Mi soldado.

Capítulo 10-

Álex permaneció en silencio observando al hombre frente a él sin dar crédito a lo que este le decía. Su padre había entregado si vida para salvar uno de sus hombres.

Jorge era -el nombre del padre de Clara- el hombre que estaba parado frente a él contándole como había sucedido ese dia en que le arrebataron a su padre.

-Tu padre es un héroe- dijo una vez que terminó se contarle como había sucedido.- Greg fue mi general y mi mejor amigo durante esos dias. Siempre voy a estar en deuda con él.-

Álex seguía sin decir nada tratando de procesar todo. Su padre no había muerto en vano. Con una media sonrisa se despidió de Jorge y se marchó en el auto de su madre.  El único ruido que se escuchaba era el andar del auto sobre la carretera de asfalto, Álex agarró el camino mas largo para llegar a casa.

Al llegar su madre estaba en la cocina aprontando si desayuno como todas las mañanas. Ella lo vio caminar por las escaleras con la cabeza gacha.

-Álex- llamo ella pero él no contesto. Siguió su camino runbo a su habitación.

Se acostó en su cama pensando en todo lo que sé había enterado.  Su padre había sacrificado su vida por su amigo.  Él sabia muy bien como era ese sentimiento ya que varias veces había salvado el culo de su amigo al igual que Alec a él. 

Despertó sobresaltado, sudando escuchando a su amigo gritar su nombre.

-Álex,  Álex- gritaba su amigo. Él abre los ojos encontrándose con su amigo preocupado- ¿qué sucede?- pregunta.

-Una pesadilla.- le responde sin animo.

Esa noche los amigos se  despidieron con la promesa de volverse a ver pronto. Alec volvía a cada junto a su amada mientras qie Alex de quedaba nuevamente sólo sin quien entendiera directamente lo que le pasaba. Manejó el auto de su madre sin rumbo porlas oscuras calles por varios minutos.  Con la ventana del auto baja disfrutando  del aire helado que entraba por esta  escuchando el ruido del auto en el asfalto.

Se encontró manejando por la calle que lo llevaba a la casa de ella y se le ocurrió una idea. Dejando de lado el lío en su cabeza manejó hasta la casa.

La casa parecia aún mas majestuosa en la noche iluminada por los faroles del camino de piedra e iluminada por la luna llena que brillaba en el oscuro cielo. 

El timbre resono en la profundidad de la casa, luego de varios minutos de nerviosismo escuchó alguien correr dentro. Ella vestía un lindo pijama rosado, su pelo en una coleta alta y sus pies pisando el frío piso.

-Eh... hola- dijo nervioso él.

-Mierda- dijo ella sorprendida volviendo a cerrar la puerta. El quiso reir pero trató de aguantarse. -¿Que estas haciendo?- preguntó ella.

-Yo...-dijo nervioso, las manos le empezaban a sudar.- Yo quería invitarte a cenar.- dijo finalmente.

La puerta se volvió a abrir y ella sacó su cabeza.-¿A cenar?- preguntó.  Él asintió con su cabeza y ella pareció pensárselo.

Álex supo si respuesta cuando ella salió corriendo tratando que el no la vea mientras gritaba que enseguida estaba pronta y que se adentrara a la casa.

-¡Clara!- llamaba alguien.-¡Clara! ¿Quién era?-

-Señor.- sañudo firme Álex.-Vine a invitar a su hija a cenar- dijo viendo la sorpresa en el rostro de Jorge.

-¿Sólo a cenar?-pregunto

-Si señor.- 

Varios minutos después ella bajo unas escaleras que Alex no había visto anteriormente usando un vestido sencillo pero si en ella quedaba perfecto.

Clara vio a su padre apoyado en el bastón parado al lado de Alex y sonrió.

-Estas muy bella- dijo Alex cuando ella se detuvo frente a él.

Clara no pudo aguantar la risa cuando Alex puso una leve cara de dolor y miro su pie izquierdo. 

-Ojo soldado, esta bella joven es mi hija- dijo volviendo a poner el bastón en su lugar.

**Espero les guste. Mi idea es no demorar tanto en subir pero por problemas familiares y la uni  no logre hacerlo antes.. Besos Ceci😙**