07. El mánager

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-¡Cuánto tiempo, Halo!- dijo el hombre de voz ronca.

En los pasillos habían pocas personas todo el personal de cada invitado y grupo estaban metidos en sus respectivos lugares.

Halo se dio la vuelta y se le pusieron los nervios de punta. Se horrorizó quedando muda de la impresión.

-pero mírate esa carita, tan feo no estoy. No te asustes- dijo aquel hombre.

-¡Sr. JY!- Halo sintió como su sangre se le bajaba a los pies helando su cuerpo de golpe cuando notó que no había ni un alma alrededor.

Era su ex mánager, el que tiempo atrás la acosaba e intentó abusarla sexualmente. Estaba ahí trabajando como representante de un grupo en otra compañía. Aparentemente el tipo sabía de mañas para salirse con la suya. Y se encontraron frente a frente.

-Bonita presentación, bonitos pechos. Todavía los recuerdos, tan blandos y firmes a la vez- espetó JY viéndole directamente a los senos y relamiéndose los labios asquerosamente.

Halo estaba aterrada pero  segura de que en ese lugar él no podría hacerle nada y rogaba internamente de que alguien se apareciera por allí.

-¡Cuánto tiempo!- repitió ella fingiendo valentía - si no te estas pudriendo en la cárcel fue porque yo desistí pero no me provoques porque puedo reabrir el caso- dijo de la manera más altanera posible dándose la vuelta dejándolo con la palabra en la boca.

Dio unos pasos hacia adelante solo para  sentir que era jalada del cabello por él con una mano y con la otra le tapaba la boca; y con mucha fuerza la llevó hacia su cuerpo solo para susurrarle al oído.

-Mira, niña. No me amenaces porque no sabes de lo que soy capaz ¿o ya se te olvidó? Por cierto ¿sabes dónde está tu esposo ahora?- dicho eso la soltó empujándola hacia adelante tan fuerte que la hizo caer al piso sobre su brazo izquierdo haciéndose un raspón en el codo.

La reacción de Halo al escuchar que mencionaba a su esposo fue de espanto, se levantó rápidamente  con sus piernas temblando por el pánico y empezó a correr en dirección a su propio camerino con las lágrimas que le salían a mares y el corazón acelerado. Pensando muchas cosas malas. El tipo estaba loco y ella se imaginaba lo peor cuando le habló de Jungkook.

Pero lo cierto es que JY no hacía alusión  a amenaza alguna. Él se refería a Jungkook de una manera insidiosa. Él sabía algo o mejor dicho vio algo que involucraba a Jungkook y quería fastidiar a Halo con eso  y lo logró porque ella supuso de inmediato que algún tipo daño le había hecho a su Cooky.

Entró al camerino estrepitosamente, totalmente asustada. Todos se sobresaltaron de verla así y Hong se acercó para interrogarla pero ella solo sollozaba con desesperación.

-¡¿Y Jungkook?! ¿Dónde está Jungkook?- gritaba viendo hacia todos lados- ¡qué alguien me diga donde está Jungkook, por favor!

-Ya le marco, tranquila- le dijo Hong cogiendo el celular.

A Jimin se le partía el corazón de verla así tan frágil nuevamente que quiso acercarse abrazarla pero antes de que lo hiciera Jungkook apareció.

-¿Qué sucede?- preguntó él con los ojos abiertos viendo como Halo estaba alterada.

De inmediato ella se lanzó a sus brazos rodeando su espalda muy fuerte.

Jungkook miraba a todos ahí como  preguntando con los ojos lo que pasaba.

-No sabemos, ella entró así de la nada- contestó Hong.

Todos dejaron de hacer sus tareas y se enfocaron en saber lo que le pasaba a ella.

Frenesí II (+18/Jimin, Jungkook y tú) SEGUNDO LIBRO ⚠️EN CURSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora