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[Alex]

Camino a casa los rayos mañaneros del sol nos acompañaban. Desde que había mencionado que Frank tenía algo que ver en todo esto, Rubén no había mencionado palabra alguna y bien, yo tampoco quise añadir mas.  Y ahora nos encontrábamos caminando hacia casa.

En el camino, solo mire mis zapatos, como si fuesen lo mas interesantes del mundo. De vez en cuando bostezaba, después de todo, hablamos toda la noche, aunque para ser sincero, por mi parte, el tiempo no pasaba, fue hasta que empezó a aclarar que caí en cuenta.

-Guille... se va a sentir muy mal al saber esto- Rubén paro de repente, haciéndome detener unos pasos mas adelante, gire para mirarlo. Miraba el suelo y sus hombros estaban caídos. Asentí en apoyo. Por supuesto y eso era lo mas difícil, después de todo, se suponía que las cosas entre ellos marchaban bien.

Mi corazón se estrujo, las lagrimas del mas alto caían contra el asfalto. Apreté mis puños y mordí mi labio, intentando mantenerme controlado, después de todo, lo mejor era pensar con la cabeza fría. 

Luego de un largo tiempo y cuando ya ambos estábamos mas tranquilos retomamos el camino a casa. El sol ya pegaba en nuestras cabezas directamente, lo cual me hacia sentir algo incomodo, detestaba el sol y el calor. Cuando ya pudimos divisar la casa, me gire contra Rubén quien me miro de inmediato. Acordamos mantenernos lo mas tranquilos que pudiésemos y por supuesto, hoy arreglaríamos las cosas con Frank. Sin embargo y antes de que siquiera pudiésemos mirar bien la puerta una sensacion de que algo malo iba a pasar me atravesó y entonces, la puerta abierta hasta atrás me dio un indicio.

Sin pensarlo mucho corrí hasta adentro, gritando el nombre de Guille, sin embargo, nadie respondió. Las cosas a mi alrededor se mostraban algo borrosas por lo que, lentamente empecé a darme cuenta de que muchas cosas estaba tiradas por todos lados. Algunas piezas rotas incluso se incrustaron contra mis zapatos.

Mis pies me guiaron hasta la segunda planta con la nula esperanza de que el se encontrara allí, pero ese vago optimismo se disolvió rápidamente por el aire al no encontrar nada. El pecho me dolía y estaba seguro de que casi no podía respirar, todo a mi alrededor giraba. Parecía una broma sin gracia. 

-No esta aquí- el mas alto apareció en la puerta con una expresión sombría. 

-¿Y donde rayos fue?-grite desesperado, casi desquitándome con el contrario- El no puede hacernos esto, no, no- mis manos se aferraron a mi cabeza, jalando sin querer mi cabello ¿Por que las cosas iban de esta manera? Parecía una película mediocre y cliché. Todo tan irreal.

Rubén me tomo de los hombros, en el acto quitando las manos de mi cabeza y me obligo a sentarme en la cama de Guille. Me decía débilmente que empezara a respirar lentamente y con dificultad comencé a obedecer.  

Era un sueño, estaba seguro ¡Despierta, por favor!  Pero los ojos de Rubén me volvieron a la realidad, todo esto estaba ocurriendo, por muy irreal que sonara. Mis manos comenzaron a palpar la cama a mis alrededores, solo podía sentir la suavidad de las sabanas hasta que sentí algo áspero rosando mi mano, me gire hacia eso rápidamente; un trozo de papel arrugado.

-Te dije que dejaras lo que es mío. Ahora abstente a las consecuencias- leí por lo bajo pero al parecer Rubén había alcanzado a escuchar. Se acerco a mi y miro el papel. Tomo un tiempo hacer el click, supongo que después de toda la situación era algo normal estar mas lento de lo normal.

-Creo que es obvio ¿no?

-Lo es, lo es- ambos nos miramos y nuestras miradas confirmaron todo con palabras silenciosas. Dejamos todo como estaba y dimos rumbo a la casa de Samuel, después de todo era ahí donde se encontraba Frank, el tendría que darnos respuestas y ya no era una pregunta. Rápidamente llegamos al frente, aun me cuestionaba el como, todo estaba pasando rápido.  El tiempo seguramente estaba en jugando con nosotros.

You are my princess(Wigetta).Where stories live. Discover now