Renacimiento

02

xSouh

Renacimiento

02

Fue simultaneo, como algo dentro de su abdomen, una sensación de nervios y felicidad, de querer brincar y llorar al mismo tiempo que reían, pero lo único que pudieron hacer fue caminar a pasos lentos y robóticos hacia el pasillo que llevaba a los cuartos de maternidad.

La habitación todavía estaba llena de varias compresas con sangre sobre una mesa con instrumentos que ninguno de los dos quiso averiguar para que servían, Sakura, su Sakura... estaba acostada en una cama de respaldo levantada, su piel llena aun con restos de sudor y sus ojos jade brillosos debido a las lagrimas que no paraban de caer.

Se veía tan agotada como si acabara de volver de la peor misión ninja habida en la historia, con sus brazos -aunque con músculos firmes- caídos a los costados solo para juntarse en la bolita que descansaba en su regazo cubierta con mantas azul cielo.

Sus pasos fueron silenciosos, con miedo de interrumpir en aquella sala y de repente tuvieran malas noticias, pero cruzaron con valentía para poder abrazarla.

―Sakura-chan... ― susurró primero Naruto, poniendo su mano en el hombro de Sasuke mientras se acercaban.

―Es hermoso. ―les dijo cuando los tuvo a su lado, levantando su brazo cansado para mover la colcha de bebé y revelar a una bolita de carne rosada que abrió un par de ojos jade llenos de brillo que parpadearon molestos ante la luz incandecente al que no estaba impuesto.

―snff... snf... ― comenzó a sollozar Naruto ante la mirada del pequeño.

―Es una copia de Naruto, con tus ojos, Sakura. ―sonrió Sasuke, besándole la coronilla.

―Yo siento que tiene la nariz de Sasuke. ― lloriqueó Naruto, acercando su dedo índice para tocar una de las mejillas redondas del pequeño.

―Uno de los pocos recuerdos que tengo de mi madre, es un hermoso collar con dos piedras gemelas. ― habló Sasuke, sacando una pequeña caja de la bolsa de sus pantalones. ―cuando le pregunté por ellos me explicó que era una tradición familiar regalar una cadena con un dije cuando una esposa Uchiha da a luz a un hijo...

Las lagrimas de Sakura volviero a correr mientras el pelinegro cerraba el broche de la pequeña cadena, dejando un pequeño diamante en forma de gota cayendo en su pecho.

―Sasuke...

―Gracias por convertirnos en padres, Sakura-chan.