Cap~10.

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Maratón: 6/7.

Aún con todo ese ruido, no paraban de correr. Entre los pasillos se encontraron con algunos de los hombres que atacaban al palacio, al parecer traían ropas y protectores grises. Todos traían puestos máscaras que les cubrían la mitad de sus rostros.

Después de perder de vista a sus padres, los más jóvenes comenzaron a correr junto a sus madres.
Solo Lixue y Kiyoshi eran los únicos que sabían que se dirigían al sótano, solo que la presión no los dejaba analizar bien las cosas.

Para cuando llegaron a estar fuera de la puerta, Gura fue quien se aseguró de no encontrar a nadie en las escaleras.

-rapido entren. -dijo Gura a cada uno. Él junto a Kenji y Abyo esperaron a que cada uno entrara, asegurándose de que nadie los viera entrar.

Primero tenían que bajar por las escaleras. Por la falta de luz y los nervios que cada uno tenía, les era difícil de continuar, tenian que bajar con cuidado tomando el barandal que tenía rastros de polvo, para evitar algún accidente, debido a la sensación temblorosa de sus piernas.

Bajaron hasta estar frente a una segunda puerta, el primero en entrar fue Abyo, asegurándose de que nadie estuviera adentro.
A tan solo unos segundos, les indicó a cada uno que entrara.

Dentro, había un par de antorchas al costado del marco de ma puerta, con sus armas, crearon chispas para poder ensenderlas y pudieran tener algo de luz.

-ahora, ¿a dónde? -dijo Gura a su mujer, que recién ubo luz, comenzó a buscar el camino.

-por aquí. -indico el camino, y tras de ella llevaba a su hija.

Aquella esquina estaba llena de cajas de distintos tamaños, todas rodeando a una solo puerta.
Tuvieron que despejar el camino, ya que al parecer una gran cantidad de cajas que estaban tiradas, impedían el paso.

-tío -dijo Hotaru, haciendo que todos le presten atención. -¿qué esta pasando?

No sabían como responder a eso, por más que trataran de ayudar a su amigo con el peso que le daba la pregunta de su sobrino, ninguno sabía como responder, siendo aún pero cuando sus propios hijos los miraban a ellos.
Fue así, hasta que Mei se arrodilló y atrajo a sus dos hijos frente a ella para que me prestaran atención.

-esos tipos, están atacando el palacio, -para todos les fue sorprendente la forma calmada en la que lo dijo. Hizo que los demás jóvenes le prestaran atención. -nosotros tenemos que irnos antes de que nos encuentren.

-¿a donde vamos? -dijo la pequeña Nahori a sus padres.

-iremos a Sanada. -dijo la mayor de todos. -una antigua aldea escondida entre un bosque. -dijo Sara, con un poco de esfuerzo en su voz.

-¿dónde esta eso? -volvio a preguntar la pequeña.

-esta un poco lejos, pero si nos vamos ahora llegaremos más rápido. -respondio su madre.

Sanada.

Por un momento ese nombre retumbó como eco en la mente de Lixue. No recordaba de dónde lo escuchó, pero lo más probable es que fuera de uno de los libros de historia de la biblioteca.

/Por otro lado/

La pelea está muy intensa, los invasores no dejaban de llegar de ambos lados.
Los cuatro no dejaban de rezar por que sus esposas e hijos llegaran bien.

-a este paso, no llegaremos a nada. -dijo Ryo, derrumbando a un hombre dejándolo sin vida.

-estos tipos no dejan de llegar. -dijo Tobe quejándose.

Detrás de ellos vieron como Garu ayudaba a Takeshi con deshacerse de otros tres tipos.

-debemos movernos, a este paso nos rodearán fácilmente. -dijo Takeshi tomando algo de aire. -debemos reunirnos con el resto. -dijo haciendo que los demás estuvieran de acuerdo.

A lo lejos, escucharon que nuevamente venía otro grupo a su dirección.
Solo guardaron sus armas en sus fundas y comenzaron a correr por los pasillos.

/De nuevo en el sótano/

Todos estaban ya al otro lado de la puerta; su interior, parecía ser un largo pasillo hecho de adobe, y el piso de tierra fina.
Todos estaban en un total silencio, tratando de hacer que la luz del fuego no llegara a la orilla de la puerta, al igual que mantenían a los más jóvenes muy en el fondo de aquél pasillo, mientras que el reto prestaba atención a la puerta.

Del otro lado, provenían fuertes ruidas de azotes, golpes, metal, pisadas. Todo tipo de ruido.

-¿entraron? -pregunto al vacío Pucca.

-no, están arriba. -dijo Abyo a su amiga.

El ruido comenzó hacerse menos. Lo más probable es que se estén alejando.

Debían hacer algo rápido, lo más probable es que eaten buscando a la nieta de Sia.

-tengo un plan. -dijo Gura llamando la atención de todos. -vallanse, yo iré a buscarlos. Los alcanzaremos más adelante.

-¿estas loco? -dijo Aika a su hermano.

-no tenemos, opción, lo más probable es que la estén buscando. -dijo alterando aún más los nervios de Pucca.

-vamos contigo. -propuso Kenji a su amigo.

-no, iré solo. -ante eso Yoana estuvo por reclaman, solo qu él se le adelantó. -conosco el palacio, tomaré un par de atajos y los encontraré, ustedes vallan con ellas, por si algo sucede. Nos encontraremos después.

Aún con reproches, cedieron a la propuesta que dio Gura.
Sara fue la primera en acercarse a él, despidiendo lo y pidiéndole que tuviera cuidado. Aika fue la siguiente, pidiéndole lo mismo, más aún que los trajera a salvo.
Por último fue Yoana y su hija Serena, quien no podía dejar de pedirle a su padre que se quedara con ella.

-escucha cariño, debo ir, te prometo que nos veremos de nuevo, ¿de acuerdo? -dijo con un poco de esfuerzo, no quería llorar frente a su hija, sin más le dio un beso en la frente. -cuidense mucho. -dijo dándole un beso a Yoana.

-vuelme a mi. -dijo Yoana en un ligero susurro a su marido.

Con paso nervioso e inseguro, camino hasta la puerta, donde lo esperaban Kenji y Abyo, que aseguraban que hubiera nadie en el sótano.

-ve, con cuidado amigo. -dijeron ambos, antes de que Gura saliera.

[PAUSADA] Ahora Me Toca A Mí... [Garucca] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora