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Renacimiento

Parte II de Huevos para el Desayuno

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―¿Por qué mandaste a Saori a Konoha? ―preguntó Naruto, manteniendo los ojos fijos en Orochimaru, que siendo un sannin, y respetando su propia leyenda, parecía mucho más joven que la última vez que lo había visto, lo cual ya era bastante enfermo.

Pero para Naruto era ver al hombre o todos los experimentos expuestos en vitrinas y frascos de cristal, la mayoría llenos de sustancias viscosas luchando por mantener la forma de algún órgano, desde riñones hasta pulmones, aunque el más asqueroso era el intento de una médula espinal.

―Buenos días, Naruto-kun. ― saludó el hombre con una pequeña sonrisa de serpiente, la interrupción no le impidió seguir mezclando sustancias en una caja de Petri.

―Veo que aun no pierdes tu entusiasmo científico. ―chasqueó Sasuke, al menos ya no había personas vivas dentro de los vidrios.

―Ustedes no entienden la ciencia. ― contestó, minimizándolos. ―pero por otro lado... veo que Tsunade si te entrenó bien, Sakura-chan.

―No te emociones, Orochimaru. ―se burló la pelirosa, observando detenidamente un frasco en especial.

―¿Konoha aún no logra crear su propia síntesis de tejido neuronal? ―río, acercándose a ojijade. ―debo decir que es una de las cosas más difíciles y grandiosas que he hecho, pero eso no es lo que los trae hasta mi bella casa, y a todo esto, ¿quién es Saori?

―¿La niña que es una copia genética de Kakashi? ―le recordó Naruto, sacando una foto de Saori de su bolsillo.

―¿Saori? que poéticos son ustedes. ―suspiró falsamente el sannin. ― Saori solo fue un viejo experimento, al principio estaba trabajando en fabricar más Uchiha, de verdad pensé que nuestro Sasuke-chan jamás se animaría a hacer mini Uchiha, y después de que Naruto-kun comenzó a salir con Sakura-chan, cualquier chica que escogiera solo iba a arruinar la sangre Uchiha, pero ustedes me sorprendieron, y de forma muy grata. Hacía mucho que Konoha no se topaba con un trío de grandes ninjas.

―Siempre pensé que te ibas a terminar clonando a ti mismo. ― le dijo Sakura, más para quitar un poco la incomodidad de que el hombre hablara de los tres como si ninguno estuviera presente. ―con lo narcisista que eres, seguro le pondrías al pobre niño un nombre como "Mitsuki" o "Orochimaru II"

―Eres una ternurita, Sakura-chan. ― volvió a reír el hombre, acercándose a la pelirosa sin importarle la estrecha vigilancia de sus esposos, tomando su barbilla para observarla mejor. ―Los embarazos definitivamente te van muy bien... ¿qué será esta vez? ¿niño o niña? ¿Uchiha o Uzumaki?

―¿Q-qué quieres decir?

―¿No sabías que estás embarazada? ―se sorprendió el sannin, llevándose una mano al pecho en una dramática actuación.

―¿Cómo sabes que está embarazada? ― preguntó Sasuke, interponiéndose entre su esposa y su antiguo maestro.

―Quizá no logré crear un sharingan funcional, pero mis ojos pueden ver más que los de la mayoría, Sasuke-kun. ―respondió el hombre, girándose para sentarse de forma plácida en una silla giratoria frente a su escritorio.

―¿Estas bien, Sakura-chan? ― preguntó Naruto preocupado, acercándose a comprobar el estado de salud de su esposa.

―Si... estoy bien. ― susurró la pelirosa, ella había sido la más sorprendida con la noticia. ―Ni siquiera yo sabía que estaba embarazada.

―Aún es muy pronto, los primeros síntomas aparecerán en dos o tres semanas. ―les afirmó Orochimaru. ― Ahora, deberían irse. No es bueno que la torre del Hokage esté libre durante tanto tiempo, alguien podría ver esa oportunidad como una oferta a tomar el lugar.

RenacimientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora