Era más de medio día, el sol iluminaba por completo cada rincón de la aldea, el calor comenzaba a ser insoportable entre las sabanas, tanto que comenzaba a picar. Los ojos de cada uno comenzaban abrirse, dejando en claro que todo lo que pasaron en el palacio no fue solo un sueño. La verdad sobre su parentesco con aquel lugar desconocida, les callo nuevamente como un balde de agua.
Cada uno decidió colocarse otra muda de ropa, sus antiguas prendas estaban llenas de tierra, además de que estaban muy arrugadas.
Entre los pasillos, todos se reencontraron, sin decir nada comenzaron a caminar por los mismos pasillos por los que recién pasaron el día anterior, no querían arriesgarse a perderse entre una de las habitaciones.
Cuando recién llegaron a lo que parecía ser la sala de estar. A comparación del día anterior, esta parecía estar más limpia y ordenada. Sin duda eso era obra de sus padres.
-que bien ya despertaron, los estábamos esperando. -dijo Ching detrás de todos.
Con algo de duda, decidieron seguir a la mujer. Al parecer los había llevado a lo que parece ser el comedor, que era aproximadamente para unas 22 personas.
Todos decidieron sentarse en una de las sillas del lugar, a la espera de que les pasaran un plato de comida.
Sin duda todo estaba en un silencio completamente incomodo, ninguno quería decir nada, el resto de los adultos se habían enterado de lo que sucedió la noche anterior en la habitación de Pucca. Ya era tiempo de que en verdad supieran la verdad, el único problema era que ninguno sabia como, y lo que más temían eran las reacciones que tendrían al enterarse de la verdad.
Antes de que todos terminaran de comer, Ryo le dio una señal a Kenji de que le ayudara en cerrar todas las puertas. El resto solo se dispuso a dejar sus platos a un lado, si en verdad iban hacerlo, tenían que poner total atención.
-¿ahora qué? -pregunto Nahori al ver lo que su padre y tío estaban haciendo.
-tenemos mucho que hablar con ustedes. -dijo Mei, no solo refiriéndose a sus hijos, si no a todos.
-¿es sobre el clan Sanada o lo qué esta pasando en el imperio? -hablo esta vez Kiyoshi. Ocasionando que a más de uno le sorprendiera tal interrogante. ¿Qué tenia que ver el clan Sanada en eso?
-ambos. -dijo Tobe de una forma completamente seria.
Sin tener que esperar más, Yamato fue él primero en cuestionar los adultos. -¿por qué atacaron al imperio?
-no lo sabemos, -dijo Abyo respondiendo a su hijo. -no sabemos que es lo que en verdad quieren, pero suponemos que debe ser la corona.
-es algo probable, la manera en que atacaron, y su forma desesperada de querer atrapar a Sia, es casi un hecho. -dijo Ryo mientras señalaba lo que vio antes de escapar.
-¿l-la corona? -dijo Lixue casi temblando.
-es lo más probable. -dijo Sia. -lo mismo paso cuando yo fui coronada.
-es un golpe de estado, ¿qué piensan hacer? -dijo Hiroshi analizando las cosas.
-ahora solo hay que esperar. Garu planeo bien las cosas, los demás clanes ya fueron informados, todo el imperio ya debe estar enterado de lo que pasa. -dijo Hanan, esta vez.
Sin duda, la curiosidad no falto en los rostros de cada uno. Así que sin más decidieron continuar con la explicación. Se les fue mencionada el verdadero deber de los samuráis en el palacio, la tarea que se les fue asignada a cada uno por parte de Garu un día entes de lo ocurrido; informar a cada clan y ciudad, con toda la información y posibles conclusiones que esto puede llegar a tener, más la ubicación exacta en la que todos se reunirán para poder darles un alto a los invasores.
-¿y que hay del clan? -dijo Lixue, haciendo memoria de lo que descubrió la anterior noche. -¿todos somos parte, del clan Sanada? -al parecer su voz comenzaba a ser cada vez gruesa, como si le costara hablar.
Ninguno dejo pasar aquella pregunta, con miedo, impresión y asombro en sus ojos, todos miraron a sus padres en busca de alguna respuesta. ¿a qué se refería? ¿Cuántos formaban parte de esa mentira? ¿por qué lo ocultaron?
-no todos lo son. -hablo Ryo, no quería que Pucca y Yoana tuvieran que pasar por esta confesión solas, sabia que sus dos amigos hubieran querido que no se las dejase solas. -Garu, Gura, Aika, Mei, Kenji y yo, somos parte de el. Por lo tanto ustedes, nuestros hijos lo son también.
-¿cómo? no entiendo. -pregunto esta vez Nahori. -se supone que somos Takeda, todos tenemos ese apellido.
-¿qué? somos parte, del clan Sanada. ¿el mismo que dijo la Sr. Sara? -dijo Hotaru a su padre.
-¿qué paso con la aldea? -pregunto Serena de igual manera. -¿qué le paso al clan?
-desapareció. -hablo esta vez Sara. -él clan Sanada siempre ha sido ambicioso, siempre ha querido más. Por eso, hubo pocos que se animaron a enfrentarlo, haciéndolos recapacitar y volviéndolos como ellos.
-¿ambicioso? ¿a que se refiere? -pregunto Kiyoshi a su abuela.
-tendremos que contarles todo. -dijo esta vez Yoana a todos sus amigos.
Aún con su miedo, todos decidieron tomar valor para poder contarles a sus hijos.
Se les fue contado la ambición que permaneció por generaciones, la rivalidad que existía con el clan Takeda. El tratado de paz, que fue acordada y quebrantada por los mismos clanes. La corta vida que paso Garu en aquella aldea, debido a los intensos entrenamientos y el tipo de vida que pasaba con su familia, después de haber rebelado que él el heredero elegido por Isao. Las aventuras que pasaron en Sooga mientras él vivía y fingía total tranquilidad. Contaron la clase de vida que paso tras tener que volver, el miedo que tenia, los entrenamientos que pasaba, sus clases, castigos y chantajes. Lo que más les causo impresión en todos, fue el enterarse que Takeshi cayo por un tiempo en la locura, golpeando a Sara y a Gura, peleo contra Pucca con tal de que dejara en paz a Garu e incluso que estuvo a punto de ahorcarlo, justo cuando revelo que renunciaba a sus derechos. No tenían idea de la clase de vida que habían pasado sus padres, por lo regular siempre evitaban el tema o contaban únicamente solo sus mejores recuerdos. Y lo peor era que ellos tenían un lazo que los unia con esas personas.
-no. mi abuelo no es así. -comenzó hablar Nahori después de tener que escuchar la historia. -él, nunca a sido así.
-él cambio, justo cuando se entero que ustedes habían nacido. -revelo Sara a su nieta.
-nunca esperamos que lo hiciera. -dijo Aika. -pero en cuanto nos volvimos a encontrar parecía que hablaba en serio.
-él solo quería forzar un lazo con ustedes.
-¿por qué nunca lo dijeron? -pregunto aún irritado Hiroshi.
-era algo que nadie quería recordar. -dijo Hanan, tratando de ayudar a sus amigos. -además, siempre temíamos que todos los miraran diferente.
-no queríamos que vieran de una forma distinta su abuelo. -dijo Yoana de lo más sincera. -en cuanto lo vieron, brincaron de alegría al saber que tenían otro abuelo. -dijo haciendo memoria.
-además ninguno estaba listo para decirlo. -dijo Pucca apoyando a su hermana. -todos pasamos por mucho mientras que el clan aún existía, y creímos que les afectaría saber, de que clase de clan pertenecen.
Ninguno dijo nada, en eso sin duda no se equivocaba; se sentían molestos al saber que les estaban mintiendo, pero muy en el fondo se sentían mal, al saber a que clase de clan pertenecían. Y más al enterarse que aquel hombre que admiraban con tanto orgullo, haya cometido tantas atrocidades con sus padres.
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[PAUSADA] Ahora Me Toca A Mí... [Garucca]
Fiksi PenggemarCuando todo iba para mejor, las cosas se vienen abajo. Se propagó la noticia que la siguiente heredera al trono, sería la primera nieta de la emperatriz y una hija de clanes, dos de los mejores. Siendo ella un buen objetivo para una recompensa. Tal...