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Unos cuantos días habían pasado y desde entonces las cosas parecían marchar bien. De vez en cuando Frank me visitaba para conversar conmigo y luego se iba, no pasábamos mucho tiempo pero eso esta bien. Por otro lado, con frecuencia salía las mañanas a dar un paseo, con la esperanza de encontrarme con Sam y si, siempre nos topábamos. Hablábamos de cosas triviales y luego volvíamos cada uno a casa, esos eran mis mejores momentos.

Solo esperaba con todo mi ser que las cosas no cambiaran, que nos mantuviéramos así por un largo tiempo. Sin embargo, mi petición fue negada y las cosas cambiaron repentinamente. Aquella nube oscura opacaba el vasto cielo azul y lo convertía en una tormenta permanente.

Las cosas volvían a repetirse y aquello que me dañaba, reinicio su marcha. Era una noche tranquila cuando todo comenzó y el ruido de uno golpes sutiles se presenciaron en la ventana, de la nada. Mi curiosidad me llevo a levantarme y mirar por la ventana, pero pronto me arrepentiría. 

" Un ser como tu, debería desaparecer"

Una pancarta gigante se encontraba en la cerca de separación de las casas y no había rastros de una presencia humana. Mis ojos deseaban desahogarse, pero en contra, mordí mi labio y con las piernas temblando ligeramente, baje con la intención de ser sigiloso, salí de casa y quite aquello.

En el momento en que mi cabeza se topo con la almohada, después de eliminar aquello, las lagrimas brotaron. Abrace mis piernas y solloce, apretando mis labios, después de todo no deseaba que los chicos y mi madre me oyeran. No, no quería que esta pesadilla volviera, no.

-¿Cual es la diferencia entre un hotcake y un pancake? - Alex y yo nos miramos, para luego mirar a Rubén, quien estaba entretenido mirando la caja de cereal.

-Es obvio, duh- respondió Alex- Uno empieza con hot y el otro con pan, eres un idiota original.

Me di un golpe en la frente mental, aunque no iba a interrumpir esa conversación de alto nivel porque ni yo entendía la diferencia. Quizá mas tarde lo buscaría. Me limite solo a escuchar las conversaciones que ambos mantenían, empero, en un punto sus voces se fueron alejando cada vez mas y el recuerdo de la noche me atormento, sin querer. No deseaba que mis pensamientos fuera atraídos por aquel incidente.

 Me sentí aterrado, no sabia si esta noche o inclusive ahora algo podría suceder. Me estremecí de solo pensar aquello. Pero el, ahora dulce, sonido de la puerta llamando, me hizo volver, me levante rápidamente para abrir.

-Buenos días- el sonriente rostro de Frank asalto mi vista y aquella sonrisa grande, me contagio.

-Frank, hola- el rio suavemente y entonces, su mirada se poso en mis ojos, su dedo acaricio debajo de mis ojos, supongo que fue una acción inconsciente ya que después dio un paso hacia atrás.

-Lo siento, llevas unas ojeras marcadas y tus ojos lucen hinchados- su mano rasco su nuca. Entonces si estaba echo un desastre, eh- Y-yo se que no debería entrometerme mas allá, pero ¿Estas bien? ¿Ocurrió algo?

-Oh, estoy bien. Anoche me quede despierto hasta tarde, estaba viendo una peli triste, no es nada de que preocuparse, gracias de todas formas.

-No, esta bien, después de todo somos amigos. Por cierto, tu pijama esta muy bonita-menciono en tono de mofa, me sonroje. La verdad es que no era nada de otro mundo, solo un short y una camisa de dormir de color rosa con corazones. Bien, ahora me sentía expuesto.

-Hey, no te burles- golpee su hombro, el solo rio.

-Bien, bien, no seas agresivo como una pobre alma como yo- cubrió su cuerpo con sus manos, abrazándose a si mismo, yo lo mire burlón por lo divertido que se veia- De todas formas, te ves muy lindo en ella, me tengo que ir.

Nuevamente mis mejillas se encendían, Frank solo corrió hasta la vereda principal, no era muy bueno con los halagos. Sali de la casa mientras cojeaba por sacarme un zapato y arrojárselo  a el, no obstante el la esquivo. Murmure muchas cosas mientras veía como entraba a su casa , yo por otro lado tenia que recoger mi zapato. Antes de siquiera tomarlo del suelo, alguien ya lo tenia en sus manos y no fue hasta que subí mi mirada, después de haber pasado por su buzo de ejercicio, que di con el rostro de Sam.

-Creo que la princesa a perdido su zapato de cristal-¡Basta, por favor, mi corazón se derrite!- ¿Desea que lo calce en su pie?

-No, por favor no- respondí después de unos segundos embobado- Esta bien con que el apuesto príncipe me lo de, lo puedo hacer yo después de todo- se lo quite de sus manos, avergonzado. Era lógico después de todo, la posibilidad de encontrarme con el, ya que hacia sus mañanas de ejercicio.

- Por cierto, pienso que la princesa se ve muy apuesto con estas vestimentas, sin embargo, no creo que sea algo para mostrar a los vecinos. Aunque debo imaginar que acaba de despertar de su sueño de belleza ¿no?

-Bueno, s-si, desperté hace no mucho- mencione mientras arreglaba el zapato.

-Ya veo, es esa la razón por la que no obtuve su grata compañía esta mañana.

-Lo siento, no fue una buena noche supongo.

-¿Sucedió algo malo?- deseaba decirle y sentirme protegido en su pecho, su fornido pecho. Que susurrara palabras de alivio y besar mi cabeza.

-En realidad, y-yo, s-si. Veras anoche...- entonces la escena se repetía como un mal dejavu que deja un mal sabor en tu boca. Su presencia es prominente y la forma en que todo ella era "perfecto" o "de acuerdo". Sus manos se posaron en su hombro y luego su mentón tomo esa posición. Sus ojos me miraron de forma intensa, casi queriendo que yo desapareciera.

La idea, entonces, asalto mi cabeza. Ella, era ella, nuevamente. Mi alrededor comenzó a dar vueltas y sentí unas horribles ganas de vomitar. En esta situación, no podía hacer nada, mis manos estaban cruzadas y solo atine a sonreír tan falso como ella y marcharme. No deseaba oír nada, por lo menos nada de ella.

Cuando camine hacia la entrada, los dos chismosos miraban atentos desde una ventana y al darse cuenta de que volvía, cerraron rápidamente la cortina provocando que, esta sin querer, cayera dejando de nuevo a la vista sus rostros asustados. Entonces Alex dijo algo y ambos posaron como estatuas.

Sonreí y solo negué. Me prepare para el ataque de esos dos chicos, así que antes de cerrar por completo la puerta, di un largo suspiro. Y camine hacia adentro, aguantando las enormes ganas de reír. Y entonces, tal así como mencione, fue. Sus dos rostros se asomaron como dos lindas suricatas.









You are my princess(Wigetta).Where stories live. Discover now