39. Antes del viaje

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-Jungkook- con lágrimas en los ojos y una sonrisa, Halo logró susurrar su nombre conteniendo el asombro y la gran emoción, sintiendo como él apretaba levemente su mano- has reaccionado.

Sin perder un solo segundo presionó el botón que daría la alarma a la doctora y enfermeras para que se acercaran a la habitación.

En breves instantes ya se encontraba el equipo médico de turno revisándolo.

-Así que mi paciente guapo de la habitaciónVIP, por fin despertó- bromeó la doctora Gim acercándose a él.

Jungkook se miraba confundido observando la habitación, a Halo con sus ojos vidriosos y a él mismo con tanto aparataje en su cuerpo y al rededor, un gran signo de interrogación se le podía ver en la cara hasta que pudo recordar.

La doctora revisó sus signos vitales en cada monitor conectado a él, revisó sus reflejos, su visión, hizo que moviera con delicadeza sus brazos, sus piernas y le preguntó algunas cosas como su nombre completo, edad, etc. Todo estaba perfecto parecía un verdadero milagro para la alegría de Halo.

-¿qué es lo último que recuerda?- preguntó Gim.

-Que un hijo de puta me disparó y por eso estoy aquí- aún se lo escuchaba débil pero con mejor aplomo.

-Sr. Jeon, cálmese- dijo con un tono maternal- usted ha estado aquí durante seis días y ha tenido un infarto. No queremos que le de otro.

-¡¿seis días?!- abrió sorprendido los ojos y abrumado, él levantó su mano derecha y empezó a sacar cálculos en las fechas con sus dedos para luego mirar a Halo desconcertado- ¡amor, ayer fue tu cumpleaños!

-¡Vaya! usted es sorprendente. Le acabé de decir que fue operado, tiene casi una semana aquí con un infarto a cuestas ¿lo primero que hace es preocuparse por el cumpleaños de su esposa? ¡eso sí es estar enamorado!- sonrió la doctora con dulzura.

-Tengo por esposa a la mujer más bella del mundo ¿cómo podría ignorarla?

-Ella también ha estado pendiente de usted. Sin duda lo ama- continuó Gim

Halo se sonrojó, asintió con la cabeza y sonreía incómodamente. Los comentarios de la doctora le resultaban inadecuados pero tenía que disimular y el echo de que, de la manera más sincera, Jungkook le haya importado más el cumpleaños de ella que su misma salud la derritió un poco.

-Felicidades, Sra. Jeon- hizo una reverencia Gim

-Gracias- murmuró Halo cohibida.

Jungkook dirigió la mirada otra vez a Halo y un parpadeo acompañado con el movimiento de sus dedos fueron señal suficiente para indicarle que lo tomara de la mano a lo cual ella obedeció algo indecisa.

Luego la doctora le explicó exactamente el daño que le había ocasionado los proyectiles de bala, el motivo de la operación y estado delicado en el que se encontraba.

-¡Mis tatuajes!- dio un brinco queriéndose sentar, acto que produjo que sus heridas le dolieran mucho, soltó un gruñido por el repentino y brusco movimiento

-¿te puedes calmar?- regañó Halo haciendolo recostar otra vez- Están perfectos, mira- levantó su brazo derecho mostrándoselos.

-Esos no, mi amor... los nuevos- se señaló el pecho y el brazo izquierdo. Se alteró al notar que los tenían tapados como si tratase de alguna lastimadura- ¿por qué estás vendados? ¿Les pasó algo?

-No, Sr. Jeon- rió Gim- están cubiertos para evitar cualquier foco infeccioso en su cuerpo que pueda perjudicar su reciente operación. Ellos están perfectos, el bisturí no cortó el que tiene en el pectoral. Y no vuelva a moverse de esa manera, por favor.

Frenesí II (+18/Jimin, Jungkook y tú) SEGUNDO LIBRO ⚠️EN CURSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora