24.

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Hablar con mi madre si fue un gran alivio, mas del que Rubén me da-no es que menosprecie todo lo que hace por mi, por el contario, pero, el sentimiento de mi madre es mas acogedor, por decirlo de alguna manera-. La noche estuvo bastante tranquila y pude descansar sin mayores preocupaciones.

Es así que termine en la mañana, caminando entre la niebla hasta el parque. Es el mejor sentimiento que puedo obtener, sobre todo porque no hay personas que miren extraño mi forma de vestir, mas bien los colores. Después de un tiempo, puedo ser yo estando conmigo mismo.

Me deje llevar por el sentimiento un buen rato, por lo menos hasta que se vio interrumpido. El chico frente a mi me miraba divertido, supongo que esperaba que me diese cuenta de su presencia ya que no hablo hasta que lo vi.

-Es un agrado el verte- me sentí nervioso, por supuesto, después de todo, nunca pensé que en mi paseo solo me encontraría con alguien y mucho menos con el.

-Bueno, emh, ¿gracias?-rasque mi nuca nervioso y por inercia corrí mi cuerpo, dándole un espacio en la banca. El lo capto y se sentó a mi lado- ¿Qué haces por aquí tan temprano?

- Salgo a correr, ya sabes, para mantener el estado- asentí frenéticamente, por supuesto, tener aquel cuerpo tan grande y fornido, necesitaba un esfuerzo. Mantenerse sexy era un gran trabajo, es por eso que mi estado corporal es tan escuálido- de todas formas, ya van a ser las diez, no creo que sea tan temprano.

Deje de divagar y comparar mi cuerpo con el de Samuel entender que ya casi iban a ser las diez. Digo, ¿Cómo paso tan rápido el tiempo?, a veces me asustaba el saber la respuesta aquello, aunque bueno, siempre que lo disfrutas, el tiempo pasa volando.

-Oh dios, si que pasa rápido el tiempo ¿no?- me sentí orgulloso a la vez que sorprendido, cada vez podía hablar con mas seguridad y menos tartamudeos. ¡Eso si es poder! Siento que hasta podría derramar lagrimas de felicidad por eso. Jejeje.

-Lo hace. Tu sonrisa es agradable- sus dedos tocaron mis mejillas y en consecuencias estas reaccionaron, delatándome. Creo que retrocedí un paso hacia mi seguridad.

-Ah, bueno-reí mientras comenzaba a mirar a todas partes, avergonzado; evitándolo.

-En realidad-salí de mi tonto trance cuando escuche su voz y cuando se acomodo hacia delante, mirando un punto muero mas allá- Si el tiempo pasa muy rápido, creo que me siento nostálgico al respecto.

-¿P-puedo preguntar el por que?

-Por supuesto, por nosotros- mi cuerpo se congelo de repente. ¿Nosotros? Nosotros que...- Acaso no recuerdas como solíamos pasar tiempo juntos y divertirnos, sin importar nada. Sin ser juzgados, ni por nosotros mismos. 

-Oh, por supuesto que lo recuerdo. Siempre vas a ser mi caballero que me defendía de los monstruos- mis manos cogieron la parte baja de la banca. Imite a Samuel y mire hacia delante, dejando de deleitarme con su masculina vista.

-¿Aun me consideras como tu protector?- su voz sonó insegura pero emocionada al mismo tiempo, como si no se lo esperase. Me quede perplejo también, bueno por supuesto, además de ser el príncipe de mis sueños, me respondí.

-Es inevitable, siempre serás mi amigo, a pesar del "detestable" tiempo. Tengo la mejor impresión de ti, después de todo.

Mis pies se movieron suavemente, no pensé mucho en mis palabras al decirlas y no quise hacerlo, mucho menos, después. Era lo que pensaba y deseaba dejarlo ahí, sin mas. Ambos nos quedamos en silencio, mirando ese juguetón cachorro que corría por todas partes.

No sabia como interpretar todo. ¿Qué es lo que estaba pasando? ¿Qué debía decir ahora? Insistir en mis sentimientos y en los posibles que pudiera tener Samuel o dejar las cosas así, pero por una parte seria injusto, dado todo el dolor que he causado a las personas.

You are my princess(Wigetta).Where stories live. Discover now