Cap~5.

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Maratón: 1/7

Ya habían pasado cerca de 5 días, desde que los amigos de Pucca y Garu habían llegado al palacio.

Takeda fue informada, y se le suplanto a Garu con el patriarcado. Siendo Isao quien a retomando su puesto por un plazo temporal.

En el palacio las cosas seguían igual.
Aún no había señales de otro ataque, en si, ya era algo extraño, más por que los hombres que envió Sia no habían llegado, ni enviado alguna información.

La desesperación, al parecer no hiba a tardar en hacerse presente en ellos, haciendo que sus hijos lo notaran y buscaran alguna explicación.
Siempre lo ocultaban mintiendo, al decir que era debido a las preparaciones de la coronación de Lixue, haciendo que ellos se emocionaran y olvidaran sus extraños comportamientos.

Justo ahora, los menores estaban en el jardín hablando y jugando entre ellos. Mientras que sus padres estaban reunidos en el pequeño despacho, a la espera de que Garu termina su improvisada reunión con la emperatriz y les informara de los últimos detalles.

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Sia sin duda estaba explicándole sobre los últimos datos que tienen sobre los invasores.

Cada vez era menos la información que reunían, al igual que estaba preocupada sobre el escuadrón que había enviado anteriormente.

-no tenemos nada sobre ellos, no se han reportado.- diji caminando en círculos frente a su yerno.

-no hará diferencia caminar así.- dijo tratando de atraer su atención. -ha estado muy alterada, más que cualquiera, tampoco ha dormido.- se acerca. -por que no se sienta.- la lleva a un pequeño sofá de la habitación, junto a la ventana.

[•••]

-¿como va hacer tu vestido?.- dijo Nahori, la menor de sus primas.

-aún no lo se.

-pero, ¿ya sabes la fecha?.- dijo esta vez Yoshua.

-creo que si.- respondió no muy segura.

-entonces no.- dijo Hiroshi que estaba a su lado.

-no se mucho, mis papás saben más, pero no me quieren decir.

-yo ya quiero ver tu coronación.- dijeron al mismo tiempo las mellizas.

-bueno, mi papá está con la abuela, dijeron que hablarían sobre algunas cosas, puedo ir a verlos.

Al parecer sus primos y amigos estaban de acuerdo, todos se fueron mientras que Lixue se dirigía a la pequeña sala donde le dijeron que estaría su padre.

Para cuando llegó, vio a lo lejos que su padre trataba de hacer que su abuela se mantuviera en el sofá.

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-es mejor,- dijo sentándola nuevamente en el sofá. -no puede estar así, al menos descanse.

-aún no hay respuestas, debo pensar que puedo hacer.

-esta bien, pero en otro momento.- regaño.

-con todo esto, ya no puedo ni dormir.- dijo en suspiro. -necesito hacer algo pero ya.

Por un momento ambos guardaron silencio, pensaban la mejor manera en la que podrían averiguar sobre los hombres que envió Sia, sin tener que arriesgar a más.
Ademas, era sin duda el momento indicado para entrar y pedir detalles sobre la coronación.

-no me gusta admitir lo, pero quiero que llames a tu padre.

Garu sabia perfectamente que Takeshi no era de agradarle mucho a Sia. No después de saber a detalle lo que pasó, más aún con el incidente que hubo con su hija tras tener que pelear con ese hombre.
No esperaba que su suegra dijera eso, al menos no en ese instante. No logro evitar mirarla con sorpresa.

-tu padre es un hombre de guerra, sabrá como ayudarnos. -lo mira. -y quiero que aclares las cosas, la relación entre ambos aún está clara, no quiero que lo vea como una señal de disculpa, para mi aún sigue siendo lo que es. -agregó con un tono molesto.

Había que admitirlo, las acciones de Takeshi seguían presentes aún después de haberse disculpado.
En sus hijos, su esposa, los muchachos y la emperatriz, solo que ninguno se dignó en revelar tales acciones, no querían que sus hijos se enteraran de la clase de clan que proceden y menos del abuelo que tienen sus nietos del hombre.

-¿por que hablas así de mi abuelo?. -dijo Lixue algo molesta.

Un fuerte escalofrío corrió por su espalda de los dos adultos, nunca se percataron del momento en el que la menor llegó, lo más probable es que escuchara todo o simplemente lo último.

-cariño, creíamos que estabas con tu hermano. -hablo su abuela algo nerviosa.

-¿por que no te agrada mi abuelo?.

Esto no iba para bien, por su descuido lograrían hacer que Lixue comenzara a sospechar y sería aún más complicado si se los cuenta a los muchachos.

Lixue por otra parte mantenía su seño fruncido tal y como lo expresa su madre tras alguna pelea o desacuerdo, haciendo que los mayores solo traten de mantener la calma.
Garu siendo su padre debía mantener el control de la situación, así que sin dudarlo fue el primero en hablar.

-Lixue, ve con tu madre esta en el despacho. -hablo de una forma en la que su voz sonaba algo molesta, al menos con eso podría hacerle pensar que le molesto su forma de entrar.

-pero. -sin duda quería replicar y buscar respuestas a lo que su abuela había dicho, pero de igual manera el tono de Garu comenzaba hacer efecto.

-obedece. -ordeno a su hija de una forma más ofensiva.

La pequeña sin dudarlo salió de la sala cerrando de un portazo la puerta mientras corría por los pasillos en busca de su mamá.
Mientras que dejaba preocupados a los dos adultos.
Por un lado estaba Sia, que se arrepentía de no haber puesto atención de que su nieta estaba en la puerta escuchando todo, mientras que Garu trataba de calmarse, tratando de encontrar alguna forma en la que aclararía esto.

-en verdad lo siento. -dijo con pena en su voz, mientras masajeaba el puente de su nariz. -no debí.

-ya no importa, debo hablar de esto con Pucca. -"va a matarme", pensó por un momento.

-no, asegúrate de llamar a tu padre, que venga lo más rápido posible y si es necesario llama a Sara, podría ayudarlos en esto. -pensó por un momento. -yo hablaré con mi hija de esto.

-como usted diga. -a como se lo dijo se dirigió a la puerta con la intención de salir.

-ve a mi despacho. -llamo su atención, deteniendo su andar -en mi escritorio hay un teléfono, llamales. -dijo por última vez.

Garu salió de aquella habitación, dejando a la mujer aún sentada.
Camino por los pasillos con la esperanza de que su hija si estuviera con su mujer.

Para cuando llegó se encargó de cerrar bien la puerta para que nadie entrara o pudieran escucharlo. Se dirigió al escritorio y comenzó a marcar a la casa del patriarca en Takeda [*******].

Solo espero por unos segundos para que le respondieran la llamada.

-¿hola?

-abuelo, soy Garu.

-hijo, ¿cómo va todo por allá?

-perdón abuelo, pero me urge hablar con mi padre.

-ahora te lo paso.

Paso nuevamente unos segundos en silencio, con la espera a que el siguiente en hablar fuera su papá.

-Garu, ¿hijo que ocurre?

-necesito que vengas. -tomó un poco de aire. -trae a mamá contigo.

[PAUSADA] Ahora Me Toca A Mí... [Garucca] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora