Soy Tu Dueño: PRISIONERA +18 (EDITANDO)

DAMIÁN (Corto)

Damián Mahajan

Todo lo que ha sucedido me tiene al borde del colapso, Seguir a Angeline a la isla no fue tarea fácil. Todo era cuestión de ser inteligente y usar las estrategias necesarias.

Sentía que me iba a terminar de volver loco con tanta gente que creía muerta y termina apareciendo en mi puerta como lo está haciendo ahora Eros.

Hace seis años se fue de la familia por expulsión de esta y la tía Marta pidió no volverlo a ver en su casa. La cual debe estar retorciéndose en la tumba cuando Eros pasa el arco familiar dirigiéndose a la puerta.

Ninguno puede pararlo porque es la ley familiar y Zymond respeta al pie de la letra esas reglas o si no, no estaría donde está.

Cruza mirada conmigo y las ganas de meterle un tiro están muy latentes. Él saben lo que hizo, todos sabemos lo que hizo y el que entre a la casa como si de un presidente se tratara, nos eleva las ganas de lanzarnos encima de él.

-¿Donde está papá? -Dice con una sonrisa

-Lo maté. -Responde Zymond.

Eso hace que Eros se voltee y lo mire a los ojos, pero vuelve a sonreír mientras se adentra a la sala junto con nosotros atrás suyo.

Verenice aparece tras el umbral de la cocina con una bandeja de galletas y volteo a ver a Eros quien se va donde ella tomando una galleta, acto seguido le acaricia el mentón y Tomo su mano antes de que llegue a su boca.

-Apartate si no quieres morirte. -Amenazo y me mira riéndose.

-Verenice era mi esclava, y saben que cuando el dueño llega, los demás se esparcen -Quita mi mano con brusquedad y lo en menos de lo que creo lo tengo en el piso clavandole puños hasta que me lo quitan a las malas.

-¡Ella no es tu maldita esclava, es mi mujer!-Espeto furioso y me mira limpiándose la comisura del labio.

-¿Desde cuando los Mahajan desposan a las esclavas? - Sonríe y se suelta mientras camina a la segunda planta con los demás detrás de él.

Miro a Verenice que aún sigue parada en el umbral y Tomo su cara plantandole un beso que hace que se pegue de la pared, coloco ambas manos a sus lados encerrandola para mí, y solo para mí.

-Nadie va a tocarte, mirarte o abusar de ti mientras yo esté aquí. -aseguro. Si algo le pasa a mi mujer no sería capaz de aguantarlo y más sabiendo con que en su vientre lleva mi legado.

Agarro este besandolo y aunque aún sigue un poco plano lo lleno de besos y de mimos dando tregua con el amor que le tengo a ella.

Una vez que Evangeline desapareció, ella Y yo fuimos construyendo un futuro juntos, casa, autos y cuentas bancarias compartidas. Le he dado todo para que se sienta bien y digna de ser mi señora. Pero es tan humilde que aveces llegó a casa y la miro usando la misma ropa usada de años, pantalones anchos y camisas largas, descalza y bailando en la cocina.

Ahí lo supe.

No es la ropa, no es el dinero, no es los lujos, autos caros últimos modelos, ni son los millones en el banco que puedo darle.

Es su humildad, su gentileza, su fuego, su pasión y su corazón a la hora de hacerme el amor.

Es tener todo, pero es tenerlo con ella.

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