15. Cúmulo III

26 5 5
                                    

Jungkook desesperadamente se acercó a ella muy nervioso, colocandole sus manos en el rostro y uniendo sus labios en un beso precipitado.

Hong ya estaba acostumbrado a ese tipo de escenas pero aún así carraspeó su garganta para que los chicos no se olviden de que él continuaba ahí logrando que Jk dejara de besarla.

-Mejor los dejaré solos. Cualquier cosa que decidan hacer por favor me mantienen al tanto- solicitó saliendo de su propia oficina para darle algo de privacidad a la pareja.

-Jungkook...

-Ya lo sé, mi corazón. Mi tío me comentó todo- nuevamente posando sus manos en el rostro de ella- fue por eso que vine de inmediato.

-¡Tenemos que hablar con el abogado, quiero que esa mentirosa se retracte!- dijo con rabia en sus ojos.

-Esta bien, haremos lo que tú quieras. Amor, yo estoy contigo.

-No puedo creer que esa mujer halla dicho eso de tí- sin poder aguantar más el nudo en la garganta empezó a llorar - Cooky, sé que tú serías incapaz de engaña...

-Mi amor, mi amor, mi amor- la calló dulcemente besandola repetidas veces en los labios con amor- tranquila, todo va a estar bien-susurró.

Jungkook estaba ahí sintiéndose como la mismísima mierda por ser en parte responsable de las lágrimas que Halo en ese momento estaba botando.

Se conmovió al verla afectada tan solo por un simple chisme que ni si quiera podía imaginarse como se pondría si alguna vez sabía la verdad. Estaba dolido y muy arrepentido tanto así que sus ojos se cristalizaron.

-Corazón, ponme atención- pidió él con voz nerviosa- Yo te amo, mi amor; con todas mi fuerzas y toda mi alma. Eres la mujer de mi vida.

-Yo lo sé, yo también... pero ¿por qué me dices todo esto ahora? - preguntó confundida.

-P por porque no me gusta verte así. Eres una esposa y una madre estupenda que a veces me pregunto ¿que hice yo para merecerte?- Jungkook se sentía terriblemente culpable.

-Eres mi Cooky y ...

Jungkook nuevamente la callaba besándola, cada palabra que ella decía le parecía una daga en el corazón. Y es que realmente él sentía que no la merecía pero tampoco estaba dispuesto a dañar las cosas por un error.

-Perdóname- logró decir con lágrimas que amenazaban en salir de sus ojos.

-¿Perdonarte, por qué?- Halo seguía llorando pero ahora era por las palabras dulces que escuchaba de él.

-Por no ser tan buen esposo- la abrazó fuerte.

-¿qué estás diciendo? Si eres más que perfecto- se separó de él y lo miró a los ojos- bueno, casi perfecto porque eres un poco enojón, eso sí- sonrió sacándole una sonrisa a Jungkook también para luego darle un efusivo beso.

Con respecto al falso rumor quedaron en que se haría lo que Halo planteó desde un principio.

Jungkook se fue de ahi dejando a Halo más tranquila, para que continuara cumpliendo con su agenda. Pero todo lo contrario le sucedía a él. Pues se había quedado angustiado por los acontecimientos y sobre todo por la resolución a la que llegarían. Tuvo mucho temor de que Halo se enterase en algún momento de su desliz con Jieun y poder perder para siempre a la mujer que amaba. Tenía que hacer algo al respecto antes de que las cosas tomaran otro tipo de dimensiones. Tenía que tomar acción antes de que su abogado lo haga. Estaba convencido de que con una sola llamada él podría solucionar las cosas.

Así que se fue al único lugar donde sabía que podía gritar, maldecir hacer y deshacer todo lo que quisiera sin dejar testigos: su viejo departamento.

Frenesí II (+18/Jimin, Jungkook y tú) SEGUNDO LIBRO ⚠️EN CURSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora