32. Démonos un tiempo

27 6 4
                                    

-Jimin, no me pidas eso porque no puedo. No ahora que todo es tan reciente. Es difícil para mí esta situación- contestó colocándose el abrigo otra vez, sintiendo que su corazón se hacía pequeñito pero no tenía intenciones de mantener una relación amorosa tan pronto.

-Pero dijiste que me amas, estas dolida, entonces ... ¿también lo amas a él? No entiendo- Aún mantenía la mano de ella entrelazada a de él, la apretó como si tuviese miedo a que la respuesta de esa pregunta lo vaya a herir.

-No, a él no. Pero igual no es fácil terminar con tres años de matrimonio. Yo pensaba que él jamás me traicionaría y me equivoqué. No puedo estar con él ni con nadie más sintiendo que me vayan a engañar otra vez. Ya me lo hicieron dos veces y duele como el infierno.

-Pero no soy como ellos porque te amo, no te haría daño. No sería tan imbécil de perderte una segunda vez, porque sigues y seguirás siendo mi todo, mi principio y mi fin. Mi pedacito de cielo en la tierra -ahora se encontraba sosteniendo con sus dos manos la de Halo inclinándose hacia ella inconscientemente en una suplica desesperada.

-No lo sé, Jimin- suspiró

-Comprendo que estes insegura pero tan solo piénsalo. Tú me amas- e internamente él rogaba al cielo por una oportunidad más para estar con esa mujer que lo tenía irremediablemente a su merced.

Jimin se acomodó para estar frente a frente, para poder ver bien su rostro y que ella note la sinceridad en sus ojos.

-Mis intenciones son serias con mucha más razón que ahora está Suni de por medio. Espero que un futuro no tan lejano podamos estar los tres juntos como familia. Cuando tú estes lista, sin prisas; tendré toda la paciencia porque te juro que te amo, te amo, te amo, te... a... mo.

-¿y si te cansas?

-Eso no va a pasar nunca. No pasó en un año desde que te conocí en la academia y te volví a ver en el fanmeeting, no pasó cuando estuviste dos años en el grupo, no pasó en los tres años y medio en que te fuiste y no está pasando ahora ni pasará- sonrió nervioso- ¡por Dios, Halo, ya no sé como hacerte entender que te amo! Pídeme lo que quieras y te lo daré, menos que me aleje de ti.

Por un momento ella quiso decir "Sí, intenténoslo" luego recordó que esa misma devoción presentaba Jungkook por ella aún después de haberla engañado y aunque consciente de que estaba mal compararlos no podía evitar hacerlo. Todo aún estaba fresco, le dolía y le costaba fiarse.

Tenía una controversia interna ¿qué debía de hacer? Luchaba con un sin fin de emociones que no podía controlar. Definitivamente ese no era el momento adecuado para aceptar lo que le proponía él.

-Lo siento Jimin, ahora no puedo pensar en nada de lo que me dices. Dejé a mi esposo está mañana y es muy duro- lo miró con rostro afligido- debo irme- se levantó de súbito tanto que el dolor en su cadera fue tan fuerte haciéndola chillar y regresándola al colchón.

Él la vio con preocupación, y susto por el quejido que tuvo; gateó sobre la cama hasta llegar al otro lado donde se ubicaba la mesita de noche, abrió el cajón sacando de ahí unos parches.

-Acabo de recordar que los tengo para estos casos- retrocedió hasta estar a lado de ella pareciendo ignorar sus últimas palabras. En definitiva ese argumento no lo convencería de renunciar a ella.

-Jimin...

-Quítate el pantalón y recuéstate... te los voy a colocar- señaló los parches de su mano- te aliviará un poco el dolor en media hora.

La reacción de Halo por tal pedido la hizo sonrojar algo, aún así accedió.

-Ya que más da...- se desabrochó el pantalón, lo estaba deslizando con dificultad ya que era un jean muy ajustado y al llegar a la parte afectada le causaba presión y muecas de dolor expresaba en su cara.

Frenesí II (+18/Jimin, Jungkook y tú) SEGUNDO LIBRO ⚠️EN CURSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora