20.

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Al llegar quede impresionado.El local al cual fuimos a comer, era rustico y agradable a la vista.Entramos y una mesera estaba parada, nos dio la bienvenida y nos guió hasta la cual seria nuestra mesa.

-Soy Pamela-sonrió-su mesera. Por favor, si necesitan algo, no duden en llamarme-mas que hablarnos a todos, parecía como si le dijera exclusivamente a Miguel.

-Si, si, muchas gracias-hablo con sorna Ruben; evidentemente celoso.La mesera se corrió a otro lado, dándonos tiempo para elegir.

-Bien, ¿Que vamos a ordenar?

-Bin qui vimis a irdinir-imito Ruben.

-¿Que pasa bebe?

-Tu-dijo irritado Ruben-eres tonto ¿no?-rodé los ojos, algo incomodo por la situación. Ruben es muy celoso, por lo que exagera, quizá  si, ella le coqueteaba y mucho, pero Miguel esta enamorado de el.

-Bien, entonces.¿Que vamos a ordenar?-intervine esta tensión amorosa.Los dos me miraron y yo les sonreí.Finalmente Ruben ordeno la comida.

Pamela siempre que tenia la oportunidad, le daba guiños o alguna seña, que no pasaban por alto la vista de Ruben. Quien apretaba los dientes, para abstenerse de decir alguna grosería o una mala palabra.

-Esta muy bueno-hable mientras comía. Ruben asintio dándome la razón, aun mantenía una linea recta en sus labios.Mientras que Miguel, estaba sumido en sus pensamientos, quizas intentando o encontrar la razón de el enojo de Ruben o buscando una solución para que se desenojara.-¿Es en serio?

-Umh.¿Que?

-¿Van a estar enfadados en toda la comida?, son unos infantiles e inmaduros.¿Saben que? mejor me voy-me levante de la mesa y salí del local, una fuerte brisa choco contra mi.Me envolví en un abrazo.

El local quedaba en un terreno rural, por lo que me costaría mucho encontrar algún taxi o algo, así que tuve que caminar algunos cuantos kilómetros.La tarde llego, mientras el sol se ocultaba, dejaba sus rastros, que teñían el cielo con tonos rojos y anaranjados. Sonreí encantado.

Seguí mi camino, aun manteniendo la esperanza de que alguna auto o algo pasaría por aquí.Me detuve en seco, al mirar a mi alrededor,¿Donde rayos estaba?, todo me era desconocido.Me decidí a esperar-había una banca cerca por lo que me senté en ella-, la noche se hizo presente, iluminada por una débil luz que salia del poste.

Suspire.No estaba enojado con los chicos, solo pensé en que si los dejaba solos podrían, quizás, hacer las paces y venir a buscarme.Bueno, en  mi mente sonó mas lógico.Los minutos avanzaban trayendo con su un frió infernal.

De repente, una luz alumbro toda mi cara. Cerre los ojos, ya que las luces eran muy fuertes, un escalofrió recorrió mi espina dorsal y mi piel se erizo.

-¡Guille!-esa voz, abrí los ojos y lo vi frente a mi.

-¿S-samuel?

-El mismo-rió. Traía puesta una chaqueta negra de cuero y unos jeans negro.Se veía increible; muy guapo.

-¿Que estas haciendo aquí?-mi corazón se acelero, chocando contra mi pecho, como si quisiese salirse de este y mis manos sudaban.

-Bueno, te lo explicare camino a casa.Vamos-asentí, seguía con mi inseguridad hacia las motocicletas, pero era mejor que soportar el frió.Me senté atrás y me aferre a la cintura de Sam-obviamente ya me había puesto el casco.

-Y bien, ¿Que paso?

-Bueno, estaba en casa tranquilamente, cuando golpearon reiterada veces la puerta.Al abrir, vi a un chico alto castaño, que preguntaba por ti.En resumen, le dije que no te había visto en todo el día, el mismo puso una cara de preocupación, mientras miraba a otro chico que le acompañaba.Le pregunte si se sentía bien, me dijo que te habías ido así sin mas, por que ellos estaban peleados, y ahora no sabia donde estabas.Y así fue como te empece a buscar.

You are my princess(Wigetta).Where stories live. Discover now