You are my princess(Wigetta).

37.

[Alex]

Cuando vimos que Guille subió, dejamos la casa. En realidad, después de mi llegada deseaba mencionarle todo lo que había descubierto a Rubén, pero las oportunidades era casi nulas, debido a que Guille generalmente aparecía de repente y sentía algo de miedo de que se enterara de estas cosas. Por lo que solo podía decir cosas que no fuesen de gran importancia y que no tenía gran relevancia.

Tenia en cuenta de que, aunque no deseaba provocar un ambiente incomodo, con Rubén, lo estábamos haciendo, también podía suponer que Guille deseaba saber las cosas y que iba a intentar descubrirlo como diera lugar, pero, ahora, no era el momento y preferiría que nunca lo fuera; deseaba poder arreglarlo solo con Rubén. Sin embargo, las cosas, estaba seguro, no iban a salir de tal manera.

Entonces, cuando estábamos en la cocina y le dije acerca de la otra persona para luego sentir aquel golpe, supe que el lo había escuchado todo y ahora, solo debíamos actuar de la forma en la que la hiciéramos ir. Por suerte, nada tuvo que ser dicho y el secreto aún estaba solo en mi. Solo podía pensar en la felicidad de Guille, después de todo, las cosas había sido difícil desde pequeño. Simplemente, no lo merecía.

Y, al momento de cerrar la puerta, para mi fue en cámara lenta y junto a esa brisa nocturna una sensacion me vino,  sintiendo que algo podía suceder, así que por lo bajo solo pedí que las cosas estuvieran bien y que nada malo, pudiese pasar mientras se encontraba solo. Y con eso empezamos a caminar.

Cada paso era marcado y se detenía por un milisegundo. Aún no era el momento ni el lugar para mencionar nada, después de todo, no sabia quien podría estar escuchando, así que toda la caminata fue en silencio. Las luces de un mini mercado alumbro nuestros rostros, sentía algo de frio por lo que tome la mano de Rubén y nos hice entrar para comprar algunas cosas.

Parpadeé unas cuantas veces hasta acostumbrarme a la luz artificial y demasiada blanca. Mire alrededor y pensé en que deseaba comer. Entonces solté a Rubén y camine por los pasillos con el alto siguiéndome. 

-¿Me compraras un café, cierto?- mire a mi contrario, estaba abultando los labios y sus ojos eran grandes brillantes, sonreí porque si se veía algo tierno.

-Esta bien- me resigne. El dio pequeños saltos y yo volví a mi misión de encontrar algo que deseara comer. Cuando ya habían pasado unos minutos desde que habían llegado, el ringtone del móvil de Rubén, dirigió su mirada hasta él, quien antes de contestar se puso a bailar un poco.

-¿Hola? ¿Sucede algo malo?- la otra voz hablo y alto asentí mientras tocaba algunas cosas de su alrededor- Esta bien... por supuesto, ya sabe que con quien esta hablando- Rubén arrugo el entrecejo- me siento ofendió por ello, si. Antes de que corte tengo que decirle que esta algo locochona por el trabajo, debe parar por un tiempo- Luego de esperar la respuesta cortó.

-¿Quién era?

-La mamá de Guille, no llegara a casa, eso dijo.

-Oh, bueno, debes estar muy ocupada, supongo.

-Sin embargo, creo que es demasiado-un silencio se formo- Bien, rápido toma unas cuantas cosas y vamos- el alto sin mirar tomo unas cuantas cosa y luego me arrastro hasta la caja, donde un señor mayor nos miraba. Luego de pedir nuestros cafés, pagué. El nos tendió la bolsa con una sonrisa y cuando estábamos listos para partir nos detuvo.

-Jovencitos-ambos miramos, pero fue Rubén quien retrocedió unos pasos- Tomen, es un regalo por ser una linda pareja- nos tendió una barra de chocolate la cual fue gustosamente recibida por Rubén, casi como si ignorara que nos dijo PAREJA.

-¡¿Qué?!- grite exaltado, no estaba muy seguro acerca de si funcionaríamos como pareja, era algo difícil de imaginar.

-Muchas gracias- Rubén se despidió y me tiro hacia afuera para que, seguramente, evitara decir algo al respecto.

-Sabes que nunca nos vería como una pareja ¿verdad?- Rubén me miro e hizo como si estuviera decepcionado.

-En realidad quería mencionarte que me gustas un poco- y estiro sus labios para comenzar a intentar besarme, me dio unos cuantos en la frente y luego rio, complacido por mi fastidio. Reanudamos nuestra caminata y seguimos hasta un parque el cual desconocía. Nos sentamos en la primer banca.

-Si que necesito café- Rubén tirito y tomo rápidamente su vaso para empezar a beber. Lo imite, ambos estamos mirando hacia los arboles mientras bebíamos ¿Cómo empezaba? Solté un suspiro pasado el tiempo.

-¿Estamos en una situación muy grave?- la voz que empleo Rubén esta vez fue desconocida, me gire a mirarlo y observar su perfil, su mirada estaba perdida mas allá. Asentí.

-Lo es y... no se como manejarlo- mi voz sonó ahogada, quería llorar- Creo que... Guille en realidad, merecer ser feliz, el lo merece.

-Lo sé. El en realidad es una persona cálida, después de todo, si no fuera por el no estaría aquí y quizá, no estaría con Miguel. Así que voy a hacer todo lo posible porque esto termine.

-Bueno, ya sabes que la principal autora de todo es Andrea, ella es quién comenzó con todo el acoso, creo que incluso fue más allá de lo moral y correcto, es obvio después de esto que ella no esta bien.

- Por supuesto, esta increíblemente enferma. Aun no entiendo que es lo que ella hace con Sam.

-Bueno, aunque no lo creas, por lo que entendí, al parecer ambos no están juntos, en una relación- Y obtuve la reacción que esperaba, después de todo, pase por lo mismo.

-¿Que? Entonces...

-Tampoco lo entiendo. Ya te lo dije, es un supuesto. Según lo que es, solo seria una amiga...

-La cual, obviamente esta obsesionada con Samuel.

-Exacto-bebí el resto de mi café de un sorbo.

-Eso explica muchas cosas de las que dijiste, pero entonces ¿Quién es la otra persona que lo ayudaba?- sentí algo de asco, deseaba vomitar y mi estomago se revolvió.

- Bueno...es difícil de decirlo- respire hondo y luego mire a los ojos de Rubén- Antes asegúrame de que Guille no lo sabrá, por el momento.

-Lo juro-nuestros ojos no se apartaron en todo, entonces mire de nuevo al frente, confiando plenamente en él.

-Es Frank.