You are my princess(Wigetta).

17

Abrí mis ojos lentamente, tratando de acostumbrarme poco a poco a la luz.Mis ojos dolían, quizá por que anoche lloré mucho.

Mire a mi alrededor, a mi lado Miguel y Rubén, quiénes estaban abrazados, dormían plácidamente.Me levanté tratando de no provocar ningún ruido, cosa que logré exitosamente.

Bajé y de inmediato fui a la cocina, no tenía apetito para comer algo, pero deseaba tomar café, para por lo menos tratar de mantenerme alerta.Ya listo pose mi taza en la mesa y me senté.

¿Qué haría?; si bien muchas veces Andrea me aludió sobre lo felices que eran Samuel y ella,pero  algo dentro de mi se aferraba a la idea de qué, por mucho que costara, debía seguir siendo perseverante.Pero; duele.

-Ugh- resolví mi cabello.No sabía el que pensar o hacer.

-Buenos días-pegué un salto.Frente a mi estaba Rubén, quién aparte de tener cara se sueño, tenía su pelo revuelto y en todas direcciones.Solté una pequeña risita.

-Hola.

-Tengo un hambre-abrió el refrigerador  con confianza y empezó a sacar cosas, dejando todo en la mesa.-bien-habló luego de un rato-mi creación está hecha.

Se giró y con sus dos manos sostenía un sándwich.Hice una mueca, al verlo.

-¿Te apetece?- lo acercó a mí.

-No, gracias.

-Bueno- se sentó a mi lado-tú te lo pierdes.Dio una gran mascada a su sándwich-Está muy bueno.

-Si tú lo dices.

-Guille-tragó y me miró seriamente-¿Tienes problemas?-inmediatamente supe a lo que se refería, como acto de reflejo mi cuerpo de tenso.

-Es irrelevante.

-Si así fuese, estoy seguro, que no estarías así.Guille, por favor, confía en mí y dime lo que ocurre.-sus ojos eran amables, me hacían sentir una comodidad, que nunca antes había sentido, con otra personas que no fuera Sam.

-Y-yo soy muy inseguro de mi mismo-solloce-Amo a Samuel como a ningún otra persona, pero es simplemente un amor unilateral.Andrea me a dicho muchas veces que me aleje de ellos, que los deje tranquilos y últimamente lo eh pensado y quizá, si, debería apartarme.

-Guille, la única "persona"-hizo comillas con sus dedos-que a afirmado,que son felices es esa zorr..., digo Andrea.Quizá Samuel este enamorado de ti.No lo sabes.

-Rubén, no entiendes.

-No, tu no entiendes-tomó mis manos entre las suyas y les dio un suave apretón-mira, si el mismísimo Samuel admite que no te ama y prefiere estar con Andrea y rompa tu corazoncito, yo estaré a tu lado.Te mimare y haré sentir bien.¿Está bien?

-Bueno-el sonrió y me estrechó contra si por un corto tiempo.Toda la mañana Rubén me abrazaba, acariciaba mi pelo o apretaba mis mejillas.

Estaba tan agradecido de el poder haber encontrado a dos grandes amigos como son Rubén y Miguel.

[…]

Las horas habían pasado rápidas, tanto así, que ya estábamos esperando, parados frente a la puerta de La casa de tía Any.La puerta se abrió dejando ver a tía Any, quién sonrió inmediatamente al verme.

-¡Guille!-me dio un pequeño abrazo.

-Hola-la abraze también-traje a unos amigos-sonreí.

-Oh que bien, soy Any, gusto en conocerlos.

-Soy Rubén y esté- abrazó Miguel- es Miguel.

-Buenos días-habló Miguel- es un gusto, también.