⚜ ❝𝗚𝗢𝗟𝗗𝗘𝗡 𝗗𝗬𝗡𝗔𝗦𝗧𝗬❞ ⚜️ [Michaeng] [G!P] [ʙɪʟᴏɢɪᴀ]

𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝐈. 𝐇𝐄𝐑𝐄𝐃𝐄𝐑𝐀 𝐋𝐄𝐆𝐈𝐓𝐈𝐌𝐀.

D. C. Año 844
Capital Seúl Corea.

A los últimos pasillos del castillo, las sirvientas chismorreban en la cocina, y es que la Reina Consorte estaba apunto de dar a luz por segunda vez.

La gran puerta de la habitación de los reyes estaba abierta, y como era de esperarse un sinfín de parteras y sirvientes se hallaban a su disposición cada segundo sirvientas entraban con más trapos y otras salían con los mismos llenos de sangre, los gritos de la reina consorte no paraban y aunque ella estaba sufriendo la partera hacia todo lo que estaba en sus manos.

— ¡Estoy viendo la cabeza majestad un poco más! ¡Puje! —. grito aquella mujer de mediana edad, la reina hizo caso a su petición de imediato.

A su lado estaba su esposo, el actual monarca. Myoui Akira 𝐈. Apesar de no estar sintiendo lo que su esposa estaba allí dándole palabras de aliento recordándole que lo hacia bien.

— ¡AHH! — soltó un último grito y se oyó un llanto, toda la habitación se quedó expectante a las palabras de la partera era ella la que anunciaba el género.

Agarro las sábanas blancas y envolvió a la criatura recién nacida con sumo cuidado, había mantenido su cara seria, las sirvientas y guardias empezaban a pensar que era un varón por su reacción, camino hacia la reina y le entrego a su bebé.

Antes de retirarse se agachó para darle una gran reverencia.

Cuando hizo aquello la servidumbre se quedo en total asombró y aún si poder creerlo, rápidamente se tumbaron al suelo y retiraron sus gorras en silencio para hacerle una reverencia hasta el suelo.

El Rey trago saliva, no lo podía creer, esto solo podía pasar en sus más lejanos sueños.

Sin nada más que decir hizo una reverencia solo con un pie aún mirando asombrado y exuberantemente feliz a la criatura que estaba en los brazos de su esposa.

Akira aún ensimismado recordo las palabras que se pronunciaban en este milagroso caso.

– ¡LARGA VIDA A LA FUTURA REINA! – resonó en la habitación su propia voz,
Sus sirvientes corearon los mismo diez veces más.

La Reina madre, bisabuela del rey, se encontraba en sus aposentos leyendo un libro, era los más interesante que podía hacer en estos momentos, aparte de ver por su ventana los grandes jardines. Con 81 años gozaba de una envidiable salud.

Dos golpes en su puerta la sacaron de su mundo, y dejó pasar a la persona que le molestó.

— Reina Madre. —. dijo el rey para llamar su atención, ella ni se molestó en verlo. – Ya nació. – anuncio suavemente.