Capítulo 2.1

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Destrucción Absoluta

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    - "... Así que, por favor, de tener información que lleve a la captura de Ishiki Kōrihi, principal sospechoso de múltiples agresiones a Niveles 0 y de un intento de homicidio en contra del personal de Judgment, avisar a cualquier autoridad." -leyó Yukiko en voz alta.

    Dos horas habían pasado desde que aquellas chicas de Judgment evacuaran la Academia Kurumizawa tras el súbito terremoto. En todas las pantallas de Ciudad Academia había aparecido aquel mensaje, acompañado de una fotografía de Ishiki.

    Si bien Yukiko y Maruo estaban atónitos por ver a su mejor amigo convertirse en un criminal, nadie estaba más impresionado y dolido que su profesora, Kuroe. Al enterarse de quién era el que había intentado asesinar a las autoridades que lo acorralaron, sin importarle en lo más mínimo el daño colateral que causaría al edificio escolar y a quienes estaban dentro, su corazón se quebró.

    Kuroe simplemente les había dicho "La clase finalizó. Vayan a casa, y tengan cuidado", antes de retirarse sin decir una palabra más.

    - ¿Por qué crees que Ishiki decidió llegar tan lejos contra Judgment...? -inquirió Maruo, caminando al lado de su amiga-. No. ¿Por qué crees siquiera que era buscado en un primer lugar?

    - No estoy segura... Sé que constantemente tenía algunos golpes, pero jamás creí que fueran por peleas iniciadas por él.

    Aunque era mediodía en pleno verano y el sol daba directamente sobre las calles atestadas de estudiantes, Yukiko y Maruo no sentían calor alguno. El dolor que sentían, sumado al temor de quizás jamás volver a ver a su amigo, helaba sus corazones.

    "¿Por qué atacaría a Niveles 0?", se preguntó Maruo. Temía formular su cuestionamiento en voz alta, ya que no sabía cómo se tomaría Yukiko el hecho de que alguien tan importante para ella atacaba justamente a quienes eran sus semejantes.

    - ¿Sabes? No creo que él haya atacado a esos Niveles 0 sólo por hacerlo... -dijo Yukiko, como si hubiese podido leer la mente de su compañero y responder la pregunta que éste temía decir-. Digo, él no es así, ¿no? Jamás atacaría a alguien sin motivo, ¿no?

    - Bueno, en eso concuerdo... Aunque todo esto sólo deja más preguntas que respuestas.

    "Ishiki, ¡eres un idiota! Deberías haber confiado en nosotros...", pensó Maruo, apretando los puños. Se sentía dolido. No porque su amigo fuera un criminal, sino porque estaba seguro que tenía un motivo para haber cometido esos crímenes, algo de fuerza mayor, y que ellos podrían haberle ayudado si tan sólo hubiera confiado en ellos.

    - Creo que deberíamos buscarlo -propuso Yukiko-. ¡Tenemos que hallarlo y hacer que nos explique por qu--! ¡Ay!

    Yukiko cayó hacia atrás. Había tropezado con alguien que justo estaba saliendo de una pastelería cerca de la acera por la cual estaban caminando.

    - ¡¿Es que acaso estás ciega, idiota?! -gritó la chica contra la que Yukiko había tropezado.

    Tenía el cabello rubio, atado en dos elegantes coletas a ambos lados de la cabeza. Sus ojos, de un púrpura oscuro, miraban a Yukiko de manera despectiva. Su uniforme, pulcro y perfectamente planchado, estaba compuesto por una falda tableada de color gris oscuro, una camisa de manga corta blanca, y un elegante chaleco de lana de color marrón claro, con un pequeño escudo rojo cosido al lado izquierdo del pecho.

    Era el uniforme de una de las escuelas más prestigiosas de Ciudad Academia, reservada únicamente para chicas con poderes de Nivel 3 o superior. La legendaria escuela a la cual asistían no una, sino dos de los siete Niveles 5, el nivel máximo al cual podía aspirar un estudiante.

    Era el uniforme de la Escuela Media Tokiwadai.

    - Vaya, vaya. ¿A quién tenemos aquí? -dijo la chica, sonriendo con sorna y mirando con detenimiento a Yukiko-. ¿Acaso no eres esa vulgar Nivel 0 que afirma ser orgullosa de serlo?

    Las chicas que la acompañaban comenzaron a reír, también mirando a Yukiko con desprecio.

    - Veo que no has cambiado nada, Misuzu -dijo Yukiko, levantándose y sacudiéndose la tierra de la falda-. Sigues siendo tan engreída como hace años.

    Himari Misuzu y Yukiko se conocían desde primaria. Incluso en aquella época, Himari había demostrado ser una persona arrogante, únicamente por haber desarrollado poderes más rápido que otros niños. Tenía especial desprecio por los Niveles 0, principalmente aquellos que no habían obtenido ningún poder con el pasar de los años.

    - ¿Oh? ¿Acaso no te han enseñado modales? -dijo Himari, levantando su mirada hasta encontrarse con la de Yukiko, que era una cabeza más alta que ella-. Los sirvientes de Nivel 0 deben llamar a la aristocracia utilizando un "sama". Vamos, dilo, "Misuzu-sama, discúlpeme por ser una pobre tonta y haber tropezado con usted".

    Yukiko apretó los puños. Tenía el rostro rojo de ira, y le habría propinado un puñetazo a Himari si Maruo no se hubiera interpuesto entre ambas.

    - Discúlpate -dijo, fulminando a Himari con la mirada. Era tan alto que la chica apenas le llegaba al pecho.

    - Vaya, así que también trajiste al delincuente como tu guardaespaldas. No sabía que tenías tanto dinero, Yukiko-chan. ¿O será que comenzaste a pagarle con otra cosa?

    Tanto Himari como sus amigas comenzaron a reír, con tanta fuerza y tan poca elegancia que varios transeúntes las observaban mientras aceleraban un poco el paso.

    Entonces, la chica salió despedida hacia atrás, chocando con el grupo de sus amigas. Las cuatro chicas cayeron al suelo, preguntándose qué fue lo que hizo saltar por los aires a su compañera.

    Himari fue la primera en incorporarse. Tenía una marca circular en el abdomen de su chaleco, justo donde Maruo había aplicado su habilidad para eyectarla hacia sus amigas.

    - ¿¡Cómo te atreves!? ¡Golpear a una chica y encima de Tokiwadai! -gritó Himari, dejando de lado su altanería y sorna.

    - Discúlpate con Yukiko -repitió Maruo-. Podrá ser una Nivel 0, pero sin duda es mucho mejor persona que tú, "Ricitos de Oro".

    La chica se ruborizó ante el apodo. Algunas de sus amigas intentaban contener la risa, pues no esperaban aquella réplica por parte del chico.

    - ¿Así que un vulgar Nivel 2 y una corriente Nivel 0 se niegan a arrodillarse ante una Usuaria de Habilidades de rango superior? ¡Ja! Les mostraré lo que pasa cuando la servidumbre se rebela contra sus amos.

    Los ojos de la chica comenzaron a brillar. Estaba a punto de lanzarse sobre el dúo de amigos cuando otra persona se interpuso entre ellos.

    - Basta, Misuzu-san -dijo otra voz femenina.

    Una chica, portando el mismo uniforme que Himari, la observaba con furia. Tenía el cabello corto, de color marrón claro. Una chispa de color azul claro hizo retroceder al grupo de chicas, asustadas.

Toaru Kagaku no Magician; Volumen 01Donde viven las historias. Descúbrelo ahora