38. Inquebrantable

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La doctora se acercó aún con su uniforme de quirófano con la mirada expectante de Halo y Hong encima de ella. Se la notaba exhausta, fueron ocho horas de cirugía para poder salvar la vida de Jungkook.

-La operación ha salido bien, sin ninguna clase de complicación ni contratiempos- declaró Gim con una media sonrisa y muy tranquila- tiene dos tatuajes recientes, también, fuimos cuidadosos con ellos, para evitar cualquier infección. Y procuramos no dañar el que tiene cerca de la herida.

Halo y Hong pudieron respirar normalmente otra vez, y sus nervios se iban calmando al mismo tiempo que despertaron su curiosidad por esos nuevos tatuajes. Agradecieron infinitamente a la doctora.

-Sin embargo, lo tendremos en terapia intensiva por un tiempo para revisar su recuperación y si la arteria responde bien al tratamiento- agregó Gim- Por el momento está inconsciente por la falta de riego sanguíneo en el cerebro, va ir recuperando la consciencia conforme se recupere a través de los días- trataba de ser lo más clara y sincera.

-Dra. Gim ¿cómo lo ve? ¿Se va a recuperar pronto? ¿Cuando estará nuevamente consciente? - preguntó inquieto Hong.

-Digamos que el 50% del trabajo se ha hecho ahora solo toca esperar el otro 50% que será ver como va evolucionando. El Sr. Jeon ha demostrado ser una persona fuerte, no cualquiera resiste a algo así y él incluso llegó consciente. Tiene músculos tonificados que lograron que la herida no sea del todo mortal. Esperamos que despierte dentro de dos semanas.

-¿Y sino se despierta en ese tiempo?- otra vez Hong.

-Sino... sería porque no está respondiendo bien al tratamiento. Esa es una probabilidad que ya les había comentado- Gim debía de ser clara y lo estaba siendo.

-¿podemos verlo, por favor?- Halo rogaba porque fuese así.

La doctora se quedo callada unos segundos pensando las palabras adecuadas porque nunca nadie está listo para ver a un ser querido en tales condiciones.

-En un rato más podrán verlo. Uno a la vez pero... necesito, por favor, que estén tranquilos, serenos; que guarden completa calma por el bien del paciente- advirtió Gim.

Ya había amanecido. Los otros dos amigos de Jungkook; Mingyu y Yugyeom, también se acercaron al hospital para saber de él. Hong se encargó de informarles sobre la dalud de su sobrino mientras todos se encontraban sentados en una salita privada. Halo con pocos ánimos apenas cruzaba palabras con ellos; solo escuchaba las palabras de apoyo que le brindaban a ella y a Hong.

-¡Es un loco! Ayer se volvió a tatuar- dijo sonriendo y susurrando Mingyu a Yugyeom.

-Mi muchacho- suspiró Hong- ¿cuáles son esos tatuajes?- preguntó con agrado.

-No lo sabemos solo nos comentó que se los había hecho pero no pudo enseñarnos- contestó Mingyu

-Era uno grande en el brazo izquierdo y otro en el pectoral izquierdo, fue todo lo que nos dijo- comentó el otro amigo sonriendo también.

Halo sonrió por lo bajo al escucharlos. Parecía que JK realmente tenía buenos amigos y lo de los tatuajes le parecía algo atrevido pero le gustaba la idea pues ella los adoraba en él. No podía esperar para admirarlos.

Halo aprovechó para solicitar una habitación privada con el mejor equipo médico y atención personalizada sin escatimar en gastos.

Una vez cediendo al pedido de Halo y ya instalado Jungkook en su propia habitación había llegado el momento de verlo.

-Sra. Jeon, antes de que entre necesito que respire hondo y que mantenga la calma-le indicaba la enfermera a cargo- si necesita algo no dude en llamarme.

Frenesí II (+18/Jimin, Jungkook y tú) SEGUNDO LIBRO ⚠️EN CURSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora