo a sus hombres.

Una bala lo alcanzó tirándolo al suelo gritando de dolor. Y con esa llegaron varias más. Su cuerpo no respondía mientras veía como sus hombres iban cayendo uno a uno.

Su mirada se volvia negra, su cabeza solo podía pensar en ella. Ya no supo mas nada cuando su cuerpo dejo de responder, solamen el silencio y mas tarde sintió como era arrastrado por el suelo.

Mi soldado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora