Soy Tu Dueño: PRISIONERA +18 (EDITANDO)

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Suspiro una vez más, la pantalla hace que ya los ojos se me dilaten y no puedo estar más sentada.

–Creo que ya no hace falta que me hagan exámenes a la columna, creo que con las horas que llevamos la tengo lo suficientemente derecha–Se queja Jazmín y eso me hace reír

–Debemos terminarlo, la jefa lo quiere para mañana a primera hora. – Stevan Chilla y por más que nos quejemos sabemos que tiene razón.

Odio el día que comencé a trabajar en la empresa Mahajan, Ya que nuestra jefa solo por cogerse al Dueño terminó en el puesto, o eso mencionan las malas lenguas...

–Deberiamos buscarle un novio... – Reímos y observo la hora en el reloj de pared

10:50 p.m

¿Enserio?...

–Mejor terminemos esto rápido– Quito la mirada del reloj y seguimos con el trabajo

No es fácil organizar la lista de 500 empleados en forma alfabética desde quien limpia a quien es gerente general para acomodarle los pagos de las últimas dos semanas... Mi espalda duele, mi vista arde y mi estómago ruge

Una vez que terminamos, miro el techo y cierro los ojos. con la esperanza de que al abrirlos una coca cola fría y una hamburguesa con doble carne aparezca frente a mi, pero se me cae el teatro cuando los abro y más bien me encuentro sola, Stevan y Jazmín volaron en cuestión de segundos... Sí que querían irse.

Me levanto sonando mi cuello y cuando acomodo todo en su lugar tomo mi bolso, acomodo la silla y me dirijo hacia la salida, La luz de la oficina principal está encendida. Supongo que sigue trabajando la jefa, me acerco a despedirme pero suspiros y gemidos llegan a mis oídos, Me detengo de golpe...

–Mas fuerte!– Grita – No lo puedo creer, ¡la vieja es activa sexualmente!

–¡Si!, ¡Así!... ¡Oh dios!

Pensé que esas hormonas se le habían muerto hace años por lo cascarrabias que suele ser aveces

Suspire, no tengo suficiente energía para seguir escuchando los gemidos de la vieja excitada. Doy media vuelta y retomo mi ruta anterior

–Buenas noches Gissel – Escucho detrás, volteo y me encuentro con los ojos marrones de  Juan Diego, El jefe de seguridad de la empresa. –¿Trabajaste hasta tarde? – Me mira y sonríe mientras se dirige a abrazarme

–Si, Ya estoy algo cansada – Recibo su abrazo y el olor de su perfume me llega al cerebro, se roció demasiado...

–¿Quieres que le diga a Ryan que te dé un empujón? – Toma mi barbilla y en cuestión de segundos retiro su mano

– No es necesario, tomaré el autobús – Reprocho y mi mirada no lo convence

–¡Ryan! – Grita haciéndome saltar del susto –¡Ryan! –Vuelve y grita cuando no escucha respuesta

–Subió hace media hora a resolver unos problemas con la jefa señor– Se asoma Spencer y al verme sus mejillas toman color rojizo

¿Ryan?¿Arriba? ¿Con la jefa?... Creo que el único problema que hay es que... le gustan  diez años menos, Aunque ni la culpo, Ryan es un chico muy guapo y aún teniendo el porte de chico malo tiene un corazón de pollo

–Spencer, Haga el favor de llevar a la señorita a su departamento que es... –Me mira– ¿Donde es que vives?

Conozco su juego, y no entrare a jugar

–Yo le doy la dirección, no te preocupes– Suelto y su cara es la que esperaba, Sorprendida.

–A donde ella le dé la dirección. – Su voz se vuelve firme y Spencer asiente.

Bingo.

Spencer sale y toma su chaleco de la empresa, Nos dirigimos al corolla 2009 color negro con vidrios ahumados y quita el seguro. Antes de que yo tome la perilla él la toma primero y abre la puerta ante mí ofreciéndome su mano para que me apoye

–Gracias– Susurro y el asiente

–Siempre será un placer para mí – Suelta y me sonrojo

El se monta en el auto y introduciendo la llave este ruge, quita el freno y avanzamos

Los portones se abren ante nosotros y la vía se hace presente, Spencer avanza y no hace falta indicarle la dirección

Ninguno dice nada, todo es silencio. Pero no es de esos silencios incómodos que no hayas ni a donde mirar, Es un silencio tranquilo, de esos que puedes respirar  y pensar en diferentes cosas

La vista a la ciudad de noche es realmente hermosa, la noche siempre me ha resultado mágica, y es que con ella... Pueden salir a relucir todas las estrellas sin quedarse ninguna por fuera.

–¿Te gusta?– Dice una vez que nota lo embobada que estoy con la vista

–Es hermoso... Creo que ya sé porque valdrá la pena trabajar en la empresa – Le suelto y lo escuchó reír

– Te encantaba venir aquí siempre – Suelta y lo miro sorprendida, han pasado cuatro años de nuestra separación y es increíble que se acuerde de ciertas cosas

Pero es lo que sucede cuando quisiste de verdad y lo plasmas en tu alma, por alguna razón, de la nada... Hasta llegas a recordar su color favorito y el porque le da pavor las arañas.

–Creo que es un buen recuerdo ¿No crees?

–Si, supongo. –Vuelvo a mi ventanilla y él vuelve con su vía, volvemos al silencio hasta que el enciende la radio y canto bajo al escuchar que suena Amigos no por favor de Yuridia

♪♪♪ Los amigos no se besan en la boca
Los amigos no se extrañan todo el día gente loca
Los amigos no se llaman a las dos de la mañana
Los amigos no se deberían dormir en la misma cama...

Los amigos no se conocen todo el cuerpo
Por anda ve, inventa otra palabra que yo te creo
Amigos no por favor,
Amigos no por favor...
Porque los amigos, no se hacen el amor... ♪♪♪

Yuridia, creo que las mejores canciones existentes son de esa mujer esplendorosa y sincera que no le importa revelar sus sentimientos en cada una de sus melodiosas piezas.

Cuando caigo en cuenta estoy en frente de mi departamento, Spencer se baja y vuelve a abrirme la puerta, acepto su mano y al salir le suelto un beso en la mejilla, el me mira

–Gracias por traerme – Le suelto y él sonríe, me da un abrazo y me dirijo adentro.

–Buenas noches señorita – Me saluda Lanz, el seguridad del edificio

–Buenas noches Lanz –Le dedico una sonrisa cansada y entro al ascensor

Uno de los beneficios de la empresa Mahajan es que pagan el 20% de mi estadía y de cada uno de los empleados de la empresa y de eso nadie se queja, pueden elegir cualquier departamento pero el costo no puede ser tan alto dependiendo si tienes familiares y cuantos son.

Camino por el pasillo y entro a mi casa, la verdad que estoy muy agotada así que pido una pizza de peperoni que llega en menos de 30 minutos, como 4 pedazos de esta y sin pensarlo más me acuesto en la cama y en menos de lo que canta una cotorra me quedo dormida.