41. Antes del viaje: Se acabó

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Estaba anocheciendo y tal como lo había prometido, Halo, llevó a Jimin hasta su casa a que pasara un rato con Suni y se despidiera de ella también, pidiendo discreción pues los empleados domésticos no podían verlos acaramelados y peor Suni hasta hallar el momento indicado y las palabras correctas para explicarle todo a la pequeña niña. Además su noviazgo aún no debía conocerse, no hasta que ella este completamente divorciada y resuelto la paternidad de le niña.

-¡Mi vidita!- Halo entró primero a la habitación de la niña quien como siempre estaba acompañada de su nana, mientras que Jimin esperaba afuera sin ser visto por la pequeña.

Se acercó a ella la abrazó y le dio un pequeño beso en la mejilla, indicando a su vez a la nana que se podía retirar.

-¡Mami! ¡mira, mira, mira!- le mostró muy emocionada dando brinquitos, una hoja con unos garabatos de colores- ¿te gusta?

-Está hermoso- contestó abriendo los ojos sorprendida con mucho entusiasmo- amorcita, hay alguien que vino a visitarte y quiere jugar contigo .

-¡¿es mi papi?!- sonrió en grande mirando expectante hacia la puerta y a Halo se le encogió el corazón de la pena.

-aaammm... es alguien que te quiere mucho y vino a verte antes de que nos vayamos de viaje. Lo voy hacer pasar ¿sí?

Suni asintió con la cabeza pero con carita de decepción al saber que no era Jungkook.

Entonces Jimin entró con una enorme sonrisa, las pupilas dilatadas y su corazón latiendo de felicidad por volver a ver a su hija físicamente ya que desde hace algún tiempo él mantenía contacto regular con ella a través de video llamadas con el consentimiento de Halo.

-¡Hola, Suni!- la saludó agánchandose también para estar a su altura.

Suni se alegró mucho al verlo, le mostró una sonrisa y muy animada le empezó hablar.

-¡¡¡Mochi!!!- gritó Suni muy contenta, y se acercó a él con saltitos extendiendo los bracitos para abrazarlo- ¡mami, me trajiste a Mochi!

-¿Cómo has estado, preciosa?- preguntó sin dejar de abrazarla.

-¡Mira, este es mi cuarto!- señaló alrededor soltándose. Él conoció la recamara de Suni, la cual era toda de color amarillo con matices naranjas, decorada con dibujos de pollitos muy tiernos.

-Tú habitación es muy bonita- contestó sintiendo pellizcos en su estómago contagiado por la alegría de la niña.

Se llevaban muy bien, poco a poco Jimin se iba introduciendo en la vida de Suni, ganarse su cariño no fue difícil. Ella se sentía muy cómoda con él y más aún cuando lo tenía a su lado. Era un comportamiento inusual en ella, no le gustaba los extraños pero con Jimin era diferente. La niña lo quería.

Jugaron un largo tiempo, dibujaron, pintaron, se marcharon la ropa, las manos, la cara con acuarelas y hasta comieron juntos.

Halo solo compartió un momento con ellos, debía terminar de ordenar algunas cosas y de hacer las maletas, pero el poco momento que estuvieron los tres fue maravilloso. Se imaginaba que así sería su vida con las dos personas que más amaba en el mundo una vez que se libere del exclavizante contrato con Bit Hit.

-¿Se ha quedado dormida?- susurró Halo al acercarse otra vez a la habitación de Suni y percatarse que todo estaba en calma.

-Sí, shuuu- contestó Jimin acercándose a ella para abrazarla de la cintura, dándose un muy discreto y fugaz beso.

-¿Qué tal la han pasado?

-Nos divertimos mucho- respondió sincero. Gracias por permitirme estar cerca de ella.

Frenesí II (+18/Jimin, Jungkook y tú) SEGUNDO LIBRO ⚠️EN CURSODonde viven las historias. Descúbrelo ahora