52. Efímero

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Jimin entró en la habitación de Halo, la saludó con un beso lento, de esos que se saborean con paciencia los labios y acarician  cada milímetro para sentir la humedad, suavidad y calor de la boca del otro. Después levantó el abrigo de ella para darle un beso chiquito en el vientre.

-Los extrañé mucho, a mis tres amores- se sentó a su lado, encima de la cama y comenzó a sobar su vientre.

-Que extrañes a Suni lo entiendo pero a nosotros...- sonrió- me estuviste llamando cada hora, Mochi.

-Estaba loco por volver a verlos- sonrió. El hecho de que este frente a su futura esposa cerca de sus dos hijos lo hacía que se se sintiera flotando y a la par asustado.

Todo estaba en relativa calma. Halo solo debía descansar y ya; pero las palabras amenazantes de Jungkook y un viaje muy corto a cuestas era lo que evitaba que Jimin se sienta en completa paz.

-Amor, he visto la agenda, supongo que no vendrás por aquí en tres días- musitó Halo.

-Pedí permiso y me lo negaron- se expresó con pesar- Tampoco me podré quedar está noche, el staff estará en unas horas en el apartamento grabándonos y saldremos muy temprano en la mañana.

-Entiendo, estaré bien...

-No, no lo digas. No sé que clase de maldición es esta que cuando alguno viaja ocurren cosas...

-¿Qué puede ocurrir si yo solo estoy en esta cama?-alzó los hombros.

-Solo prométeme que te cuidarás. Por favor, cielo.

-Lo prometo, amor.- dijo con tranquilidad.

-te estaré llamando y escribiendo ¿sí?

-Sí- volvió a sonreír.

Jimin nuevamente se inclinó hacia ella para besarla. Sus besos aún les resultaban  dulces y placenteros, de los que nunca en su vida se cansarían.

Halo concentrada en la boca de él y acariciando su cuello sintió  un ligero roce que se deslizaba desde la punta de su dedo anular de la mano izquierda hasta llegar al final de éste. Sonrió sobre los  sobre los labios de él con la certeza de saber de se trataba.

Él se separó un poco para que Halo pudiera admirar la sortija de compromiso colocada un segundo antes.

Era un hermoso y sutil solitario engastado en platino con un diamante en talla corazón. Ese mismo que Jimin había comprado muchos años atrás, antes de que Halo se fuese de Corea embarazada de Suni.

-¡Es precioso!- se emocionó al levantar la mano en el aire y verlo colocado en su dedo sintiendo muchas cosquillas recorriendo su ser

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-¡Es precioso!- se emocionó al levantar la mano en el aire y verlo colocado en su dedo sintiendo muchas cosquillas recorriendo su ser.

La vida le estaba dando una nueva oportunidad, una que no desaprovecharía y solo era cuestión de tiempo ser la Sra. Park.

Frenesí II (+18/Jimin, Jungkook y tú) SEGUNDO LIBRO ⚠️EN CURSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora