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No sabia muy bien el como sentirme. Todos mis sentimientos se acumulaban y ya las lagrimas eran cada vez la mejor opción, aun así, intente evitar llorar. Por mi cabeza pasaban muchas cosas a la vez, es, en realidad, muy difícil de explicar.

Tome aire unas cuantas veces, el paño de mi boca había sido sacado, para intentar relajarme y pensar con la cabeza fría. Pensé en gritar e intentar pedir ayuda, sin embargo, no sabía cual era mi situación y la posible consecuencia, así que lo mas obvio solo fue abstenerme. 

Pasado un tiempo, unos ruidos se comenzaron a escuchar y con ello mi corazón empezó a palpitar frenético e incluso mis manos sudaban en extremo. Deseaba con todo mi corazón que esto fuese una broma y que alguien riera por la situación -aunque no fuese ni una pizca de gracioso- eso, en realidad sonaba bastante bien. Empero, estaba lo bastante seguro de que nada de eso sucedería.  Los crujidos de la madera hacían eco por la habitación y luego, las pisadas le continuaron.

En todo el lio que se formo en mi cabeza, solo atine a hacerme el dormido, dejando caer mi cabeza hacia un lado e intenta, relajarme dentro de mis posibilidades. Seguramente ya era el momento de mis lagrimas.

-¡Maldición, en verdad es una enferma!-la voz de un chico se hizo presente, su volumen de voz era bajo, como evitando ser oído.

-Pero la paga es buena ¿no?- otro chico hablo, podía sentir como su voz sonaba burlesca- Además- el se acerco hasta mi y toco mi cuello levemente- él no esta nada mal, eh.

-Ya...- el olor a tabaco, segundos después, entro por mis fosas nasales y las enormes ganas de toser y quejarme hasta mas no poder se hicieron presentes pero debía ser fuerte, así que me di animo en mi mente.

El pensamiento de saber como estaban las cosas a mi alrededor surco por mi mente ¿Qué hora eran? ¿Cuánto tiempo había pasado desde entonces? En realidad... en realidad ¿Existía alguna posibilidad de poder salir salvo de esta situación? Acaso ¿La tenía? Entonces, luego de este rato, las lagrimas solo fluyeron, mordí mi labio evitando ser notado.

¿Qué pasaba con Alex? ¿Y Rubén? Mi madre... tía Any, Frank e incluso Sam ¿Estarían preocupados por mi? ¿Podría volver a verlos? ¿Saldría bien de esta situación? Mi pecho dolió y entonces, ya me fue imposible contenerme, lo que hizo que los chicos que estaban allí se dieran cuenta de que ya estaba despierto. Sus pisadas fuertes me hicieron alertar que venían hasta mi.

La luz me cegó, al momento en que me quitaron la venda, así que entrecerré los ojos hasta poder acostumbrarme. Al momento en que me recupere, vi a los dos chicos frente a mi, mirando fijamente. Ambos eran grandes y fuertes, sus músculos destacaban demasiado, pensé que seguramente podrían, fácilmente, darme unos poco golpes y matarme y quizá, ese era mi final.

Lo siento, en verdad lo hago. Me arrepiento por todos el dolor que provoque, por ser alguien malo y ser egoísta. Me arrepentía de corazón. Los problemas a mi alrededor que cause, por ser una carga para mi madre, porque muchas cosas habían sucedido por mi culpa. Me lamentaba el tener que decirlo ahora y no antes. Deseaba decirles a todos que los quería, agradecer todo el apoyo y el amor que me brindaron, pero nadie iba a escuchar, odiaba esta situación con mi alma y odiaba el, ahora, pensar estas cosas, porque ya no eran validas.

Cerré mis ojos llorando mas fuerte y removiéndome en el asiento, haciendo presión en las amarras de mis muñecas, quemando mi piel por la fricción. Incluso así no importo, ya nada lo hacia. 

-¡Espera, espera!- uno de los chicos se acerco a mi y me sujeto por los hombros- Te estas haciendo daño.

- Por favor, por favor...-susurre sin detenerme, pero la presión que el chico ejercía en mi era mas fuerte. Así que por obligación me rendí.

You are my princess(Wigetta).Where stories live. Discover now